El secretario de Seguridad, Genaro Luna, dijo en conferencia de prensa que dos de los comunicadores -Jaime Canales, de Milenio, y Alejandro Hernández, camarógrafo de Televisa en Durango- fueron liberados este sábado tras un operativo policial.
Héctor Gordoa, reportero de Televisa México, ya había sido liberado el jueves, mientras que Oscar Solís, del diario local El Vespertino, lo habrían liberado "previamente", sostuvo Luna, tras asegurar que en la casa de seguridad de los captores no quedó nadie más.
Los periodistas habían sido secuestrados el lunes después de una protesta de internos en un penal de Durango, y sus captores exigían para liberarlos la transmisión de videos en los que se denuncian supuestas complicidades entre el gobierno de Durango y el cártel de Los Zetas, enemigo de "El Chapo" Guzmán.
"La estructura que fue responsable de este secuestro es del lado del cártel de Pacífico, en particular de 'Chapo' Guzmán", fugado de una cárcel de máxima seguridad en 2001 y considerado el narcotraficante más buscado por Estados Unidos, dijo Genaro Luna en la rueda de prensa, en la que estuvo acompañado por Canales y Hernández.
Sobre el operativo, Luna aseguró que no hubo intercambio de balas y que los captores huyeron.
"Al percatarse de la presencia de los elementos de la PF (Policía Federal) en los alrededores de la casa donde tenían a los periodistas (en el estado de Durango), los plagiarios huyeron eliminando así el cautiverio de los reporteros", añadió Luna.
Los periodistas liberados presentes en la conferencia relataron parte de la "amarga experiencia" vivida durante los últimos cinco días.
"Todo el día y toda la noche nos estaban intimidando (...) tenemos aquí unas huellas", dijo Hernández, mientras señalaba una herida en su cabeza, producto de un golpe con una tabla con la que -aseguró- también le golpearon el tórax.
Tras el operativo "volvimos a nacer", dijo de su lado Canales, con la voz entrecortada.
"Aquí mismo te vas a quedar (morir)", fue una de las frases que constantemente escuchaban, añadió Canales, con 30 años de experiencia periodística en el norte del país.
"Éramos una especie de garantía para que ellos transmitieran lo que quisieran, nos decían el nombre de lo que querían que se transmitiera, pero no sabíamos si había que bajar esos videos de internet. Había tres videos que les interesaba difundir a ellos, pero siempre desconocimos cuáles eran", añadió Hernández.
Las televisoras Televisa y Milenio protestaron el jueves en la noche ante el plagio respectivamente dejando la pantalla en negro durante el espacio de un informativo y cancelando la participación de su principal conductor en un programa.
Genaro Luna agradeció a las televisoras involucradas por no acceder a las exigencias de los secuestradores.
El viernes, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reclamó al gobierno mexicano actuar para garantizar la vida de los comunicadores.
México, donde al menos nueve periodistas han sido asesinados este año, es considerado en varios informes internacionales como el país más peligroso para la prensa en el continente sobre todo en el norte, principal escenario de la guerra entre narcotraficantes.
El gobierno mexicano atribuye a esos choques la mayoría de los casi 25.000 asesinatos registrados en los últimos tres años y medio en todo el territorio mexicano.
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