sábado, 16 de febrero de 2013

Amenazado el periodismo de calidad, según el fotoperiodista español Armangué

JERUSALÉN.- Bernat Armangué, foto periodista español de la agencia Associated Press (AP) que ganó ayer el premio World Press Photo en la categoría "historias" con una impactante serie de imágenes de Gaza, cree que "el periodismo de calidad está amenazado".

 "El periodismo de calidad está cada vez más amenazado. Contar historias y contarlas bien requiere tiempo, esfuerzo, apoyo económico, logístico y humano y no siempre se combinan todos los factores. Parece que cada vez menos", dijo en una entrevista el fotógrafo, que añadió que se siente afortunado de "trabajar para una gran agencia".
Armangué, de 34 años, mantiene la esperanza de que algún día se revierta esta tendencia, puesto que "talento y ganas de contar hay de sobra, solo hacen falta plataformas para poder contarlo".
Sobre la profesión en España, resalta que "hay muchos grandes foto periodistas españoles, como es el caso de Samuel Aranda, Sebastián Liste, Diego Ibarra y muchos otros. Pero muchos de ellos se han tenido que ir a buscar la vida fuera", porque los medios de comunicación en el país "están muy ahogados y sufren las consecuencias de la crisis".
Con esas circunstancias, no sorprende que los tres españoles premiados en la última edición del World Press Photo, Emilio Morenatti, Daniel Ochoa y él mismo, trabajen para un medio extranjero (todos ellos para AP), pero Armangué destaca que las fotos premiadas de Morenatti y Ochoa "son temas hechos en España que otros profesionales también hicieron o podían haber hecho".
"En periodismo se trata de contar historias y quién mejor para hacerlo que alguien que las conoce de cerca", reflexiona, y asegura que "ha sido fantástico empezar desde lo más local y seguir en lo internacional" ya que "cada uno aporta un punto de vista".
En cuanto a los reporteros internacionales que cubren conflictos, recuerda que son "una especie de turistas que van y vienen".
Hay otros periodistas, los locales —afirmó—, "que están siempre ahí, al pie del cañón, contando la historia y que cuando el conflicto les toca de forma más directa y tendrían que estar más al lado de su familia es cuando están más comprometidos que nunca con la causa periodística".
El fotoperiodista español considera fundamental el trabajo en equipo. "Yo no trabajo solo, solo soy un elemento más que cuenta la historia, junto con otros compañeros tanto dentro como fuera de Gaza", asegura, y resalta que su trabajo no sería el mismo sin su mayor compañero en la franja palestina, Majed, su traductor, "fixer" y productor, "sin él cual los resultados serían totalmente diferentes".
Asegura que el concepto de periodista de guerra le "chirría" un poco y resalta que de sus fotos de los últimos años, el porcentaje de las que son de conflicto en estado puro es irrisorio.
En cuanto a las situaciones de riesgo, explica que en el momento de trabajar uno "se concentra en contar lo que está pasando, en la forma en la que uno cree que hay que contarlo" y que es después cuando "viene el golpe más emocional".
Una de las imágenes de Armangué premiada en esta serie, la titulada "Último beso" y que muestra un familiar besando la mano del cuerpo sin vida de un ser querido en la morgue del hospital de Shifa, en Gaza capital, también obtuvo la semana pasada uno de los premios más importantes de EEUU, el Photo of the Year, en la categoría de "General News".
Los premios World Press Photo 2013 se concedieron a 54 fotógrafos de 32 nacionalidades en nueve categorías temáticas, en una competición a la que se habían presentado 103.481 instantáneas de 5.666 fotógrafos procedentes de 124 países.

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