viernes, 24 de febrero de 2012

Manning evita declararse culpable o inocente en la primera fase del consejo de guerra

WASHINGTON.- El soldado Bradley Manning evitó ayer declararse culpable o inocente en la primera fase del consejo de guerra que se le ha abierto por filtrar miles de documentos clasificados a WikiLeaks, en lo que podría ser una maniobra para rebajar la pena máxima, que podría ser cadena perpetua.

En una audiencia en Fort Meade (Maryland) la jueza militar, coronel Denise Lind, leyó formalmente los 22 cargos que se le imputan.
La fiscalía acusa a Manning, de 24 años, de ser el responsable de haber filtrado más de 700.000 documentos de la guerra de Irak y Afganistán y cables diplomáticos estadounidenses a la pagina web WikiLeaks, fundada por el australiano Julian Assange, cuando trabajaba como experto de inteligencia.
Su abogado, David Coombs, pidió en la audiencia de hoy postergar la decisión acerca de si su defendido acepta o no una declaración de culpabilidad.
Ello podría dar más tiempo a la defensa para hipotéticamente negociar una sentencia más reducida, según explicó a la prensa presente en la sala un jurista militar del Distrito Militar de Washington, que asistió a la vista y pidió no revelar su identidad.
Manning afronta cargos por robo de bienes públicos y documentos, difusión de información relativa a la defensa o violación del reglamento del programa de seguridad de información de las Fuerzas Armadas y colaboración con el enemigo, que según la ley militar está penado con la pena de muerte.
No obstante, la acusación ha rechazado esta opción y ha señalado que la máxima condena que pedirá será la de cadena perpetua.
Por su parte, la defensa había pedido en las vistas preliminares que no se solicite una pena mayor de 30 años.
Manning, con uniforme militar verde oscuro, escuchó en silencio los cargos y contestó con monosílabos a las preguntas de la juez.
Como parte del proceso, Lind preguntó al acusado si quería continuar con su equipo defensor, que además del civil Coombs incluye dos asesores militares, o por el contrario quería una defensa íntegramente militar, a lo que indicó que seguirá con sus abogados.
Por tratarse de una corte marcial, el acusado también tenía la opción de proponer cómo quiere ser juzgado: bien por un juez, que tiene potestad de decidir si es culpable o inocente, por un panel de oficiales o por otro tipo de panel en el que un tercio de los designados para ese jurado sean reclutas, como Manning.
Sin embargo, su defensa también pidió postergar esta decisión.
Asimismo quedó pendiente la fecha para el juicio definitivo. Los miembros de la red de apoyo a Manning esperaban que fuera en mayo, pero la acusación ha propuesto agosto y la defensa pidió que como muy tarde se celebre en junio.
La juez fijó la próxima vista para el 16 de marzo.
Manning trabajó como analista de información en Irak desde octubre de 2009 hasta que fue detenido en mayo de 2010, cuando un informante del Pentágono, el pirata informático Adrian Lamo, supuestamente lo delató.
En las audiencias preliminares celebradas en este mismo lugar en en diciembre, la acusación presentó testimonios y pruebas informáticas que en su opinión demuestran que Manning transfirió más de 700.000 documentos clasificados a la red de WikiLeaks.
Coombs basó entonces su defensa en el estado mental de Manning, quien en su opinión nunca debió tener acceso a información delicada durante su estancia en Irak.
El abogado también explicó que los superiores de Manning ignoraron su comportamiento y sus problemas de adaptación por dudas sobre su sexualidad.
Tanto la defensa como la red de apoyo de Manning consideran que la información filtrada, que incluye cables del Departamento de Estado, vídeos y registros de las guerras de Irak y Afganistán, no puso en peligro a nadie ni fue hecha pública con el objeto de ayudar al enemigo.

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