El cuerpo del periodista, de 36 años, fue encontrado en un canal de irrigación en el Estado de Durango (Centro-Norte), un día después de que lo secuestraran en su domicilio el pasado 25 de mayo.
RSF solicitó a las autoridades que movilicen los medios necesarios para que "la investigación permita identificar rápidamente a los autores de este crimen cuyo móvil aún está por establecer".
Según el testimonio de los parientes del periodista, ocho hombres encapuchados se introdujeron en el domicilio familiar y tras ser violentamente golpeado ante la mirada de su esposa y de sus dos hijas, Barrón fue llevado a la fuerza por los agresores al interior de un coche.
El cadáver del periodista, localizado al día siguiente, mostraba numeros impactos de balas y señales de violencia.
"Publicó recientemente varios artículos relativos a la revocación de 300 policías locales acusados de corrupción y cubría con frecuencia asuntos de narcotráfico, lo que de hecho lo exponía a importantes riesgos", apuntó RSF.
Barrón Hernández es el segundo periodista asesinado en el Estado de Durango, importante plataforma del narcotráfico, en menos de un mes y el número 49 del total de periodistas asesinados en México desde el año 2000, cifra que incluye tres muertes en 2009.
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