MADRID.- Experto en información política nacional e internacional, Javier
Fernández Arribas ha ocupado durante años cargos directivos en Colpisa,
Onda Cero o en Punto Radio
y, ahora, cuando cree que el periodista tiene que crear su propio
puesto, ha dado un giro para lanzar la revista "Atalayar entre dos
orillas".
Este periodista galardonado,
entre otros, con el premio europeo Salvador de Madariaga y la Antena y
el Micrófono de Oro de la Federación de Asociaciones de Radio y
Televisión de España,
ha dicho que la radio sufre una "gripe profunda", especialmente por una
gestión a la que sólo le importa la cuenta de resultados.
Sin embargo, este actual analista político en la COPE -también de TVE, Diariocrítico.com e Interviú-, considera que la radio es fuerte por sí misma porque forma parte de la vida de los españoles.
PREGUNTA: Acaba de editar la revista "Atalayar entre dos orillas". ¿No es arriesgado atreverse ahora con nuevos proyectos?
RESPUESTA: El mundo es de los valientes y ahora mismo la situación de España
y la de los medios de comunicación no es buena y como periodista tú
tienes que crear tu propio puesto de trabajo. Pensar en que alguien te
va a venir con un puesto de trabajo es complicado.
P.- ¿Hay sitio todavía para las revistas de papel, aquí, en el Magreb o en cualquier otra parte del mundo?
R.-
Sí, creo que hay sitio porque lo importante es el contenido, lo que le
cuentas al lector. Por supuesto que nos tenemos que adaptar a los nuevos
soportes -la revista está disponible en internet- pero lo fundamental,
por lo que paga el cliente, es por un contenido que le aporte valor
añadido, le interese, le instruya y le divierta. Ese es nuestro reto
cada día, trabajar para los lectores, sea en papel o en digital.
P.- ¿Por qué se ha decidido por una aventura editorial?
R.-
Me he decidido ahora, como autónomo, a formar mi propia empresa después
de estar casi 29 años trabajando para varios grupos de comunicación y,
junto a otros dos socios periodistas, intentaremos la aventura de una
revista en la que creemos firmemente. Su título quiere decir observar
desde una atalaya o altura para avisar sobre lo que ocurre, y nace con
vocación de servir como cauce de entendimiento y conocimiento entre
España y el Magreb, con información política, económica y empresarial
pero también de turismo, deportes y tendencias.
P.- ¿Qué diferencias hay entre el periodismo que se ejerce en España y el de los países donde se va a distribuir la revista?
R.-
Hay diferencias de forma pero en el fondo los periodistas buscan contar
a la gente lo que pasa. Con más o menos libertad, con más o menos
recursos, con más o menos ataduras al poder político.
P.- ¿No le asusta la caída de la publicidad?
R.-
La crisis ha afectado muchísimo a la publicidad pero esperamos captar
todo tipo de publicidad de los distintos países, excepto anuncios de
contactos y ese estilo de cosas.
P.- ¿Esta apuesta tan particular tendrá puntos de venta también en Argelia y Marruecos?.
R.-
Sí, por mi trabajo periodístico de carácter internacional y como
enviado especial a conflictos armados he tenido mucha relación con el
norte de África
y el mundo árabe y creo que hay un hueco que cubrir en cuanto a la
necesidad de una mejor información y análisis de lo que ocurre entre las
dos orillas del Mediterráneo.
A veces hay muchos clichés y creo
que es por falta de información, análisis y conocimiento de lo que
ocurre en Argelia, Marruecos o Túnez,
y allí sobre lo que pasa en España, especialmente cuando ahora se da la
circunstancia de que hay muchos empresarios españoles establecidos en
dichos países.
Hemos presentado el proyecto a autoridades españolas, marroquíes y argelinas y les ha gustado la idea.
P.-
¿Cuál es el estado de salud de la radio y qué cree que supone para el
periodismo el cierre de una emisora como es el caso de ABC Punto Radio?
R.-
La salud de la radio es fuerte por sí misma porque forma parte de la
vida de los españoles y eso nadie podrá acabar con ello, pero sí sufre
una gripe profunda por dos motivos: por los contenidos partidistas a
favor de uno u otro partido y por la gestión de unos técnicos que no
tienen ni idea de lo que tienen entre manos, a los que sólo les importa
la cuenta de resultados y supeditan los contenidos y quién los hace a
ese objetivo, que poco tiene que ver con la radio y la comunicación.
P.- ¿Qué echa de menos de su época al frente de informativos radiofónicos?
R.-
La inmediatez de la radio para la información. Es un medio caliente,
muy exigente porque tienes que contrastar siempre las noticias con
rapidez y luego consigues un retorno inmediato y sincero de los oyentes,
sea para bien o para mal.
P.- ¿Cuál cree que será el futuro del
periodismo, el de la rapidez de Twitter aunque a veces informe de
simples rumores o la información contrastada?
R.- Sin duda la
información contratada con fuentes. Siempre digo que si el protagonista
de un bulo o de una descalificación fuéramos cada uno de nosotros, se
terminaba la frivolidad de Twitter, que es un medio muy interesante pero
siempre que sea bien utilizado, como todo.
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