CIUDAD DEL VATICANO.- El sustituto de la Secretaría de Estado del
Vaticano y arzobispo Angelo Becciu ha tachado la filtración de
documentos confidenciales de la Santa Sede como "un acto inmoral de
inaudita gravedad" y ha asegurado que en el Vaticano se vive el caso con
"desconcierto y preocupación".
En este sentido, monseñor Becciu ha señalado, en declaraciones a
'L'Osservattore Romano', que no se trata sólo
de "una violación, ya en sí gravísima, de la reserva a la que
cualquiera tiene derecho" sino también de "un vil ultraje a la relación
de confianza entre Benedicto XVI y quien se dirige a él" aunque fuera
para expresar una protesta.
En cualquier caso, y aunque ha afirmado que en las personas con
quienes se ha encontrado en estas horas ha leído "desconcierto y
preocupación", ha indicado que también ha visto "la decisión de
continuar el servicio silencioso y fiel al Papa" y la "serenidad" del
Pontífice para gobernar la Iglesia "con determinación y clarividencia".
Concretamente, ha apuntado que ha visto a Benedicto XVI
"entristecido" y "especialmente dolido" por el escándalo porque, a su
juicio, el Pontífice ha sufrido "un ataque brutal" al ver cómo se
publicaban esos documentos robados --informaciones, reflexiones,
manifestaciones de conciencia, incluso desahogos--. Sin embargo, Becciu
ha recordado que en el Papa prevalece la "piedad" por la persona
implicada.
En esta línea, ha puntualizado que la investigación está en curso y
que "ha habido, hay y habrá un respeto riguroso de las personas y de
los procedimientos previstos por las leyes vaticanas". Asimismo, ha
defendido la rapidez con que la Oficina de información de la Santa Sede
difundió la noticia en cuanto se certificó el hecho, a pesar de ser "un
shock" para todos.
Sobre las reacciones que han surgido en el mundo, ha indicado que
"preocupan y entristecen las modalidades de la información, que suscitan
reconstrucciones fantasiosas que de ningún modo corresponden a la
realidad". Así, ha añadido que es "lamentable" que se tenga una imagen
de luchas y sospechas en el Vaticano ya que es una idea "deformada".
Además, ha pedido a los periodistas que han informado sobre el
caso "un poco de honradez intelectual y de respeto de la ética
profesional más elemental".
"Me parece que detrás de algunos artículos
se esconde una hipocresía de fondo. Por una parte, se critica el
carácter absolutista y monárquico del gobierno central de la Iglesia; y
por otra, se escandaliza porque algunos, escribiendo al Papa, expresan
ideas o incluso quejas sobre la organización del gobierno mismo", ha
expresado, al tiempo que ha aclarado que lo que reflejan las cartas es
"libertad de pensamiento".
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