QUITO.- El fundador de WikiLeaks, Julian
Assange, asilado desde hace seis años en la Embajada de Ecuador en
Londres, ha pedido garantías al Reino Unido de que no le va a extraditar
a un tercer país para poder abandonar la legación diplomática, dijo uno de sus abogados en Quito.
"Somos conscientes
del tema grave que afronta y una de las alternativas es entregarse a la
Justicia británica, pero las autoridades del Reino Unido tendrían que
expresar que no va a extraditarlo a un tercer país en el que se afecte
la vida, su integridad física o el debido proceso", indicó el letrado
Carlos Poveda.
El defensor, que forma parte de un equipo legal
integrado por abogados en varios países, aclaró que se trata de "una
petición clara, específica y muy expresa, es la condición".
El australiano era requerido desde 2010 por las autoridades suecas
debido a las acusaciones de dos mujeres por violación, que él niega,
pero Suecia archivó la causa al no poder avanzar en la investigación.
Aun así, sigue bajo asilo por temor a que sea arrestado por las
autoridades británicas y deportado a EE.UU., donde teme ser juzgado por
la publicación de documentos militares y diplomáticos de carácter
confidencial.
"Ese es el temor", añadió el abogado al
que suma la inquietud de que si Assange cumpliera una pena por
violación de la libertad condicional por incomparecencia judicial en
Reino Unido, que según las autoridades ecuatorianas no superaría los
seis meses, "pudiera suscitar la extradición o permanecer en prisión
preventiva hasta una década".
En paralelo, la defensa
de Assange solicita del Estado ecuatoriano su intervención diplomática
en aras de lograr una salida a su situación, dado que en reiteradas
declaraciones el actual canciller, José Valencia, ha asegurado que el
asunto debe ser únicamente dirimido entre las partes involucradas, a
saber, el propio activista y Reino Unido.
"Esperamos
que se establezcan por lo menos los diálogos (con Ecuador) y no se mire
como una confrontación la demanda de protección" a Assange interpuesta
recientemente contra el canciller, consideró Poveda, al insistir en que
su defensa solo busca proteger sus derechos.
El
jurista manifestó, no obstante, que el protocolo presentado por las
autoridades ecuatorianas a su defendido contiene una amenaza implícita
de poner fin al asilo al que se ha acogido desde 2012, y denunció que se
han dado situaciones en los últimos meses no previstas de manera
explícita, que hacen temer de represalias.
El
procurador general del Estado ecuatoriano, Íñigo Salvador Crespo,
explicó que Ecuador planteó a Assange, nacionalizado ecuatoriano en
diciembre de 2017, que se entregara a la Justicia británica "con las
garantías que Ecuador había logrado obtener" de ella.
Esas condiciones incluían "una sanción por no haber acudido a los
controles de su libertad condicional", que "no rebasaría seis meses", y
que "no sería deportado o extraditado a ningún otro país", aclaró.
La otra posibilidad ofrecida por Ecuador fue que se quedara todo el
tiempo que quiera en la Embajada en Londres, pero bajo unas "ciertas
reglas", "puesto que el asilo se ha prolongado ya seis años y nada
muestra que pueda solucionarse inmediatamente".
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