domingo, 30 de mayo de 2010

Políticos e intelectuales europeos exigen a la UE medidas para liberar al periodista eritreo Dawit Isaak

PARÍS.- En la famosa prisión de Eiraeiro, en Eritrea, diez millas al norte de la capital, Asmara, permanecen cautivos treinta y cinco presos políticos de alto nivel del régimen eritreo. Se sabe que quince de estos presos han muerto, nueve sufren serios problemas médicos y los otros soportan las brutales condiciones de cárcel. Uno de ellos es el periodista Dawit Isaak, ciudadano sueco, que fue detenido por primera vez en 2001. Fue brevemente liberado en 2005, sólo para ser de nuevo encarcelado unos días después.

A lo largo de los ocho años y medio que lleva detenido no se le ha acusado nunca formalmente por ningún crimen. Isaac y nueve compañeros periodistas, fueron arrestados aparentemente por nada más que criticar la ausencia de libertad de expresión y debate democrático en Eritrea.

Isaak y otros internos estan detenidos en las más horrorosas condiciones. No se les permite tener contacto ni con el mundo exterior ni entre ellos. Sus celdas están brutalmente calientes la mayor parte del año. Están constantemente encadenados y la única vez que se les permite salir es para pasar una hora al día en un patio amurallado de cuatro metros cuadrados. Los presos no parecen recibir cuidados médicos y muchos parecen estar psicológicamente destrozados.

El trato sufrido por los internos es "peor que la tortura". Ante la presión de las críticas, el gobierno sueco ha rehusado repetidamente hacer comentarios, afirmando hacer todo lo que puede por la liberación de Dawit Isaac. El público sueco, la familia de Isaac y los activistas de derechos humanos están cada vez más preocupados ante el riesgo de que la vida de Isaak, que sufre de diabetes, pueda perderse antes de que le llegue la ayuda. Sus preocupaciones parecen estar justificadas.

¿Por qué, por ejemplo, no se han preocupado todavía las autoridades suecas en entrevistar al guardia huido de la prisión?

"Quisiéramos subrayar que no descartamos completamente el valor del silencio diplomático. Mientras apreciamos la enorme dificultad y complejidad del caso, la cuestión que se presenta más urgente es qué podemos hacer todos juntos para salvar la vida de Issak antes de que sea demasiado tarde. Son de vital importancia los esfuerzos por parte de la Unión Europea tales como suspender la ayuda a Eritrea, además de ejercer una presión diplomática al régimen. El proceso europeo es lento y burocrático y la atención está actualmente centrada en la crisis global", dice RSF.

"Creemos firmemente que la batalla debe llevarse a Eritrea. El presidente Isaias Afewerki debe aceptar un emisario creíble que negocie la liberación de Isaac. Al mismo tiempo debe resaltarse con firmeza la violación por parte de Eritrea de las convenciones internacionales humanitarias sobre el tratamiento de prisioneros, como garantizar comida adecuada, cuidados médicos y otros derechos básicos. Un equipo médico, sueco o internacional, bajo la supervisión de la Cruz Roja Internacional o una organización como Médicos Sin Fronteras, debe estar listo las veinte y cuatro horas del día para partir hacia Eritrea", añade esta organización.

"El gobierno de Eritrea debe ser presionado cada día para que acepte la visita. Esto destacaría el problema mientras se sigue subrayando la necesidad de emprender una acción en este preciso instante. La idea de que Afewerki es intratable, y es peor que cualquier otro dictador, es una falacia. Suecia y la Unión Europea deben enviar ahora una enérgica señal. Deben, oficial y públicamente, pedir el acceso al prisionero, que no es sólo un ciudadano sueco sino también un ciudadano europeo (es sólo prisionero de conciencia).

Isaak, trágicamente, se erige como símbolo del continuo sufrimiento de las víctimas de los abusos a los derechos humanos en el planeta. Si lo gobiernos democráticos fallan en levantarse firmemente ante tales atropellos, no sólo pierden credibilidad sino que se convierten en ayudantes pasivos de los torturadores que cometen estos crímenes", concluye el comunicado de esta ONG.

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