SEVILLA.- El conocido periodista onubense Jesús Rodríguez Quintero
ha fallecido la tarde de este lunes en Ubrique (Cádiz), a la edad de 82 años, en la residencia Nuestra
Señora de los Remedios, donde llevaba menos de un mes ingresado. El mítico comunicador comió este mediodía por
última vez, se fue a la cama a descansar y ya no se despertó.
Familiares del periodista confirmaron luego su muerte a causa de una insuficiencia cardíaca, a través de un comunicado. "Durante estos últimos meses, ha luchado con coraje y amor para mejorar su salud. Desde Ubrique se ha despedido de la vida con gratitud y paz, siendo un ejemplo para todos nosotros", reza la nota.
La familia, conmovida por el momento, ha agradecido las "infinitas muestras de cariño recibidas por parte de toda la sociedad española" y por extensión a todos sus compañeros de profesión "que defendió hasta el final de sus días con pasión y honestidad. Murió descansando, en paz, acaso ya en lo alto de su colina".
Familiares del periodista confirmaron anteriormente que sufría una afección respiratoria y que recientemente fue operado de una patología cardiaca en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde llegó a ser ingresado en la UCI.
Desde hace tiempo, se decía que Jesús Quintero estaba arruinado. Una información que podría corroborar el gesto que ha tenido un amigo suyo, José Luis López, 'El Turronero', presidente de la Fundación López Mariscal, que se había hecho cargo de los gastos del presentador en esta residencia geriátrica, que cuenta con 70 plazas y un
grupo de cuidadores especializados en enfermedades y trastornos como el
Alzheimer y demencias seniles.
Además, cuentan con un equipo médico
especializado en geriatría, psicólogo geriátrico, ATS/DUE y hasta
trabajador social para ayudar y asesorar tanto a los ancianos y ancianas
como a sus familiares.
Allí, además de estar "arropado por sus familiares más allegados,
recibía el tratamiento diario necesario para su recuperación", tal y
como informaban sus seres queridos cuando salió a la luz la noticia de
su ingreso.
Jesús Quintero era padre de dos hijas: Andrea, nacida de su relación con Ángeles Urrutia, y Lola, con la periodista y escritora Joana Bonet. Acuciado por las deudas, tuvo que deshacerse desde 2016 de la mayor
parte de su patrimonio inmobiliario, incluido un palacete de su
propiedad en Sevilla y otros bienes en las provincias de Cádiz y Huelva.
Este mismo año, Quintero, de 82 años, aseguraba en el periódico La Razón que no pensaba en la retirada. Que aunque ha tenido que permanecer alejado de la profesión por sus problemas médicos, estaba en su mente regresar al Periodismo: "Tengo muy claro que quiero seguir. Quiero tener mi propia radio y también mi propia televisión".
Siempre se mostraba coqueto con su edad y no le gustaba comentarlo: “Tengo
más años de los que yo quisiera y recuerdo mi tierra. Estudié en el
instituto de La Rábida, fui locutor de RNE de España en Huelva. Me
hicieron un examen en unas oposiciones como si fuera a ser un locutor de
la BBC y antes había estado en Radio Popular. Después me trasladé a
Sevilla, a RNE”.
Allí nació el personaje que lo hizo famoso a nivel
nacional: El Loco de la Colina, tras pasar un momento complicado. “Una
depresión en profundidad me hizo sentarme durante dos años en un sofá en
mi piso del Callejón del Agua. Eso marcó mi destino. Estaba cansado de
ser el locutor loro. Busco siempre la originalidad, la independencia, el
sentido crítico… Quería hablar según mi estado anímico”.
Regresó
a su localidad natal, Huelva, donde desde 2019 vivió volcado en el proyecto de
Fundación que lleva su nombre y que albergará todo su archivo.
Comenzó su carrera radiofónica precisamente en
Huelva. Al fundarse el Centro Emisor del Sur de RNE obtiene plaza por
oposición, en los años 1960, donde comenzará una larga carrera
profesional como presentador. Uno de sus programas fue Estudio 15-18,
que presentó junto a Marisol Valle. Fue un gran éxito y
el programa estrella dentro del intento de normalización de la
programación de la radio pública que pasaba de la dictadura a otro
periodo nuevo.
Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina,
que le convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de
España, llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela
propia.
En 1991 presentó el programa Trece noches en Canal Sur.
Se trataba de trece entrevistas, en trece noches y de una hora de
duración al escritor Antonio Gala tratando cada una de ellas sobre un tema específico.
Pronunció la conferencia Periodismo y Compromiso el 17 de octubre de 2002 en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, con motivo de su décimo aniversario. Tras esta intervención, descubrió
una placa que bautizaba una de las aulas del centro con su nombre,
muestra del respeto y admiración que producía el periodista.
