TRÍPOLI.- Dos periodistas libios, Fassuk Abdelqadir y
Yusuf Badi, que fueron secuestrados el pasado 7 de julio cuando cubrían
las elecciones parlamentarias en el país, han sido liberados este
domingo según han informado un colega y un oficial que ha mediado en el
conflicto.
Los periodistas fueron secuestrados en la zona de Bani Walid, uno
de los últimos focos de resistencia del derrocado líder libio Muamar
Gadafi, según informaron el miércoles las organizaciones de defensa de
la libertad de prensa.
Los cámaras trabajan para la cadena de televisión Tobacts TV, con
sede en Misrata (oeste) y habían cubierto los comicios en la ciudad de
Mizdah, en el oeste. Ya habían iniciado su regreso a la sede central de
la cadena cuando se perdió el contacto con ellos.
"Han partido en helicóptero de Bani Walid hacia Jadu y después
viajarán a Misrata", ha explicado Fathi Yussef, miembro del equipo que
se trasladó desde Jadu a Bani Walid el sábado para negociar la
liberación. Yussef ha aclarado que como parte de las negociaciones
algunos de los presos de Bani Walid que se encuentran en Misrata serán
liberados.
El pasado miércoles Reporteros sin Fronteras aseguró que los
captores habían reclamado la liberación de varios detenidos en Misrata a
cambio de la libertad de los dos periodistas, algo que también ha
afirmado la prensa local.
El director de noticias de Tobacts TV, Omar Ghadaj, ha confirmado
la liberación de sus colegas. "Los delegados de Jadu los han recibido.
Serán trasladados a Misrata más tarde".
"Hemos acordado que tenemos que encontrar una solución para que
esto no vuelva a suceder. Los notables de Bani Walid y Misrata se
reunirán para discutir y tratar de resolver los problemas", ha explicado
hoy un portavoz del consejo local de Bani Walid, Yibril Grimida.
Ayer por la noche un grupo de notables se reunió con el primer
ministro, Abdurrahim el Keib, para discutir la situación de los
periodistas. Las conversaciones para liberarlos se interrumpieron la
semana pasada horas antes del plazo dado por una milicia de Misrata que
había amenazado con atacar a Bani Walid y liberar a los hombres por la
fuerza.
Bani Walid fue uno de los últimos enclaves controlados por las
fuerzas gadafistas durante la guerra civil que puso fin, el pasado año,
al régimen de GAdafi y a su propia vida. Misrata, en cambio, fue uno de
los principales focos de resistencia de los rebeldes durante la
revolución de 2011. El Gobierno interino ha sido incapaz de imponer su
autoridad sobre la multitud de grupos armados antigadafistas, que se
niegan a entregar las armas y se toman frecuentemente la justicia por su
mano.
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