lunes, 27 de julio de 2009

El Irán censor de la libertad de expresión visto por los corresponsales españoles

MADRID.- Diversos corresponsales y enviados especiales de medios españoles que cubrieron las pasadas elecciones en Irán denunciaron hoy, en el transcurso de una mesa redonda organizada por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), los procesos de censura, intimidación y las restricciones tecnológicas a las que tuvieron que hacer frente desde que se hiciera público el resultado de los comisiones que ratificaron a Mahmud Admadineyad al frente de la República islámica, el pasado junio.

Durante el transcurso de la mesa redonda Periodismo de calidad y la difícil cobertura de las elecciones en Irán convocada por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), los periodistas Tomás Alcoverro (La Vanguardia), Yolanda Álvarez (TVE), Óscar Abou Kassem (Público), Ana Alba (Avui), Mikel Ayestarán (Abc e EiTB) y Catalina Gómez (El Mundo) dieron cuenta de cómo lograron que las audiencias pudieran abrirse paso hacia las audiencias.

La presidenta de la FAPE, Magis Iglesias, quién actuó de moderadora del evento, recordó cómo las organizaciones profesionales denunciaron las presiones que recibió la prensa extranjera dirigidas a denigrar el libre ejercicio del periodismo; de un periodismo de calidad y transparente, dijo- y exigió un análisis profundo del papel de las herramientas participativas Twitter, Facebook o Youtube- y del llamado periodismo ciudadano en la difusión de los recientes acontecimientos en aquel país.

En conexión telefónica desde Beirut (Líbano), el corresponsal del diario La Vanguardia en Oriente Próximo, Tomás Alcoverro, destacó el importante momento de cambio que está viviendo Irán y rechazó analogías con la Revolución Islámica de Jomeini, hecho que este veterano periodista también cubrió en 1979.

Por aquel entonces casi no había periodistas, nada que ver con los 600 que se congregaron en esta ocasión, no existían restricciones y la información era muy fácil de conseguir, dijo. Con más de 50 años de ejercicio profesional, Alcoverro está considerado el decano de los corresponsales españoles y es uno de los mayores expertos en Oriente Medio.

Del más veterano al más novel. Óscar Abou Kassem, enviado especial del diario Público, es a sus 30 años el más joven de los periodistas españoles que cubrieron las pasadas elecciones en Irán. Abou Kassem subrayó la importancia de contar con periodistas veteranos y bregados en el exterior como el delegado de la agencia EFE en Teherán, Javier Martín, al que atribuyó un perfil solidario del que dijo deberían hacer gala todos los profesionales de la información.

El enviado especial de Público denunció las restricciones tecnológicas impuestas por el régimen iraní, que calificó de insulto a la inteligencia, y explicó cómo fue capaz de burlar la censura digital enviando sus crónicas desde cuatro cuentas de correo distintas.

La enviada especial de TVE Yolanda Álvarez realizó un pormenorizado relato de la presión que hubo de soportar su equipo y, una vez más, como ya lo hiciera en los directos emitidos desde Teherán, volvió a recordar: Nosotros no somos la noticia; son ellos, los iraníes, quiénes se manifiestan por su voto, por lo que consideran justo.

El equipo de TVE recibió la orden de abandonar el país, seguida de una contraorden por las que las autoridades iraníes les permitían permanecer en el país hasta el fin de su visado. Antes que eso, el régimen iraní ya había prohibido a los medios extranjeros grabar los disturbios en las calles, requisándoles cintas y cámaras de televisión.

'Conseguimos burlar este atropello escondiendo el material', explicó Álvarez, quien dijo haberse sentido vigilada casi en todo momento. No obstante y pese a la necesidad de sortear la vigilancia, la enviada especial defendió su derecho a ejercer de periodistas de TVE: Identificados, con visibilidad, sin escondernos.

Censura, presiones, redes sociales, resumió Mikel Ayestarán, enviado especial del diario Abc y de la televisión autonómica vasca EiTB. Para el periodista vasco, estas dificultades provocaron que la cobertura ofrecida por la prensa internacional a lo largo del proceso electoral fuese totalmente parcial.

Los medios, criticó Ayestarán, nos posicionamos completamente del lado reformista sin atender a los partidarios de Ahmadineyad, pero tampoco tuvimos acceso a los núcleos rurales en los que se concentraban las grandes bolsas de apoyo al presidente electo.

La enviada especial del diario Avui, Ana Alba, incidió en los problemas que sobre todo sufren los freelances un colectivo in crescendo, a su entender-, del que dijo trabaja sin protección alguna y muchas veces abandonados a su suerte.

Alba calificó de una odisea del espacio 2010 los múltiples problemas tramitación de visado, permanencia, traductores y fixers- a los que hubo de enfrentarse y llamó la atención sobre la complicada situación de los periodistas iraníes: Encarcelados, con medios clausurados o simplemente atemorizados por el régimen.

Con más de dos años de residencia en el país, Catalina Gómez, corresponsal del diario El Mundo, ofreció una detallada explicación de cómo el corresponsal termina por aprender y utilizar los métodos de la ciudadanía iraní para despistar a los censores. Cada mañana recibes una lista de proxys que envían los estudiantes iraníes y desde los que puedes conectarte a cualquier página web sin restricciones durante 24 horas, al día siguiente esas direcciones cambian.

Para Gómez, el proceso de apertura que reclama el pueblo iraní es imparable y estas revueltas han servido para dejar sentado quién es quién en Irán, cómo está estructurado el país, qué es lo que buscan unos y qué es lo que persiguen otros.

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