CIUDAD DEL VATICANO.- Francisco, el nuevo pontífice de la iglesia católica, hablando en gran parte de forma improvisada y
sonriendo a menudo, hizo sus declaraciones hoy en una audiencia con los
periodistas, donde explicó por qué eligió tomar el nombre de Francisco,
por el santo Francisco de Asís, un símbolo de paz, austeridad y pobreza.
Él se refirió a Francisco como "el hombre que nos da el
espíritu de la paz, el hombre pobre", y añadió "¡Oh, cómo me gustaría
una Iglesia pobre, y para los pobres!".
Agradeció a los miles de periodistas que habían cubierto su
elección pero los invitó a "intentar siempre entender la verdadera
naturaleza de la Iglesia, e incluso su andadura por el mundo, con sus
virtudes y sus pecados".
Instó a los periodistas a enfocarse en la "verdad, la bondad y la belleza" en el mundo y en la Iglesia.
Francisco ha establecido un tono moral enérgico y ha dado ya
claras señales de que trae un nuevo estilo al papado golpeado por la
crisis, fomentando la humildad y la simplicidad por encima del boato y
la grandeza.
Recordó que en la noche del miércoles, cuando estaba
recibiendo cada vez más votos del cónclave, el cardenal sentado a su
lado, el brasileño Claudio Hummes, lo consoló cuando "la situación se
volvió peligrosa".
Después de que la votación alcanzase la mayoría de dos tercios
para su elección, estallaron los aplausos. Hummes, de 78 años, lo
abrazó y lo besó y le dijo: "No te olvides de los pobres", recordó el
Papa, gesticulando con las manos a menudo.
"Esas palabras entraron aquí", dijo señalando a su cabeza.
Aunque la votación formal continuó, el Papa recordó: "Pensé en
las guerras... y en Francisco (de Asís) el hombre de la paz. Y así es
como el nombre entró en mi corazón, Francisco de Asís, para mí es el
hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y protege a
los demás".
Esa fue la última indicación de que el Papa quiere que la Iglesia en todo el mundo asuma un estilo austero.
La noche de su elección, eludió la limusina papal y viajó en
un autobús con otros cardenales que lo habían elegido. El día siguiente
regresó al hotel eclesiástico donde había estado alojado antes del
cónclave e insistió en pagar la cuenta.
En otras partes de sus declaraciones en italiano, en gran
parte improvisadas, dijo que los católicos deberían recordar que Jesús
es el centro de la Iglesia y no el Papa.
Francisco, el antiguo cardenal Jorge Bergoglio, también ha
instado a los argentinos a no hacer costosos viajes a Roma para verlo, y
a cambio que den el dinero a los pobres.
San Francisco de Asís, que murió en 1226, renunció a su
fortuna familiar para una vida de caridad y pobreza y también es
reverenciado por los ecologistas porque amaba la naturaleza y predicó a
los animales.
"En este momento, no tenemos una relación muy buena con la creación", dijo el Papa.
Dijo que los católicos deberían recordar que Jesús, no el
Papa, era el centro de la Iglesia. Al final de su discurso, cambió del
italiano al español, y también hizo un gesto a los no creyentes y a los
miembros de otras religiones.
"De buen grado le daré un bendición. Ya que muchos de ustedes
no pertenecen a la Iglesia católica y otros no son creyentes, desde el
fondo de mi corazón les doy una silenciosa bendición a todos y cada uno
de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero a sabiendas de
que cada uno de ustedes es un hijo de Dios. ¡Qué Dios los bendiga a
todos ustedes.
Bendice a un periodista ciego
«Quería haber pensado qué decirle, pero
llegado el momento no era capaz de decirle nada», ha confesado Forlani
después a varios medios. Según ha relatado, el Papa le preguntó cómo se
llamaba y a qué se dedicaba. Después, el periodista italiano le pidió
una «bendición especial» para su hija y su mujer. «El Papa pensó en mi perro y dijo: "y una también para el perro", se inclinó y lo acarició», ha asegurado.
Bendice a un periodista ciego
Alessandro Forlani es un periodista italiano ciego que ha tenido la suerte de poder saludar personalmente al Papa Francisco,
durante el encuentro que el recién elegido Pontífice ha mantenido este
sábado con la prensa. De entre los 6.000 profesionales de la información
congregados en el Aula Pablo VI, Forlani ha sido uno de los elegidos
para estrechar la mano del Papa. Pero el joven no iba solo. Le
acompañaba su perro guía, Asia, al que el Pontífice no ha dudado en bendecir también.
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