miércoles, 23 de marzo de 2011

Félix Morales: mi maestro, mi director, mi amigo / Perfecto Arjones *

Es muy difícil para mí expresar los sentimientos cuando se trata de una amistad de casi cincuenta años y que además ha influido en mi vida personal y profesional de una forma trascendente. En realidad, gracias a Félix Morales y a su paciencia, me inculcó esta "cosa" que se denomina periodismo, a estar las 24 horas del día pendiente de la noticia, incluso a sentirme importante.
 
En el diario Pueblo Gallego, de Vigo comencé a trabajar con Félix como director con un plantel de periodistas para descubrirse, admirados y queridos en Vigo y con la competencia del Faro de Vigo que, dicho sea de paso, los traíamos fritos. Cuco Cerecedo, Pedro Rodríguez, Manuel Fernández Cuesta, Belarmo, Mari Carmen Parada, Segundo Mariño, el redactor jefe Sevillano y un largo etcétera de colaboradores y escritores gallegos de la época.
 
Con esos compañeros estaba asegurado el aprendizaje, y con un director como Félix mi vida profesional comenzaba a plasmarse como periodista gráfico.
 
Con el bagaje profesional de Félix Morales (maestro de periodistas) no tardaron mucho en trasladarlo como director al diario 'Información'. Tengo que confesar que al director le costó mucho el traslado a Alicante. Recuerdo que hacía el remolón cuando le preguntaban por su traslado, la verdad es que dejaba muchos amigos en Galicia.
 
Se vino a Alicante Félix Morales. Y desembarco general: la mayoría a Madrid y Pedro Rodríguez y yo nos trasladamos con el director a la calle Quintana, 42. Era el año 1964. Creo que ha llovido un poco.
 
Con una plantilla muy corta, 'Información' salía a la calle con 20 páginas, con una rotativa -que por cierto se llamaba "Catalina"- que cuando se calentaba había que enfriarla con cubos de agua y el periódico salía a la calle incluso cuando se incendió parte de los talleres. Y como resurgiendo de las llamas, el periódico comenzó una etapa de prosperidad tanto a nivel económico como profesional. La redacción comenzó a salir de su letargo y comodidad, estaba todo hecho. Félix impuso su criterio y la manera de hacer un periódico a jugar a periodismo, a llamar a las cosas por su nombre (buenos disgustos le costó por orden de la autoridad competente). 

La verdad que aquí tuvo mucho que ver Pedro Rodríguez. De una hoja parroquial,  'Información' comenzaba a parecerse a un periódico de provincia, pero un periódico, con la ventaja de que ganaba dinero e incluso nos pusieron una rotativa nueva: un lujo. Y a la rata que se paseaba por talleres, "Matilde", la jubilamos, incluso a nuestros compañeros de talleres que se ponían "morados" a beber vino (como antídoto contra el plomo de las linotipias) cambiaron a la leche por ser más saludable.
 
Como anécdota entrañable recuerdo la primera Nochebuena en Alicante. La pasamos Félix, Pedro y yo cenando en el despacho del director. "Calsita" (camarero de la cafetería Maigmó), querido amigo, nos cuidaba a los recién llegados como una madre, nos sirvió la cena y cuando terminamos se nos ocurrió el ir a pasear por la Explanada de España. Hacía una noche deliciosa, tanto es así que al cabo de los años, Félix Morales (mi maestro y director), nos seguiremos reencontrando en la Explanada como siempre, como hace dos o tres meses.

(*) Periodista gráfico

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