HONG-KONG.- El Gobierno de Hong Kong
se plantea limitar el acceso a internet, declaró este lunes un
miembro del consejo ejecutivo, tres días después de que se prohibiera
llevar máscaras en las manifestaciones, una medida que, sin embargo,
atizó las protestas.
"Mientras haya medios para reprimir los
disturbios, el Gobierno no podrá descartar la posibilidad de prohibir
internet", declaró Ip Kwok-him, un miembro del consejo
ejecutivo y diputado pro-Pekín.
Internet es una herramienta indispensable para el
movimiento prodemocracia, que utiliza foros en línea y mensajería
encriptada para organizar sus acciones de protesta.
Con todo, Ip,
que es miembro del órgano consultivo de la jefa del Ejecutivo hongkonés,
Carrie Lam, subrayó que restringir el acceso a internet podría tener
consecuencias nefastas para Hong Kong.
"Creo que una de las
condiciones para que se ponga en marcha la prohibición de internet sería
que esto no afecte a las empresas de Hong Kong", matizó.
El anuncio llegó tras
tres días seguidos de "flashmobs" (acciones relámpago) y concentraciones
no autorizadas en las que participaron decenas de miles de personas por
todo el territorio semiautónomo.
Algunos manifestantes radicales
vandalizaron oficinas gubernamentales vecinas, así como sucursales de
numerosos bancos chinos y estaciones de metro, y buena parte de la red
estuvo suspendida durante tres días.
También fueron atacadas las empresas con lazos con China, como las sucursales de los bancos chinos.
El
lunes por la noche, las paredes de varias oficinas del Bank of China
--una de las mayores entidades bancarias públicas chinas-- cercanas a
Kowloon quedaron cubiertas de eslóganes y se destruyó parte de su
mobiliario.
También por la noche, varios grupúsculos radicales
vandalizaron escaparates de tiendas y dos estaciones de metro, y
bloquearon arterias de varios barrios.
La policía recurrió a los gases lacrimógenos en al menos tres lugares.
La
movilización se tornó especialmente violenta después de que, el
viernes, Carrie Lam decidiera recurrir a una ley de emergencia para
prohibir el uso de máscaras en las concentraciones públicas.
El
lunes, las dos primeras personas juzgadas por violar la disposición, un
estudiante y una mujer de 38 años, comparecieron ante un tribunal de
Hong Kong.
Los dos detenidos fueron
acusados de manifestación ilegal, hecho por el que pueden ser condenados
a tres años de cárcel, y por haber infringido la prohibición de llevar
una máscara en una movilización pública, penado con un año de prisión.
Ambos fueron puestos en libertad bajo fianza.
En el exterior del tribunal, los manifestantes coreaban
consignas como "portar una máscara no es un crimen" y "la ley es
injusta".
Muchos opositores a esta prohibición temen que sea el
preludio a la adopción de nuevas medidas de urgencia por parte de las
autoridades.
"Es una excusa para introducir otras leyes
totalitarias, la próxima será la ley marcial", afirmó un
manifestante, Lo, frente al tribunal.
Desde hace cuatro meses,
Hong Kong atraviesa su peor crisis política desde la retrocesión a China
por parte de Londres, con manifestaciones casi diarias para denunciar
una pérdida de libertades y la creciente influencia del gobierno chino
en los asuntos de esa región semiautónoma, y también para exigir
reformas democráticas.
El presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, instó el lunes a encontrar una "solución humana" y "pacífica" a
esta crisis, señalando que el número de manifestantes es "mucho más
pequeño ahora".
Los peores
enfrentamientos hasta ahora se produjeron el 1 de octubre, cuando la
República Popular China festejaba el 70º aniversario de su fundación.
Ese día, por primera vez, un policía disparó una bala real contra un
estudiante de 18 años, hiriéndolo gravemente.
A lo largo del fin
de semana, los manifestantes se concentraron en los barrios del centro
de la isla de Hong Kong y, del otro lado de la bahía, en la península de
Kowloon, pese a la fuerte lluvia.
El domingo, la policía empleó gases lacrimógenos para
dispersar a los manifestantes y se produjeron altercados en varios
barrios.
A
un taxista le dieron una paliza en el distrito de Sham Shui Po tras
haber chocado con dos manifestantes, y un adolescente de 14 años fue
herido por un policía vestido de civil durante una marcha.
En
China, cundía en cambio la indignación tras un tuit del director general
del equipo de baloncesto estadounidense Houston Rockets, Daryl Morey,
apoyando a los hongkoneses.
Desde entonces, el tuit ha sido
retirado y el lunes, James Harden, jugador estrella de los Houston
Rockets, presentó sus disculpas. Pero la cadena pública china CCTV
anunció que suspendería la difusión de los partidos de ese equipo de la
NBA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario