CIUDAD DEL VATICANO.-
El Vaticano denunció como "criminal" un nuevo libro de documentos
internos filtrados y que arrojan luz sobre las luchas de poder dentro de
la Santa Sede y el funcionamiento interno de su banco, y advirtió que
tomaría acciones legales contra los responsables. En concreto sostuvo que los responsables deberían ser llevados ante la justicia, si es necesario con la “colaboración internacional” por hacerse públicas cartas privadas enviadas a él y a su secretario personal. Dichos documentos son de fecha reciente y proceden directamente de la Secretaría de Estado Vaticana.
"La Santa Sede dará los pasos oportunos para que los autores del
robo, del chantaje y de la divulgación de noticias secretas, así como
del uso comercial de documentos privados, ilegítimamente obtenidos,
respondan de sus actos ante los tribunales", subrayó el Vaticano.
Para ello, no descartó un llamado a la "colaboración
internacional" para develar quiénes están detrás de lo que calificó de
un "acto criminal" y una "violación de la vida privada" del Papa.
Considerada la mayor filtración dentro de la Curia romana, el libro
de Nuzzi recoge un centenar de documentos reservados y cartas
confidenciales al Papa y a su secretario, Georg Gaenswein, que habrían
sido aportados desde el seno del Vaticano.
Entre los temas más candentes, se revela que la Santa
Sede rechazó un pedido de la ETA para concordar con la Iglesia el
anuncio del fin de la violencia.
Pero las misivas tratan principalmente cuestiones
internas de Italia, como informes confidenciales sobre las acusaciones
al ahora ex primer ministro Silvio Berlusconi por presunta prostitución
de menores.
Ni las pesquisas de la comisión Cardenalicia, ni las investigaciones de la Gendarmería Vaticana, ni las de la primera sección de la Secretaría de Estado ni las del Promotor de Justicia, es decir, el fiscal, han amedrentado al filtrador de los documentos.
Ni las pesquisas de la comisión Cardenalicia, ni las investigaciones de la Gendarmería Vaticana, ni las de la primera sección de la Secretaría de Estado ni las del Promotor de Justicia, es decir, el fiscal, han amedrentado al filtrador de los documentos.
El papa
Benedicto XVI ya nombró una comisión de cardenales para investigar el
escándalo de las filtraciones, conocido como "Vatileaks", que estalló a
principios de este año con la publicación de memorandos filtrados que
alegaban actos de corrupción y mala administración en los asuntos de la
Santa Sede, así como disputas internas sobre sus esfuerzos para cumplir
con las normas internacionales de lucha contra el lavado de dinero.
La
publicación del libro "Su Santidad", del periodista italiano Gianluigi Nuzzi,
añadió más leña al fuego, al reproducir cartas y memorandos escritos por
y dirigidos a Benedicto XVI y su secretario personal, que según el
Vaticano viola el derecho del Papa a la intimidad.
La Santa Sede “hará lo necesario para que las personas implicadas en
el robo y divulgación de informaciones secretas, así como la utilización
con fines comerciales de documentos obtenidos de forma ilegal,
respondan ante la justicia, de acuerdo con el Vaticano.
Para ello, la Santa Sede hará si es necesario un llamado a la
“colaboración internacional”, por lo que calificó como una “violación de
la vida privada” del papa Benedicto XVI.
La prensa italiana publicó el jueves y viernes una serie de
documentos confidenciales del Vaticano, tres semanas después que el Papa
instaló una comisión para investigar la desaparición y filtración de
documentos desde el inicio del año.
El periodista Gianluigi Nuzzi es el autor del libro titulado “Su
santidad, las cartas secretas de Benedicto XVI”, en que reconstruye las
luchas internas por el poder en el Vaticano. La prensa italiana publicó
extractos del libro, desatando el escándalo.
Desde enero estas cartas selladas e informes confidenciales, que contienen acusaciones de
corrupción en la gestión del Vaticano y sobre un supuesto complot
contra el Papa habían ocupado las páginas de los diarios italianos, en
un caso que rápidamente fue llamado “Vatileaks”.
El Vaticano ya condenó los métodos y el sensacionalismo de Nuzzi,
quien fue a la televisión para revelar -con las pruebas en la mano- la
existencia de intrigas en las que el secretario de Estado, Tarcisio
Bertone, número dos de la Santa Sede, aparece como el centro de una
sorda lucha de poder.
Esta vez, sin embargo, la Santa Sede estimó que “la nueva publicación
de documentos no es más que una iniciativa periodística discutible -y
objetivamente difamatoria-, sino que claramente tiene la marca de un
acto criminal”.
“El Papa, así como varios de sus colaboradores y personas a las que
se les envió mensajes, vieron violados sus derechos de confidencialidad y
a la libertad de correspondencia”, afirma un comunicado del Vaticano.
Entre los documentos se destacan los que se refieren a un encuentro
secreto entre el Papa y el presidente italiano Giorgio Napolitano en
enero de 2009, supuestamente para tratar del “Caso Boffo”.
Dino Boffo, ex director del diario Avvenir, órgano de la Conferencia
Episcopal Italiana, se encontraba entonces en el centro de una polémica
envolviendo denuncias de relaciones homosexuales, que lo obligaron a
renunciar en 2009.
Puertas adentro del Vaticano se busca febrilmente al responsable de
que la correspondencia del Papa Benedicto XVI haya ido a parar a manos
del periodista Gianluigi Nuzzi, que acaba de publicarla, en el libro Su santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI.
El libro salió a la venta ayer, en Italia, y revela el contenido de
cartas en las que Joseph Ratzinger se pronuncia sobre entredichos con
Angela Merkel, escándalos de Silvio Berlusconi, las uniones
extra-matrimoniales, distintas denuncias por acoso y abuso sexual que
salpicaron a la Iglesia, entre otros temas críticos.
El nuevo libro se suma a una variada bibliografía que tiene a
Ratzinger como figura central, con perspectivas que van de la adhesión a
la crítica. Por su parte, el propio Benedicto XVI es autor de diversos
textos sobre religión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario