martes, 22 de enero de 2013

La Eurocámara empieza a 'pagar' a los periodistas para que le presten atención

BRUSELAS.- El departamento de comunicación del Parlamento Europeo cuenta desde inicios de este 2013 con un partida de 10.200 euros al mes para invitar a a los periodistas que cubren la información comunitaria en Bruselas a asistir a las sesiones plenarias que se realizan una vez al mes en la ciudad francesa de Estrasburgo. 

En los últimos años ha decaído la asistencia de corresponsales que realizan el viaje de 400 kilómetros entre ambas ciudades y, para alentar la asistencia, la Eurocámara ha decidido correr con los gastos ayudándose de la coordinación de la Asociación Internacional de la Prensa (API). En concreto, los periodistas recibirán una dieta diaria de 180 euros y les serán reembolsados los gastos del desplazamiento. Las dietas de manutención para los eurodiputados en la misma ciudad suben hasta los 287 euros.
Con esta medida, el Parlamento Europeo espera ver aumentada su visibilidad en los medios a lo largo del año y medio que restan hasta las próximas elecciones, previstas en mayo de 2014.
La prensa española es uno de los principales objetivos de esta iniciativa pues en los últimos meses tan solo se desplaza a Estrasburgo de forma regular un corresponsal, mientras países como Alemania o Italia siguen llenando la sala de prensa con una docena de corresponsales de distintos medios escritos y audiovisuales.
No es la única estrategia de la Eurocámara para conseguir que se hable de ella en positivo después de escándalos como el del voto de rechazo de los eurodiputados a dejar de viajar en clase business en abril de 2011. El Parlamento Europeo lleva años invitando a la prensa local y regional de la Unión para divulgar la información comunitaria y aproximarla al ciudadano. Igualmente, otorga cada año subvenciones de decenas de miles de euros a medios de comunicación para dar especial cobertura a sus informaciones. 
Una de ellas ha ido a parar este año a la radio catalana del grupo Godó RAC1. La segunda sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo cuesta a las arcas comunitarias 200 millones de euros anuales. Es el precio de mantener el edificio y trasladar a los 754 eurodiputados y su corte de asistentes de la capital belga a Estrasburgo. Desde que comenzó la crisis ha crecido el número de adeptos, incluidos eurodiputados, que abogan por eliminar la sede francesa de la Eurocámara. 
Sin embargo, la última palabra debería tomarse por unanimidad de los gobiernos de los veintisiete países de la UE pues la sede de Estrasburgo está prevista en los tratados fundacionales de la Unión Euorpea. Francia ha dejado claro por activa y por pasiva que no está dispuesta a renunciar a su sede, un gran negocio para los hoteleros, restauradores y taxistas de la región. 
Paradójicamente, el edificio del Parlamento Europeo en Estrasburgo es estos días la única sede "hábil" para los plenos pues el edificio de Paul Henri Spaak de Bruselas está en obras por grietas en sus vigas de sujeción, recuerda 'El Mundo', de Madrid.

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