miércoles, 22 de junio de 2016

El abogado de Assange reclama investigar los verdaderos delitos

QUITO.- El director de la defensa jurídica de Julian Assange, Baltasar Garzón, criticó hoy en Ecuador que ningún sistema judicial haya investigado las graves revelaciones de Wikileaks y solo concentran esfuerzos en perseguir a autores de filtraciones. 

La transparencia tiene un altísimo costo, aseveró el exjuez español durante una conferencia magistral en el Centro Internacional de Estudios Superiores para América Latina (Ciespal), con sede en esta capital, que acoge un evento hasta el 24 de junio para abordar el caso Assange desde la esfera jurídica y de la comunicación.

Hace dos años el equipo de defensa supo que un tribunal de Virginia, Estados Unidos, era el encargado de investigar al programador australiano y el gobierno norteamericano exigió a la empresa Google que le entregase todos los correos electrónicos relacionados con Assange y sus colaboradores.

Al decir de Garzón, el fundador de Wikileaks se ha visto sometido a una persecución por su condición de editor de un sitio web mediante el cual difundió lo que debería haber difundido cualquier periodista con esa información en las manos.

El abogado negó que las revelaciones perjudicaran la seguridad nacional de cualquier país, pero sí puso en evidencia actos de corrupción, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y otras irregularidades que implican directamente a gobiernos como el estadounidense.

No existe una protección integral en el mundo para aquellas personas que denuncian casos de corrupción y violaciones de derechos civiles, humanos, políticos o económicos, comentó.

Assange solicitó asilo en la embajada de Ecuador en Gran Bretaña en junio de 2012, y de este modo evitó ser extraditado a Suecia, donde está acusado de presuntos delitos sexuales, que él niega, pero a lo que realmente teme es a ser entregado por las autoridades del país europeo a Estados Unidos.

En Norteamérica podrían condenarlo incluso a la pena de muerte por divulgar información clasificada, allí además de ya violarse el derecho a la comunicación privada del editor australiano no se le ha permitido a su defensa acceder a los datos de la investigación en curso.

De acuerdo con Garzón, tres de los cuatro cargos formulados por Suecia ya prescribieron con el paso del tiempo y el único vigente no tiene equivalencia jurídica en Ecuador, bajo cuya jurisdicción Assange aceptó someterse al pedir el asilo.

Luego de cuatro años dentro de la sede diplomática ecuatoriana en Londres, la defensa plantea que la negación de libertad puede derivar en una condición de tortura y, según el abogado, dará los pasos correspondientes para demostrarlo.

Uno de las evidencias es la imposibilidad en todo ese tiempo de consultar a un médico y recibir tratamiento adecuado a una dolencia que padece el informático en el hombro derecho.

A criterio de Garzón, Assange está en peor condición que si se encontrara en un centro penitenciario con sus derechos reconocidos y a sus defensores les preocupa cualquier problema de salud no superficial que pudiera surgir.

La integridad personal, física y psicológica, de Assange se va deteriorando a la vista de quienes tienen el poder de evitarlo, señaló.

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