Tras conocerse el fallecimiento de la periodista Eva Galvache, su compañera Cristina López Schlichting decidió hacerle un homenaje en antena:
“Recibió hace una década la noticia de un cáncer de mama y combatió la enfermedad con valentía.
Creo que no me equivoco si digo -su madre y su marido, Álvaro, me lo
corroborarán- que Eva ha sido una mujer feliz. Con muchas cosas que
otros nunca saborean.
El amor conyugal largo, la maternidad apasionada
por sus tres hijos maravillosos y una profesión vocacional, que no dejó
de darle disgustos, como a todos, pero en la que sirvió a la información
y a la Iglesia que amaba. De una familia profundamente católica, con
una clase antigua, de cristiano de a pie, Eva y su madre estuvieron, por
ejemplo, con la mano tendida a los más pobres a través de Cáritas”.
“El cáncer volvió, y si Eva no se ha muerto antes en estos años últimos ha sido por sus hijos, porque se aferró a la vida para sacarlos adelante y dejarlos colocados en la existencia antes de marcharse.
Y lo ha conseguido. Dos hombres y una mujer de bien. Y un marido
enamorado que recorrerá con una herida la Cartagena modernista de Eva,
su ciudad amada, y el Cabo de Palos, pero que sabrá que eligió bien, que
conquistó –porque a mí me lo confesó ella- al amor de su vida”, añadió
la periodista.
“Se ha ido Eva, guapa y joven, y tú oyente, que tal vez no la
conozcas, sí sabes cómo duele el zarpazo de la muerte y, en la confianza
que te tenemos, nos apoyamos en ti esta mañana de domingo para contarte nuestras penas y pedirte un instante de silencio.
Los hombres olvidamos pronto, demasiado pronto. Llegará el lunes y
rodará la vida y parecerá que no ha pasado nada. Pero sí ha pasado. Ha
habido, de nuevo, una presencia buena en nuestras pequeñas y rápidas
vidas, una caricia de inteligencia y honestidad, de carácter y belleza”,
concluyó.
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