MADRID.- Para él la nueva revolución periodística ya ha empezado. Lo tiene tan claro que se ha convertido en editor de prensa para vivir de cerca ese nuevo orden informativo que se está fraguando día a día en medio de esta gran crisis económica.Ésto dice en www.cope.es¿Explíquenos qué es ‘Esquire’?
Es la primera revista masculina de la historia, se fundó en Estados Unidos hace 75 años. Es una palabra en desuso que significa bachiller, graduado, y en aquella época pretendía ser una revista para una parte cultivada de la sociedad. En 75 años se ha convertido en uno de los iconos del periodismo mundial, en ella han publicado artículos Scott Fitzgerald, Hemingway…
¿Cómo se convierte usted en editor de ‘Esquire’?
Hace dos años la gente del grupo Hearst que edita Esquire buscaba alguien que trabajara la revista en España. Contactaron conmigo, imagino que sabían que yo llevaba 17 años dirigiendo las revistas del grupo Prisa y que conocía bien el terreno.
¿Y se tiró a la piscina?
Sí, sobre todo porque soy periodista, pero el mundo de los negocios me tira mucho, lo llevo en mi ADN. No sólo no me cuesta sino que me lo paso fenomenal. La empresa Spainmedia, que edita Esquire en España, es mía; bueno, mi hermano pequeño es mi socio, pero yo soy el socio mayoritario.
¿Qué tipo de lector compra ‘Esquire’?
Hombres de 30 a 50 años, urbanitas, con nivel medio-alto, de profesiones liberales… Es para hombres, pero no recurre a sacar señoras medio vestidas, nuestra oferta es más periodística. Esquire es una revista para hombres de cintura para arriba...
El número de mayo con Juan Luis Cebrián en portada ha hecho mucho ruido.
Ha sido el número más comentado en nuestros 18 meses de existencia. Nuestra ventaja para conseguir esta entrevista ha estado en que somos un medio independiente, no pertenecemos a ninguno de esos dos grupos editoriales que se reparten las dos Españas. Nuestro objetivo era preguntarle a un periodista que cumple este año los 65 cómo ve las cosas…
Pues las ve muy negras, dijo que si hoy tuviera que crear ‘El País’ lo haría digital.
Pertenece a una empresa cuyo buque insignia es un diario impreso y decir lo otro es un poco arriesgado, pero creo que él lo decía para dejar claro que Cebrián no es tan mayor como para no enterarse de por dónde va el futuro.
¿Y usted cómo ve el futuro?
A las revistas les queda mucha vida, sobre todo, si son muy especializadas y están dirigidas a un público muy concreto. Los diarios seguirán existiendo, pero no van a ser cómo son ahora.
¿En qué cambiarán?
Serán un instrumento de análisis para las élites. Ya no serán medios de comunicación de masas, los medios de masas serán los periódicos de internet. Habrá menos tiradas y menos cabeceras, pero las que existan tendrán una calidad y una especialidad superior.
¿La revolución periodística ha empezado ya?
Ha empezado plenamente y cada vez será más aguda esa revolución, entendiéndola como una serie de cambios que nadie podrá detener. Con la sobredosis de información que hay y habrá en el futuro, los lectores buscarán medios muy concretos para sentirse bien informados.
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