LOS ÁNGELES.- Internet,
la red global de comunicaciones que ha revolucionado a la Humanidad,
cumple este martes cincuenta años de su creación en California, cuando
científicos se enviaron entre sí un mensaje de dos letras.
Eran
las diez de la noche del 29 de octubre de 1969 cuando el científico
Leonard Kleinrock y su equipo enviaron desde su laboratorio en la
Universidad de California Los Ángeles (UCLA) el primer mensaje a través
de una red que protagoniza la denominada tercera revolución industrial.
La
Universidad de Stanford a más de 500 kilómetros al norte de UCLA
recibió en una segunda computadora el mensaje de tan sólo dos letras:
"LO".
En el mismo laboratorio donde se hizo la primera
conexión hace medio siglo, Kleinrock, de 85 años, cuenta que, aunque
sabía que el proyecto era importante, nunca llegó a pensar que esta red
llegaría al mundo de los consumidores y a conectar a toda la Humanidad.
"No
anticipamos que iba a ser así, se nos ocurrió lentamente, y como
resultado ninguno de nosotros trató de patentarlo, o trató de quedarse
con la propiedad intelectual, no había idea de hacer dinero", recalca el
profesor emérito.
Los
científicos trabajaban para la Agencia de Proyectos de Investigación
Avanzada, una iniciativa establecida por el presidente Dwight D.
Eisenhower (1953-1961), que quiso poner a Estados Unidos en la carrera
tecnológica, después de que Rusia lanzase el Sputnik I, el primer
satélite artificial de la historia.
La
idea era crear "una red informática que estuviese siempre encendida,
siempre disponible, cualquier persona con cualquier dispositivo podría
conectarse en cualquier momento y sería invisible", explica el
científico.
Tras
varios años de investigaciones se logró construir el Interface Message
Processor (IMP), la máquina que permitió lograr el envío de este
mensaje. La primera fue llevada a UCLA y un mes más tarde una réplica
fue enviada a Stanford.
"Login"
(iniciar sesión en inglés) era la palabra con la que se establecería la
primera conexión, pero en el intento el enlace se cayó y solo se
lograron enviar las dos primeras letras: "LO".
Con
el paso del tiempo, Kleinrock comenzó a pensar que este mensaje fue
profético, pues "lo" es una antigua abreviatura de la palabra "mirar"
(look) y que se usa para llamar la atención sobre algo muy interesante y
forma parte de la frase "lo and behold" ("he aquí"), que se utiliza
para indicar un hecho grandioso.
Pero hace 50 años nadie se emocionó.
"Fui a casa y luego me fui a dormir. No parecía ser un gran problema", relata.
"El
desafío era resolverlo, que otras personas lo reconocieran y lo usaran,
y esa fue la satisfacción", agrega sobre un proyecto financiado por el
Gobierno estadounidense después de que varias empresas privadas no
vieran suficientes ganancias en la idea.
Para
diciembre de 1969 se habían instalado otras dos computadoras que se
interconectaban en la Universidad de California Santa Bárbara y la
Universidad de Utah, en Salt Lake City.
Mientras
abre la maquina original que sirvió para dar el primer paso de
internet, el científico reflexiona sobre cómo los desarrollos del correo
electrónico y la web, entre otros, han llevado a este sistema a
encontrar miles de posibilidades.
Kleinrock
considera que "internet ahora es una tecnología poderosa y
extremadamente útil que ha abierto la educación, el acceso a la
información, las redes sociales, la búsqueda y la comunicación,
etcétera".
Pero, a su pesar, esta red que ayudó a crear también tiene un lado oscuro.
Entre
la lista de cosas negativas de internet, el investigador señala el
"spam", la pedofilia, la pornografía, el robo de identidad, la pérdida
de privacidad, la denegación de servicio o las noticias falsas, entre
otros.
El
sueño altruista que tenían estos científicos de convertir esta red en
un bien público cambió por una "máquina de compras", asegura Kleinrock.
"Y
una vez que lo cambiaste a un lugar donde la gente gana dinero, llega
la codicia, viene la corrupción y de repente aparecen todas las cosas
que enumeré antes", opina.
"La red ahora está en un estado bastante malo", añade con cierto tono de preocupación.
Sin
embargo, Kleinrock retoma su entusiasmo de investigador y recuerda que
hace más de 110 años Nikola Tesla dijo que los empresarios de Nueva York
podrían comunicarse inmediatamente con un colega en Londres utilizando
un dispositivo que no fuera más grande que un reloj y enviar cualquier
imagen, dibujo, texto, mensaje de voz.
"Y eso suena más o menos como internet", dice.
Entonces la esperanza regresa a este científico que aún trabaja en UCLA en proyectos basados en su trabajo de hace 50 años.
"Hemos creado un sistema que nos sorprenderá constantemente con aplicaciones explosivas, nuevas e imprevistas", adelanta.
"Lo
que significa que los jóvenes de hoy y de mañana tienen la oportunidad
de contribuir de manera creativa. (Hay) muchas oportunidades", vaticina.