Fue productor de la cantante Soledad Bravo y del guitarrista Paco de Lucía. Es autor de los libros Trece noches (1999), junto a Antonio Gala, Cuerda de Presos (1997) y Jesús Quintero: entrevista (2007). Y como manager dirigió las carreras de conocidos artistas como los payasos Gaby, Fofó y Miliki, María Jiménez o la cantante colombiana Negra Grande.
En una entrevista con ABC de Sevilla, una de las
últimas que concedió, recordaba a su padre, que era electricista y se
llamaba José, y a su madre, María: «Mi madre decía que yo era más raro que un perro verde y un ratón colorado». Cuando se hizo mayor y se convirtió en una estrella de la televisión, pondría esos nombres a dos de sus programas.
Jesús Quintero quiso ser actor antes que «locutor»,
como le gustaba definirse, y llegó a interpretar algunos papeles con
grupos de aficionados que le valieron sus primeros aplausos y un cierto
resquemor de actor frustrado. «Con siete años quería ser protagonista en el entierro de mi abuelo. Todos me miraban y les daba pena ver a un niño detrás del féretro camino del cementerio», contaba a ABC.
Fue un conocido hombre de la radio el que le reorientó
de las tablas hacia ese medio en el que triunfó. «Fue al final de una
actuación en el teatro Lope de Vega, cuando se me acercó Rafael Santiesteban
y me habló de las posibilidades de mi voz para la radio. Una voz que,
según dijo, llegaba a la última fila».
Decía Quintero que siempre
intentó que su voz, la que sonaba en la radio y la televisión, «llegara a la fila de los solitarios, los desobedientes, los perdedores, los rebeldes,
los nadadores contracorriente, y los que se resisten a aceptar el juego
sucio de esa vida superficial, frenética y mercantilista«.
Jesús Quintero no quería leer noticias en RNE,
donde construyó «El Loco de Colina» , y para huir de la frialdad de un
estudio presentó el proyecto de «El hombre de la roulotte».
«Ahí empecé a
ver al loco en el horizonte. Me compré una roulotte, la convertí en un
estudio rodante de radio, la llené de libros de viajes y sartenes, y me recorrí España de pueblo en pueblo transmitiendo el latido de la vida cotidiana.
Me paraba en la roulotte y entrevistaba a un autoestopista, a un
cazador furtivo o a uno que estaba pescando truchas«, contaba el
periodista y comunicador.
Jesús Quintero era uno de los periodistas más reconocidos de España y uno de los más galardonados. Su trayectoria le valió dos Premios Ondas, una Antena de Oro, la Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey de España. Cabe destacar que su peculiar forma de entrevistar creó escuela, más de 500 personajes fueron objeto de sus preguntas a lo largo de su extensa carrera.
Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina, que le convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de España, llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela propia tanto en España como en América Latina.
«Es verdad que estuve a punto de volverme loco. Yo siempre fui muy creativo, quería ser verdad y siempre me obsesionó ser honrado ante el micrófono«.
Quintero contaba que había vivido en «pensiones con pulgas y en hoteles de cinco estrellas» y que su éxito fue haber creado un estilo, sentirse escuchado, saber que tenía amigos que nunca vería.
«La
fama aburre, la gloria pesa, el poder corrompe, el dinero esclaviza y
perturba, el amor se muere, la pasión se acaba y termina en los
juzgados. Los sueños, si algún día se alcanzan, decepcionan. La historia
de una vida cualquiera que sea es la historia de un fracaso«, contaba a ABC.
Hasta sus últimos días se mantuvo muy crítico con
la deriva de la televisión, el medio en el que obtuvo sus mayores
triunfos. «Lo malo es malo, aunque lo vean ocho millones de
espectadores. Pero la audiencia para mí es una persona atenta,
interesada, inteligente, libre, con criterio, con sensibilidad,
comprometida con el hombre y con sentido del humor -decía-.
La televisión es una mina abandonada y saqueada que está en manos de personas sin escrúpulos.
El morbo, la frivolidad, el sexo y el sentimentalismo barato y de
lágrima fácil se han convertido en el único reclamo para atraer la
audiencia a la que se alaba, alimentando sus más bajos instintos«.
Los negocios de Quintero no funcionaron y dejaron
una larga lista de acreedores algunos de los cuales le perseguían por
los tribunales y los medios de comunicación. «Todo el dinero que gané en
la radio y en la televisión lo perdí. Tú puedes ganar trescientos millones pero el tiempo pasa muy rápido y veinte años no es nada«, contaba.
Quintero contra la incultura
Biografía
Nacido el 18 de agosto
de 1940 en San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva, Jesús
Quintero consiguió convertirse en un auténtico fenómeno social dentro y
fuera de nuestras fronteras.
