martes, 31 de diciembre de 2013

¿Debe hacerse periodismo sin partidismos o ha de tomarse partido, como en el siglo XIX? / Xoan Dou

El periodismo está cambiando, tal vez porque evoluciona. ¿O acaso involuciona? La crisis afecta a las redacciones y, en consecuencia, a la calidad. Las redes sociales condicionan su papel. Los medios digitales se abren paso.

Hay muchos debates abiertos ahora mismo en la profesión, también en la sociedad a la que se debe. ¿Debe ser aséptico el periodismo del siglo XXI, es decir, limitarse a contar los hechos sin adornos ni aderezos ideológicos, o sí ha de aliñarlos con las propias ideas políticas?

¿Debe hacerse periodismo sin partidismos o ha de tomarse partido, como en el siglo XIX?

Bill Keller, un reputado columnista del diario estadounidense The New York Times, y Glenn Greenwald, exreportero del británico The Guardian en cuyas páginas destapó el escándalo del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU (el llamado caso Snowden), se han enzarzado en un cruce de opiniones sobre el oficio.

Keller se inclina por el periodismo “imparcial” que deja para las páginas de opinión la defensa de posiciones ideológicas.

Greenwald define que los seres humanos no son máquinas impulsadas por la objetividad y que verter “opiniones subjetivas” no impide el buen periodismo.
 

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