MADRID.- La Facultad de Comunicación de la Universidad San Pablo CEU recibió a Elsa González, la presidenta de la Federación de asociaciones de periodistas de España (FAPE) y al presidente de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología, Manuel Núñez, para dar a conocer el nacimiento de la Fundación que servirá de soporte para la autorregulación del oficio en España.
“El objetivo de esta Comisión es darse a
conocer para que los medios que se adhieran a nuestro código tengan una
marca que los distinga. Y en caso que lo incumplan tengan una sanción
pública que les reste credibilidad”, explicó Núñez. Su surgimiento se
debió a la lentitud de los procesos judiciales en los casos de mala
praxis periodística. La Comisión de Quejas suele demorar mes y medio en
dar una resolución, mientras que un caso puede estar dos años en los
tribunales.
Ante esta ineficacia y falta de agilidad
del proceso judicial, la FAPE propuso una autorregulación de los medios
españoles. La mayoría han firmado el código deontológico, aunque lo
difícil es que lo cumplan. “Esta comisión está a la vanguardia europea.
Apenas en el Reino Unido se está comenzando a discutir tras el caso
Murdoch”, resalta Elsa González.
El invitado principal del evento fue el actual director de informativos de la COPE, Ángel Expósito. El veterano periodista recordó una anécdota cuando era director del diario conservador ABC
en la que publicó en portada una fotografía en primer plano de un
acusado de homicidio. El titular leía “La mirada de un asesino de una
niña de tres años”. Al día siguiente, se probaría la inocencia del mal
llamado asesino, dejando al periódico en ridículo.
“Admití mi error y pedí perdón en un
videoblog, porque fue mi decisión”, aseveró Expósito. Y es precisamente
ese tipo de acciones las que se quieren evitar con la Comisión. Ángel
también criticó la supuesta “experticia de los
periodistas” que en un mismo día pueden
ser tertulianos de deportes y opinar sobre la renuncia de Benedicto XVI:
“No podemos ser expertos en todo, hay que especializarse sin dejar de
ser multimedia”.
Para referirse a la crisis, Expósito
habló sobre los cuatro grandes cambios que han desequilibrado la labor
periodística los últimos años: la revolución tecnológica, la de cómo
hacer el oficio, la crisis de audiencia y la falta de recursos que
tienen los medios. “Hay capacidad de inversión nula y como dice Gabilondo,
el peor enemigo del periodismo es el paro. Trae precarización del
trabajo y del producto final”, concluyó el periodista egresado de la
Universidad Complutense.
El periodismo pasa por una crisis de
valores y una crisis económica. “Nadie sabe cómo vamos a salir de ésta”,
comentaba Ángel Expósito, pero la FAPE aporta su granito de arena para
solucionar la crisis deontológica y de imagen que sufre la profesión.
Aseguran que hay que mirar para adentro y establecer los cimientos
sólidos del periodismo moderno. Núñez asegura que lo más importante “es
que los ciudadanos no estén manipulados”.
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