SANTO DOMINGO.- El periodismo carga consigo el compromiso de cuestionarse
constantemente para garantizar en su labor el predominio de la ética,
materia en la que abundan todo tipo de grises. La ética, según Rafael Molina Morillo, director del periódico El Día,
es intrínseca al ejercicio periodístico: “hablar de periodismo ético es
un pleonasmo, el periodismo, si no es ético, no es periodismo”, afirmó
durante su participación en el panel “Realidades y retos del periodismo
dominicano”, organizado por la Pontificia Universidad Católica Madre y
Maestra (PUCMM).
Las prácticas que atentan contra el ejercicio ético del periodismo
son muy diversas y suscitan continuos debates sobre su naturaleza, sobre
dónde encuentra sus límites la ética. Uno de estos debates es el
relativo a la incidencia que pudiera tener la inclinación política del
periodista en la calidad y veracidad de su trabajo.
Al respecto, María Isabel Soldevila, jefa de Redacción de Listín
Diario, observa que cada vez más los periodistas manifiestan con
apertura su predilección política.
“Yo suponía que todos los periodistas eran como yo, que no eran de
ningún partido y que uno no podía profesar una simpatía o una
militancia, y a la vez ser reportero o ser periodista, parece que hay
gente que puede, pero yo creo que tendría que haber una mayor
separación”, expresa la periodista, también directora de la Cátedra
UNESCO de Comunicación.
Soldevila considera que, a pesar de que todas las personas tienen
derecho a tener su preferencia política. Militar y a la vez ser
reportero presenta muchos desafíos para el periodista, en especial aquel
que cubre el área política. Quien incurre en esta práctica
eventualmente “va a entrar en conflictos de intereses y esto afectará su
credibilidad, que creo que es lo más sagrado que tiene un periodista”.
“La corrupción no solamente se representa en términos económicos,
cuando periodistas aceptan pagos para quedarse callados o decir cosas,
sino también en el uso del instrumento periodístico para fines que son
ajenos a la verdadera misión que se debe desarrollar”, planteó en el
panel a propósito de la celebración este viernes 5 de abril del Día del
Periodista.
En su opinión, el periodismo no debe dejarse infiltrar de ninguna
manera, “pero naturalmente los políticos buscan lo suyo y el periodista
es el que debe mantenerse siempre a la defensiva ante esos ataques”.
Aunque, como afirma Soldevila, “las conciencias que se compran son las
que están a la venta”.
Para Soldevila el principal desafío ético que se debe enfrentar en el
ejercicio periodístico es el que proviene de los intereses de los
propietarios de los medios, que conduce al periodista a la autocensura,
quien sospecha que no puede referirse a ciertos temas que afectan al
dueño y que, de hacerlo, no será publicado, y “a nadie le gusta trabajar
en balde”.
Se refirió además a la problemática de periodistas que aceptan
dádivas de autoridades gubernamentales extendidas con la intención de
“comprar conciencias”, agregó que ese es un problema que parte de la
ética propia del periodista y no sólo de los gobiernos que lo fomentan.
Adriano Miguel Tejada, director de Diario Libre, considera que el
periodismo digital le ha robado algunas cosas al impreso pero “no le ha
robado lo esencial del periodismo impreso que es la credibilidad”.
“Todos los programas de radio y televisión de la mañana se basan en
las noticias que publican los medios impresos y todos leen los
editoriales de los medios impresos”, argumenta para sustentar su tesis.
Sin embargo, el futuro que advierte para los medios impresos es poco
menos que incierto: “morirán del mismo modo que han muerto muchos
inventos por los avances tecnológicos”, vaticina, aunque no duda que
exista siempre algún “espacio para el papel”.
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