El fallecimiento del mítico comunicador se ha producido en la residencia
Nuestra Señora de los Remedios, ubicada en Ubrique. Allí, además de
estar "arropado por sus familiares más allegados, recibía el tratamiento
diario necesario para su recuperación", tal y como informaron sus seres
queridos cuando salió a la luz la noticia de su ingreso.
Jesús Quintero era uno de los periodistas más reconocidos de España y
uno de los más galardonados. Su trayectoria le valió dos Premios Ondas,
una Antena de Oro, la Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey
de España. Cabe destacar que su peculiar forma de entrevistar creó
escuela, más de 500 personajes fueron objeto de sus preguntas a lo largo
de su extensa carrera.
Comenzó su carrera radiofónica en Huelva. Al fundarse el Centro Emisor
del Sur de RNE obtiene plaza por oposición, en los años 1960, donde
comenzará una larga carrera profesional como presentador. Uno de sus
programas fue Estudio 15-18, que presentó junto a Marisol Valle. Fue un
gran éxito y el programa estrella dentro del intento de normalización de
la programación de la radio pública que pasaba de la dictadura a otro
periodo nuevo.
Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del
medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina, que le
convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de España,
llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela propia.
En 1991 presentó el programa Trece noches en Canal Sur. Se trataba de
trece entrevistas, en trece noches y de una hora de duración al escritor
Antonio Gala tratando cada una de ellas sobre un tema específico.
También fue conferenciante y pronunció la conferencia Periodismo y
Compromiso el 17 de octubre de 2002 en la Facultad de Ciencias de la
Comunicación de la Universidad de Málaga, con motivo de su décimo
aniversario. Tras esta intervención, descubrió una placa que bautizaba
una de las aulas del centro con su nombre, muestra del respeto y
admiración que produce el periodista.
Fue productor de la cantante Soledad Bravo y del guitarrista Paco de
Lucía. Y como manager dirigió las carreras de conocidos artistas como
Soledad Bravo, los payasos Gaby, Fofo y Miliki, María Jiménez o la
cantante colombiana Negra Grande. Es autor de los libros Trece noches
(1999), junto a Antonio Gala, Cuerda de Presos (1997) y Jesús Quintero:
entrevista (2007).
En una entrevista con ABC de Sevilla, una de las últimas que concedió,
recordaba a su padre, que era electricista y se llamaba José, y a su
madre, María: «Mi madre decía que yo era más raro que un perro verde y
un ratón colorado».
Muchos años después, cuando se convirtió en una estrella de la
televisión, pondría esos nombres a dos de sus programas.
Jesús Quintero quiso ser actor antes que «locutor», como le gustaba
definirse, y llegó a interpretar algunos papeles con grupos de
aficionados que le valieron sus primeros aplausos y un cierto resquemor
de un actor frustrado. «Con siete años quería ser protagonista en el
entierro de mi abuelo. Todos me miraban y les daba pena ver a un niño
detrás del féretro camino del cementerio», contaba a ABC.
Fue un conocido hombre de la radio el que le reorientó de las tablas
hacia ese medio en el que triunfó. «Fue al final de una actuación en el
teatro Lope de Vega, cuando se me acercó Rafael Santiesteban y me habló
de las posibilidades de mi voz para la radio. Una voz que, según dijo,
llegaba a la última fila».
Protect and Secure Your WiFi :
https://bit.ly/vpn_secuProtect and Secure Your WiFi :
https://bit.ly/vpn_secureProtect and Secure Your WiFi :
https://bit.ly/vpn_secureNacido el 18 de agosto
de 1940 en San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva, Jesús
Quintero consiguió convertirse en un auténtico fenómeno social dentro y
fuera de nuestras fronteras.
El fallecimiento del mítico comunicador se ha producido en la residencia
Nuestra Señora de los Remedios, ubicada en Ubrique. Allí, además de
estar "arropado por sus familiares más allegados, recibía el tratamiento
diario necesario para su recuperación", tal y como informaron sus seres
queridos cuando salió a la luz la noticia de su ingreso.
Jesús Quintero era uno de los periodistas más reconocidos de España y
uno de los más galardonados. Su trayectoria le valió dos Premios Ondas,
una Antena de Oro, la Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey
de España. Cabe destacar que su peculiar forma de entrevistar creó
escuela, más de 500 personajes fueron objeto de sus preguntas a lo largo
de su extensa carrera.
Comenzó su carrera radiofónica en Huelva. Al fundarse el Centro Emisor
del Sur de RNE obtiene plaza por oposición, en los años 1960, donde
comenzará una larga carrera profesional como presentador. Uno de sus
programas fue Estudio 15-18, que presentó junto a Marisol Valle. Fue un
gran éxito y el programa estrella dentro del intento de normalización de
la programación de la radio pública que pasaba de la dictadura a otro
periodo nuevo.
Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del
medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina, que le
convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de España,
llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela propia.
En 1991 presentó el programa Trece noches en Canal Sur. Se trataba de
trece entrevistas, en trece noches y de una hora de duración al escritor
Antonio Gala tratando cada una de ellas sobre un tema específico.
También fue conferenciante y pronunció la conferencia Periodismo y
Compromiso el 17 de octubre de 2002 en la Facultad de Ciencias de la
Comunicación de la Universidad de Málaga, con motivo de su décimo
aniversario. Tras esta intervención, descubrió una placa que bautizaba
una de las aulas del centro con su nombre, muestra del respeto y
admiración que produce el periodista.
Fue productor de la cantante Soledad Bravo y del guitarrista Paco de
Lucía. Y como manager dirigió las carreras de conocidos artistas como
Soledad Bravo, los payasos Gaby, Fofo y Miliki, María Jiménez o la
cantante colombiana Negra Grande. Es autor de los libros Trece noches
(1999), junto a Antonio Gala, Cuerda de Presos (1997) y Jesús Quintero:
entrevista (2007).
En una entrevista con ABC de Sevilla, una de las últimas que concedió,
recordaba a su padre, que era electricista y se llamaba José, y a su
madre, María: «Mi madre decía que yo era más raro que un perro verde y
un ratón colorado».
Muchos años después, cuando se convirtió en una estrella de la
televisión, pondría esos nombres a dos de sus programas.
Jesús Quintero quiso ser actor antes que «locutor», como le gustaba
definirse, y llegó a interpretar algunos papeles con grupos de
aficionados que le valieron sus primeros aplausos y un cierto resquemor
de un actor frustrado. «Con siete años quería ser protagonista en el
entierro de mi abuelo. Todos me miraban y les daba pena ver a un niño
detrás del féretro camino del cementerio», contaba a ABC.
Fue un conocido hombre de la radio el que le reorientó de las tablas
hacia ese medio en el que triunfó. «Fue al final de una actuación en el
teatro Lope de Vega, cuando se me acercó Rafael Santiesteban y me habló
de las posibilidades de mi voz para la radio. Una voz que, según dijo,
llegaba a la última fila».
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https://bit.ly/vpn_secureBiografía
Nacido
el 18 de agosto de 1940 en San Juan del Puerto, en la provincia de
Huelva, Jesús Quintero comenzó su carrera en la década de los sesenta,
tras obtener una plaza por oposición en el Centro Emisor del Sur de
Radio Nacional Española, emisora de Huelva.
Desde Huelva, realizó programas como "Estudio 15-18","Ciudades" y "El
hombre de la roulotte".
Con casi 30 años, y por este último
programa cayó en una depresión y permaneció alejado de los medios de
comunicación. De esa experiencia, nació en 1982 un programa nocturno de
radio emitido desde Sevilla y que se tituló primero "Para mayores sin reparos" y después se le conoció a él y al programa como "El loco de la colina".
Abandonó
RNE en 1983 y con "El loco de la colina" pasó a la cadena SER en
Sevilla, pero en 1984 el Ente Público de Radio Televisión Española
registró el programa como marca industrial e impidió su uso con ese
título a la nueva cadena.
En 1986 una "neurosis depresiva
hipocondríaca" le llevó a abandonar la radio, pero las oferta recibidas
durante su retiro le llevan a presentar "El loco de la colina"
en México y Argentina y además crea la emisora Radio Romántica que
comenzó sus emisiones en 1988 en Sevilla, pero que un mes después fue
clausurada por carecer de licencia.
Su siguiente programa de entrevistas "El perro verde"
para TVE en 1988, fue otro éxito de audiencia, que más tarde presentó
en Buenos Aires, Venezuela, México y en el Canal Hispano de Nueva York.
En 1990 reabrió su emisora "Radio América" y ese año regresó a TVE con
el programa "Qué sabe nadie".
Posteriormente
siguieron "Trece noches" o "La boca del Lobo", una serie para Antena 3
con entrevistas a personajes polémicos del momento, como Mario Conde,
Jesús Gil o el duque de Feria, Rafael Medina, al que llevó al programa
coincidiendo con el inicio del juicio por rapto y corrupción de menores.
Famosos fueron también los espacios "La noche americana", "El lobo estepario", (1994) , "Cuerda de presos" (1996), "El Vagamundo" (2000), "Ratones coloraos" o "La Noche de Quintero", con el que en 2007 volvió a TVE, pero que estuvo un mes en antena.
Durante
un año, 2010 a 2011, presentó para Canal Sur, "El sol, la sal y el son" y
hasta mediados de 2012 "El loco soy yo" emitidos desde el sevillano
teatro Quintero, que el periodista gestionó hasta 2017 a través de su
productora El Silencio.