¿Se imagina alguien a Tintín actualizando su perfil en Facebook? ¿O
viviendo una aventura en el Irak post ocupación? ¿Viajando por una
Europa devastada por la crisis? Pues podría llegar a pasar. El pasado 10
de enero, el famoso reportero cumplió 80 años. En los próximos meses
verán la luz nuevas ediciones de algunos de sus álbumes pero la gran
pregunta es si, finalmente, el periodista que menos ha escrito de la
historia volverá de su tumba de papel. Moulinsart (la empresa de la
viuda de George Remi ‘Hergé' que tienen los derechos del personaje)
anunció recientemente que en vísperas de 2054 verá la luz una historia
totalmente nueva. La noticia causó conmoción en Francia, que no ha
estado tan dividida desde la independencia de Argelia, y todos los medios se han pronunciado sobre el tema. Estas son las claves para entender la polémica.
¿ES POSIBLE LEGALMENTE?
No existe ningún impedimento. En una entrevista con el crítico Numa Sadoul (que dio pie al libro Conversaciones con Hergé, 1975), el padre
de la criatura manifestó su voluntad de que, tras su muerte, no se
publicaran más aventuras. Sin embargo, no hay ningún documento (como
sería un testamento) al que agarrarse. Si su viuda y antes amante
durante 20 años Fanny Rodwell, que es quien tiene los derechos, lo
decide, el periodista podría volver a las librerías con energías
renovadas.
¿HAY ANTECEDENTES?
Para aburrir.
Los principales iconos del cómic franco-belga (Lucky Luke, Spirou,
Blake y Mortimer, Los Pitufos...) han sobrevivido a sus creadores. El
caso más reciente es el de Astérix. Albert Uderzo,
quien se negó en varias ocasiones a que el galo continuara sus andanzas
tras su muerte, pero ha cambiado de idea. Y no sólo eso, sino que él
sigue vivo y ha designado a su herederos: el guionista Jean-Yves Ferri y
el dibujante Didier Conrad. Astérix y los pictos -recién
editado- ha sido un éxito de ventas (la primera edición es de cinco
millones en 15 países, dos de ellos en Francia ) y es notablemente
superior en calidad a los últimos que realizó Uderzo en solitario (sin
el guionista René Gosciny estaba perdido) y que no valen ni para
envolver el pescado que vendía Ordenalfabétix.
¿POR QUÉ 2054?
A principios de ese año caducan los derechos de autor y, por lo tanto, las aventuras del personaje pasarán al dominio
público. Sobre los álbumes ya existentes, no hay nada que hacer y
cualquiera podrá publicarlos, pero revivir a Tintín permitiría a
Moulinsart (la empresa de Fanny Rodwell y su marido Nick Rodwell)
mantener los derechos sobre los personajes y evitar que cualquiera pueda
dibujar nuevas historias (y evitar lo que ha ocurrido recientemente con
Sherlock Holmes). Pero la fecha no parece muy razonable. Para entonces
Fanny tendrá 120 años y Nick 102. No es por ponerle límites a la
providencia pero, parafraseando a Gila, "ahora muere gente que antes no
se moría". Igual no llegan.
¿REALMENTE, HA MUERTO TINTÍN?
Sí y no. Al margen de las versiones apócrifas (Tintín en Suiza, La Vida Sexual de Tintín...) no ha habido nuevas aventuras desde Tintín y los Pícaros (1976), pero se han exprimido al máximo las antiguas. La lista incluye la recuperación de Tintín en el País de los Soviets, los bocetos de Tintín y el Art Alfa, la edición integral y en formato apaisado de Tintín en el Templo del Sol, los homenajes como El Museo Imaginario de Tintín... El problema es que el pobre ya no da más de si.
¿QUÉ HAY DE CIERTO?
"Yo
creo que es un globo sonda para ver cómo reaccionaría el público",
explica el crítico Álvaro Pons, "pero dudo mucho que se vayan a esperar
hasta 2054". En su opinión, "no creo que tengamos que aguantar tanto,
Tintín es un filón y Moulinsart es una empresa cuyo objetivo es ganar
dinero. Sin contar el inacabado Tintín y el Arte Alfa (1986),
la última aventura del periodista ya casi 40 años, es una reliquia. Si
se elige a un buen dibujante que sepa actualizar el personaje sin
alterar su esencia, no es descabellado pensar en una edición de cinco
millones de ejemplares sólo en Francia". De momento, una encuesta
impulsada por el salón del cómic Angoulême (el más importante del mundo)
y Moulinsart, señala que el 54% de los Tintínófilos está en contra de
revivir al personaje, y que el 56% rechaza que se haga antes de 2054.
¿UNA OPERACIÓN DE MARKETING?
La
posibilidad de revivir a Tintín se ha convertido en un tema de debate
nacional en Francia que, casualmente, coincide con la víspera del 80
aniversario del personaje. La mejor campaña de publicidad posible ya que
para este año Casterman (la editora) y Moulinsart han anunciado la
edición de obras "desconocidas". En realidad se trata de un mix de las
dos versiones de Los Cigarros del Faraón (la de 1932 y la de 1955) y una versión "enriquecida" de Las Siete Bolas de Cristal y El Templo del Sol.
Pero lo importante es que este proyecto supone el fin de la guerra
entre las dos firmas. Soplan buenos tiempos para la resurrección. El
acuerdo incluye que Casterman se convierta en espónsor del Museo Tintín
en Bélgica (350.000 visitantes al año) durante los próximos tres años
(aportará en total 150.000 euros).
¿CUÁNDO?
Es
imposible saberlo, pero puestos a especular 2016 es un año a tener en
cuenta: es la fecha prevista para la segunda de las tres películas de
animación sobre el personaje que anunciaron Steven Spielberg (director) y
Peter Jackson (productor). Aunque la primera (2011) no logró el
objetivo de abrir de par en par las puertas de EEUU al periodista -"allí
sigue siendo un ilustre desconocido", explica Álvaro Pons- en Francia
fue mano de santo: sus aventuras fueron el cómic más vendido del año
según un estudio de la empresa de estudios de mercado alemana GfK. Aún
así, hay que tener en cuenta que la segunda entrega estaba prevista para
2013 y se ha retrasado (¿definitivamente?) tres años.
¿HABRÁ CAMBIO DE OPINIÓN?
Predecir
el futuro es fácil, lo complicado es acertar. Es imposible saber cuánto
factura Moulinsart, pero en 2010 un artículo de Financial Times
llegó a afirmar que registró pérdidas (1,6 millones) y que sobrevivía
gracias a los dos millones anuales que Fanny Rodwell recibía de la
ventas de los cómics. Para entender el dato hay que recordar que la
firma gastó casi 16 millones para construir el Museo de Tintín, que es
lo que se calcula que la firma factura al año (la cifra es de 2009).
Ella y su segundo
marido (que abrió la primera tienda especialidad en el personaje en
Londres, a principios de los 80) cambiaron la política de Hergé de
permitir todo tipo de productos del personaje al crear Moulinsart y lo convirtieron en una marca de lujo (una especie de Lladró de los cómics). Para la película Tintín y el Secreto del Unicornio
no sólo aceptaron volver popularizar el merchandising (hasta McDonald's
vendió productos del personaje) sino que se bajaron los pantalones:
Spielberg y Jackson se quedaron el 35% de los derechos (incluyendo
productos relacionados) y ellos no más del 5%. La película no tuvo el
éxito de taquilla esperado y sobre todo en EEUU no se disparó las ventas
del personaje (allí ‘sólo' ha vendido unos 5 millones de ejemplares en
50 años).
¿TIENE SENTIDO REVIVIR A TINTÍN?
Mucho.
"Tintín es un personaje que sigue vendiendo", explica Toni Matamoros de
la librería especializada Gotham City, la meca valenciana de los
comiqueros más exigentes. "Pero es un cómic que ya no interesa a los
niños, los compradores son gente más adulta". Alvaro Pons coincide:
"Para una generación crecida con los manga, Tintín ha quedado obsoleto.
Es un tebeo que, para disfrutarlo, hay que conocer el contexto y tener
cierto gusto por los cómics". Ambos coinciden en que una versión que
atraiga a un público más joven dispararía las cifras de ventas. El
potencial es enorme y solucionaría un gran problema: los Tintínófilos
son una especie en extinción y la única solución pasa por rejuvenecer su
público.
¿CUÁNTO DINERO HAY EN JUEGO?
Imposible
saberlo, pero mucho. Un dato ilustra hasta que punto la Tintínmanía
sigue viva. En 2008, una de las cinco versiones de la portada de Tintín en América
(1932) en tinta y gouache se vendió por 764.000 euros en una subasta.
En junio de 2012, otra de las copias alcanzó la cifra de 1,3 millones de
euros. La última, celebrada en 2013, se saldó con ventas por valor de
1,8 millones de euros, 300.000 más de lo que esperaba la casa de
subastas. La joya fue una lámina de La Estrella Misteriosa en
tinta china que alcanzó los 202.100 euros. Los originales de Hergé son,
hoy por hoy, los más caros del mundo por delante de cualquier autor de
cómics. En estos momentos, en eBay se puede comprar una copia en
perfecto estado del apócrifo Tintín y el Loto Rosa (de la
editorial valenciana De Ponent) por la friolera de 600 euros. Casterman
asegura que, a lo largo de su historia, se han vendido más de 220
millones de ejemplares (la cifra crece 1,25 millones al año) y que está
traducido a 77 idiomas. Aún así, no todo es dinero: el matrimonio
Rodwell tiene una fortuna estimada en casi 80 millones de euros.
P.D: Hergé no era nazi.
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