MADRID.- "Si realmente queremos una RTVE independiente" el nombramiento de su
presidente "no debe ser de partido", ha declarado Alberto Oliart, el
último presidente de la corporación, cargo para el que fue elegido por
consenso y del que dimitió, insiste, por razones personales, como en su
día explicó.
Oliart admite que puede ser necesario un recorte en el presupuesto de RTVE, pero advierte de que el ajuste de 204 millones "nos podría incluso costar dinero", debido a que ha de aplicarse en este ejercicio cuando una gran parte de los pagos se comprometen con dos años de antelación.
El ex presidente de la corporación considera que resultaba urgente
resolver el vacío creado en la presidencia tras su marcha y después de
que los letrados del Congreso limitaran las atribuciones del Consejo de
Administración de RTVE para cubrir ese vacío.
Oliart, que había ocupado varias carteras ministeriales durante la etapa de UCD,
se refería así a la modificación de la Ley de RTVE de 2006, que
establecía la necesidad de mayoría de dos tercios para nombrar al
presidente de la Corporación RTVE.
Esta Ley ha sido modificada por el Gobierno de modo que la Cámara
Baja pueda elegir al presidente en segunda votación con mayoría
absoluta, lo que permite hacerlo sin el consenso entre las dos fuerzas
mayoritarias.
"Realmente, para crear una TVE independiente, el nombramiento del presidente no debe ser un nombramiento de un partido",
ha insistido Oliart, quien, sin embargo, sí se ha mostrado partidario
de reducir el número y peso de los miembros del Consejo de
Administración de la corporación, otra de las medidas acordadas por el
Ejecutivo.
"Eso ya lo propuse en su momento. Una gran empresa no puede funcionar
con un consejo tan grande basado en una ley que permitía interpretar
que esas doce personas podían llegar hasta una continua intervención",
ha considerado Oliart, que rechaza "el mando colectivo de esas doce
personas que, además, nunca se ponían de acuerdo".
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