MADRID.- El periodista español Fernando Castello, presidente internacional de Reporteros sin
Fronteras (RSF) y periodista de la Agencia Efe, ha fallecido en Madrid a
los 76 años después de una larga enfermedad, han confirmado hoy fuentes de
la familia.
Fernando Castelló (Valencia, 1937-Madrid 2013) era un periodista comprometido. Cuando tuvo que dejar la Agencia Efe, en 1997, afectado por un ERE, encabezó la presentación de un recurso ante la Justicia pues nunca aceptó una medida que consideraba una discriminación anticonstitucional debido a que estaba basada únicamente en la edad.
'Jubilado al amanecer' fue el título de un artículo publicado en 'El
País' en el que explicaba sus doloridas razones en un sentimiento
compartido por los 246 trabajadores que se vieron obligados a salir
entonces de la Agencia.
Durante algo más de dos decenios había trabajado en la Agencia Efe,
donde ocupó los cargos de director de Servicios Especiales y
Reportajes, de Internacional y de Control y Estudios, después de pasar
muchos años en la redacción de Internacional.
Nada más salir de Efe fue elegido presidente internacional de Reporteros sin Fronteras (RSF),
una organización constituida en París, en 1985, y con secciones en
distintos países de todo el mundo que se distingue por la defensa de la
libertad de prensa y por tratar de salvaguardar los derechos y la
integridad de los periodistas.
En esos 10 años que dirigió RSF se dedicó en cuerpo y alma a
denunciar la falta de libertades, donde considerara que era necesario,
incluida China, donde fue detenido y expulsado en 2006 por criticar el que se fueran a celebrar los Juegos Olímpicos en un lugar donde se perseguía a los periodistas independientes.
Una actitud similar mantuvo contra las autoridades cubanas, por no
permitir la libertad de información. Como escritor se recuerdan varios
artículos de esa época que, por cierto, tienen todavía actualidad.
El compromiso de Fernando Castelló venía de lejos. Fue un activista destacado contra la dictadura franquista,
periodo durante el que militó en organizaciones clandestinas sin que le
importara arriesgar en su actividad para lograr la libertad y la
democracia.
La última lucha la libró contra el cáncer y también aquí se batió con
empeño. Hace unos 10 años se le detectó un cáncer de pulmón, que logró
superar. Aunque los últimos años vio muy reducida su movilidad, se ha
mantenido lúcido hasta hace apenas dos semanas. Según su médico,
Fernando logró un récord de supervivencia en este tipo de dolencias.
Fernando era una persona muy vital y tuvo varias pasiones, entre las
que ahora podría destacar la mitología (escribió dos libros) y la
micología (eran sagradas sus salidas al campo los fines de semana de
otoño).
Lilou López, su compañera, y sus dos hijos, Iván y Vera, que han
seguido los pasos de su padre como periodista, van a mantener siempre
vivo el recuerdo de una persona comprometida.
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