GRENOBLE. El hospital francés de Grenoble donde el domingo ingresó Michael
Schumacher expulsó hoy a los grandes equipos mediáticos de su puerta de
acceso, tras las insistentes llamadas a respetar la privacidad del
expiloto y algún intento por captar imágenes de la familia o el propio
paciente.
La dirección de la clínica universitaria optó por
obligar a trasladar a los equipos móviles y camiones de transmisión a un
recinto adyacente, vista la creciente presencia de medios de todo el
mundo que obstaculiza el desarrollo normal de la actividad hospitalaria.
En
la planta donde se encuentra ingresado Schumacher se ha establecido un
dispositivo de seguridad especial, que sólo permite el acceso a sus
familiares o personas de su entorno directo.
La actividad en el
resto del hospital se ha visto de todos modos dificultada ante el
revuelo en que deriva cada declaración del equipo médico o de la
'manager' del expiloto, Sabine Kehm, como una breve declaración suya hoy
a la puerta del hospital.
Kehm explicó ahí ante una nube de
periodistas que la situación de Schumacher, en estado crítico desde su
ingreso en el hospital universitario de Grenoble, era "estable",
cuestión que calificó de "buena noticia".
También precisó que no habrá más conferencias de prensa de los médicos si no hay alguna evolución relevante que notificar.
A
Kehm correspondió en los días pasados pedir, en nombre de la familia,
discreción a los medios, a lo que siguió ayer la noticia de que un
reportero gráfico había tratado de infiltrarse en las dependendencias de
los Schumacher disfrazado de cura.
Se teme que la situación vaya
a más el viernes, día en que Schumacher cumple los 45 años y en que
previsiblemente se sucederán los mensajes de ánimo y apoyo de todo el
mundo.
Los médicos que tratan al expiloto dijeron ayer, al
comunicar su último parte hasta ahora, que se había constatado una
"ligera mejoría" en su estado, y que en la noche del lunes al martes fue
sometido a una segunda intervención, de dos horas, para evacuar un
hematoma en el área izquierda del cerebro.
No obstante, también
indicaron que todavía quedaban "muchas hemorragias" cerebrales, sin
entrar en si procederían a nuevas operaciones.
El campeón alemán
se golpeó contra en la cabeza contra una roca cuando esquiaba el domingo
por la mañana fuera de las pistas de la estación de Méribel, en los
Alpes franceses, donde tiene una residencia privada.
La violencia del golpe rompió el casco que llevaba, aunque Kehm insistió en puntualizar que no iba a mucha velocidad.
Schumacher
fue evacuado primero a un hospital cercano a Meribel, pero los médicos
allí se dieron cuenta de la gravedad y decidieron trasladarlo, también
en helicóptero, al hospital universitario de Grenoble el mismo domingo
por la tarde.
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