PARÍS.- El presidente francés, François Hollande,
"paga el error" de haber obviado que vivimos en la época de la
"transparencia total" con los teléfonos inteligentes que no dejan
"ninguna posibilidad de vida privada" para nadie, afirma el
director del semanario Le Point, Franz-Olivier Giesbert.
Hollande compareció hoy en una multitudinaria conferencia de
prensa en El Elíseo prevista en particular para precisar sus planes
económicos, pero que estuvo parasitada por las revelaciones de sus
amoríos.
El presidente francés
dijo que los asuntos privados se tratan "en privado" y rehusó
pronunciarse sobre la polémica surgida en torno a su situación
sentimental.
El presidente francés declaró que su comparecencia ante casi 700
periodistas no era "ni en lugar ni el momento" para hablar sobre su
situación personal, preguntado sobre si su pareja, Valérie Trierweiler,
sigue siendo la "primera dama" del país.
Hollande respondió a esa pregunta, la primera formulada después de un
discurso sobre sus prioridades próximas en el cargo, que la entendía y
respondió al periodista que se la hizo: "estoy seguro de que usted
comprenderá mi respuesta, cada uno puede atravesar desafíos en su vida
personal, es nuestro caso".
"Son momentos dolorosos", añadió el presidente, quien agregó: "pero
tengo un principio, que los asuntos privados se traten en privado, con
una intimidad respetuosa de cada uno".
"Pienso que el problema de hoy es que ya no hay ninguna posibilidad
de vida privada para un gobernante o para un ciudadano normal", señala
Giesbert.
Aunque defiende el derecho a la vida privada, en su opinión, "hemos
entrado en una época en la que hay una especie de transparencia total
con los teléfonos inteligentes, que hace que lo que era posible antes ya
no lo sea, pues todo el mundo puede hacer fotos a todo el mundo".
"Hollande paga ese error, ya que hace 20 0 30 años no le habrían
pillado", afirma Giesbert, en alusión a las revelaciones del pasado
viernes por una revista del corazón de su relación con Julie Gayet,
sobre la base de unas fotografías que mostraban supuestamente una
escapada en moto y de incógnito del presidente a un piso aledaño al
Elíseo para pasar unas horas con la actriz.
Gran conocedor de la vida política francesa de las últimas décadas
(fue íntimo de François Mitterrand y allegado de Jacques Chirac y
Nicolas Sarkozy, así como biógrafo de los tres), Giesbert opina que este
asunto a "Hollande no va ayudarle porque ahora es impopular", pero está
seguro de que "mañana se habrá olvidado".
No cree tampoco que el asunto vaya a "debilitar su agenda política"
de los próximos meses, con importantes citas internacionales, ya que hay
"muchos ejemplos recientes de que se puede sobrevivir a un asunto como
ese", incluso en países puritanos, como le pasó, recuerda, al ex
presidente estadounidense Bill Clinton.
Giesbert, quien en el pasado dirigió también el semanario Le Nouvel
Observateur y el diario Le Point, lo tiene claro en el caso de los
amoríos de Hollande: "Estamos en un país latino, eso le da igual a la
gente", asegura.
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