lunes, 10 de noviembre de 2014

Pedro J. sin El Mundo / Joaquín Abad *

El reconocido periodista Pedro J. Ramírez no ha necesitado del periódico que fundó hace 25 años, el 23 de octubre de 1989, El Mundo, para difundir su último artículo censurado por la actual dirección del rotativo. Internet, lo vengo manifestando desde el siglo pasado, salvará la libertad de expresión. Si, esa libertad que molesta a gobiernos débiles, como al actual, y que no han tenido reparo en meter una cuña en la modificada Ley Sinde-Wert, inventándose una tasa que deben pagar los agregadores a los periódicos de la AEDE. 

El estafermo, último artículo del fundador de El Mundo publicado en su blog, es un aguijonazo más al actual inquilino de La Moncloa, que como un pasmarote consiente que le den de bofetadas y no reacciona porque le falta sangre en las venas, y lo que le mola es vivir como un prejubilado y poco más. La última Carta del arponero ingenuo ha ocupado 1835 palabras para decir que Rajoy nos llevará al precipicio porque no está en su naturaleza enfrentarse al enemigo. Porque jamás luchará y sólo se moverá por inercia. Creo, sinceramente, que Pedro J. no escribe para la red, para los que leen en internet. Los artículos, las informaciones en la era de internet global se despachan en varios cientos de palabras. Necesitar nada menos que casi dos mil, sólo para sacar la conclusión de que el problema de España se llama Rajoy, es del siglo pasado, del papel impreso, no de la era digital.

Pedro J. es un magnífico periodista. No porque los domingos publique artículos soporíferos pero interesantes, versallescos pero certeros... No, Pedro J. se hizo famoso porque era un periodista valiente que supo hacerse de un equipo de investigadores a los que no le temblaba el pulso si los delincuentes estaban atrincherados en la Moncloa, con sucesivas mayorías absolutas. Pedro J. es el ejemplo a imitar por todo director de periódico que ame su profesión y entienda que debe ejercer un contrapoder. Porque sin ese contrapoder, lo estamos viendo, lo estamos sufriendo, los políticos se crecen y se corrompen. Y en esas estamos. Sin rotativos que ejerzan ese contrapoder porque están en la ruina económica y Moncloa les ha prometido pagarles sus despachos, sus secretarias, sus coches con chóferes y escoltas a los propietarios, con esa llamada Tasa Google... 

Necesitamos a Pedro J. nuevamente. Pero no en un blog para que nos siga castigando con sus artículos de casi dos mil palabras. Lo necesitamos al frente de un medio, de un equipo, que haga lo que siempre supo hacer: ser valiente y ejercer ese contrapoder que ahora nos falta. Y que echamos de menos. 

(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com

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