BARCELONA.- Considerada
una de las personas más influyentes del mundo editorial hispano, la
mexicana Consuelo Sáizar opina que, desde la
invención de la imprenta por parte de Johannes Gutenberg, la industria
editorial "no ha vivido un momento tan desafiante y complejo".
Sin
embargo, Sáizar se muestra "muy optimista" sobre el futuro de un sector
"que ha sido fundamental para sostener el eje del conocimiento
moderno", porque los recursos tecnológicos "nos van a permitir resolver
justamente esa bestia negra que es la distribución".
Actualmente,
realiza una investigación doctoral sobre la industria del libro en
español en Cambridge, donde es candidata al doctorado en Sociología, y
Consuelo Sáizar argumenta que lo que está sucediendo con la tecnología
en los albores del siglo XXI "no excluye posibilidades, sino que las
está complementando, como ya ocurrió durante el siglo XX".
En
este punto, se detiene para rememorar que, cuando surgió el telégrafo,
parecía que se tenía que acabar con el correo y, en cambio, "siguió
coexistiendo la carta escrita y, cuando apareció la televisión, la radio
tampoco murió, y el cine no desplazó la alternativa de escuchar a
alguien o de leer".
"El
libro -prosigue- también está encontrando sus posibilidades dentro de
esta ampliación de la oferta tecnológica, y lo que sucede ahora es que
quien quiere leer en soporte papel lo puede hacer y quien no puede
utilizar su tableta. El momento que vive la Humanidad es excepcional,
porque podemos acceder instantáneamente a lo que se está publicando en
las latitudes más remotas".
La
editora, que estuvo al frente de Fondo de Cultura Económica y que fue
presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México,
sostiene que en la cadena de la industria cultural "siempre, el
laberinto roto, en palabras de Borges, ha sido la distribución, pero
este problema atávico ahora se podría resolver".
A
su juicio, la solución pasa por "la edición electrónica, por las
librerías electrónicas, que son cada vez más importantes y más eficaces
para la distribución a nivel internacional, lo que permitirá hacer
llegar los sellos editoriales más importantes, pero también los más
pequeños, a los lugares más apartados".
Consuelo
Sáizar, que hace unos días participó en Barcelona en el Foro Edita,
tampoco rehúsa hablar sobre bibliotecas, ella que promovió una
biblioteca de bibliotecas en la Ciudadela de México, cuando presidía el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Entiende
que las personales "se irán afinando, mientras que las universitarias
son absolutamente indispensables para formar el conocimiento y
contribuir a la formación de los jóvenes".
Sobre las bibliotecas públicas, mantiene que cada vez más son "espacios abiertos de convivencia para la comunidad".
Preguntada
por cómo ve hoy, desde la distancia, a México, indica que "la
transición democrática ha sido admirable, aunque, por supuesto, siempre
existen oportunidades de mejora" y, ahondando en cuestiones culturales,
subraya que "la vitalidad de la cultura mexicana es admirable, con
grandes escritores, músicos, bailarines o pintores con mucho talento".
Respecto
de las lecturas que recomienda para las vacaciones veraniegas, Sáizar
no duda en aseverar que será poco original porque una de sus apuestas es
"Patria", de Fernando Aramburu, por ser una historia ubicada en una
localidad del País Vasco, "con una enorme factura literaria, muy
universal, porque la verdad de lo que allí se cuenta puede ser aplicable
a todos nuestros países y a todo lo que tiene que ver con la
conciliación".
Por
otra parte, no esconde que siempre le gusta leer a escritores mexicanos
como Cristina Rivera Garza, Sabina Berman y la poesía de Octavio Paz,
así como del venezolano Rafael Cadenas, sin olvidar a Jorge Luis Borges,
"un clásico fundamental".
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