lunes, 23 de noviembre de 2009

Es periodismo, no anticipación / Nerina Sturgeon *

La redacción que no tenga “en parrilla” un adelanto de la necrológica (así se llama) de Sandro, que arroje la primera piedra. Si algún medio lo hace, estamos ante otro problema: la falta de presupuesto para contratar más periodistas que lo hagan.

Hace 17 años entré por primera vez a trabajar a una redacción y uno de los primeros lugares que me mostraron fue el archivo de “Necros”, un cajón con carpetas de las que asomaban pequeñas solapas con nombres de personajes famosos de aquí y el mundo que, como cualquier humano del planeta, podía morir sin avisar y tomarnos por sorpresa.

También porque si muere (como me tocó vivir y cubrir) un Carlos Monzón, es imposible reconstruir la historia del ídolo en un par horas y que los lectores tengan buen material de lectura en simultáneo al acontecimiento que generó la noticia. Si eso ocurre —como ocurre— se difunde un material es escaso, probablemente equívoco y lindante con la falta de respeto al personaje difunto y al público.

Señor, señora, si usted quiere saber cómo es la cocina del periodismo, es esa: la mayoría de los medios serios tienen archivos de necrológicas (que incluyen suplementos, fotos o una compaginación de videos) que serán utilizadas en caso de muerte. Si quiere escandalizarse por ello o armar un debate nacional, allá usted.

No se por qué se filtró y publicó en Internet el suplemento que el diario Clarín tenía armado sobre Sandro (de buena fe quiero creer que fue una imprecisión en la carga de la edición impresa, un error técnico.

De mala, que un infiltrado se apoderó del archivo pdf y lo publicó en blogs para desacreditar al medio, lo cual es grave y descarto que estará siendo tratado por los directivos del periódico), pero que un diario con la estructura de Clarín haya previsto un “especial” (así se llama) por si ocurría el deceso del cantante es, para el mundo periodístico, algo normal y no un artilugio del medio en cuestión.

Dejemos, por favor, de poner al periodismo en el banquillo para acusarlo de todos los males y frustraciones que vivimos, para generar enemigos y excusas que nos permiten seguir sin ver el bosque.

(*) Editora jefa de Criticadigital.

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