jueves, 27 de marzo de 2014

Denuncian una campaña mediática de la petrolera Chevron contra Ecuador

QUITO.- La petrolera estadounidense Chevron, declarada culpable de los daños ambientales que causó su filial Texaco en la Amazonía ecuatoriana, delineó una campaña difamatoria contra el gobierno y la justicia del país andino, denunció la prensa local. 

 Según diario público ecuatoriano El Telégrafo, el plan ideado por el experto norteamericano Sam Singer buscaba también desacreditar a los más de 30.000 demandantes y a sus abogados, para evadir el pago de una indemnización de 9.500 millones de dólares que le impuso una corte ecuatoriana.

La estrategia de Singer incluiría la contratación de empresas de mercadotecnia y relaciones públicas, medios de prensa extranjeros y ecuatorianos, y la producción de más boletines que son emitidos a través de la red de difusión creada por Chevron.

En estas páginas se califica a los afectados y a sus abogados como conspiradores, parte de una supuesta red ilegal que busca a través de la extorsión, fraude y corrupción perjudicar a la petrolera, apunta El Telégrafo, que cita como ejemplo los sitios Amazon Post y Juicio Crudo.

De acuerdo con el diario de circulación nacional en Ecuador, en los últimos 15 años, Chevron ha gastado 700 millones de dólares en la contratación de abogados y empresas especializadas en publicidad y cabildeo para tratar de evadir su responsabilidad con los pobladores amazónicos que resultaron afectados por Texaco.

Las autoridades ecuatorianas aseguran que durante los casi 30 que operó en la Amazonía, Texaco derramó 16,8 millones de galones de petróleo en el ecosistema, vertió otros 18.500.000 mil millones de galones de aguas tóxicas en los suelos y ríos, y quemó al aire 235.000 millones de pies cúbicos de gas.

También se reporta una alta incidencia de cáncer y otras enfermedades entre los pobladores, como resultado de beber el agua contaminada con los residuos de crudo, los cuales todavía afloran en las cerca de mil piscinas sin remediar que dejó la empresa a su salida de Ecuador en 1992.

Para demostrar el enorme daño ambiental causado por la petrolera, el gobierno ecuatoriano inició en septiembre pasado la campaña La mano sucia de Chevron, mediante la cual se invita a personalidades, políticos y artistas internacionales a visitar las zonas donde operó la transnacional.

Hace dos semanas, un juez de Nueva York declaró que la sentencia emitida en 2011 por el tribunal ecuatoriano de Lago Agrio no podrá ejecutarse en Estados Unidos, un fallo que fue rechazado por los demandantes.

La transnacional también mantiene una demanda contra Ecuador ante un tribunal internacional de arbitraje de La Haya por presunta denegación de justicia e incumplimiento de un tratado bilateral de inversiones con Estados Unidos que según las autoridades ecuatorianas entró en vigor cinco años después de la salida de Texaco del país andino.

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