martes, 22 de abril de 2014

El fundador del "Facebook ruso" se exilia tras dimitir

MOSCÚ.- Uno de los principales innovadores tecnológicos de Rusia, Pavel Durov, fundador y director de la primera red social del país -VKontakte (VK)- abandonó hoy Moscú a raíz de un enfrentamiento con las autoridades sobre temas de difusión en Internet. 

Al día siguiente de que VKontakte (VK) aceptara la dimisión de Durov, el experto aseguró: "Estoy fuera de Rusia y no tengo la intención de regresar", según escribió en el sitio digital de ciencia y tecnología estadounidense techcrunch.com. "No después de que me he negado públicamente a cooperar con las autoridades", prosiguió Durov, quien además expresó su deseo de querer realizar en el exterior una nueva red social para smartphone (teléfonos inteligentes). "Desafortunadamente, el país es incompatible con el negocio de Internet por ahora", añadió.
    El experto tecnológico reveló el jueves que, en diciembre pasado, los servicios secretos rusos le pidieron a VK que otorgue datos personales de los organizadores del grupo Euromaidan, que tuvieron relevante en manifestaciones prooccidentales a finales de 2013 en Ucrania Pero Durov se negó a brindar ese tipo de información, y consideró que la transmisión de "datos personales sobre ucranianos a las autoridades rusas" es algo que no sólo hace caso omiso de la ley, sino también significa una traición a los "millones de habitantes de Ucrania". La negativa se produjo en medio una grave crisis internacional tras la anexión rusa, previo referéndum, de la península ucraniana de Crimea, lo que derivó en sanciones a Moscú por parte de Washington y Europa y un aumento en la tensión con Ucrania.
    El especialista ya había desobedecido en 2012 a otra solicitud de los servicios secretos rusos, que le pidieron entonces que "bloquearan a grupos de la oposición a Putin" en VK. El joven artífice del "Facebook ruso", con más de 100 millones de usuarios, estaba también, desde hace tiempo, en el centro de un conflicto accionario que había llevado a VK bajo el control de dos oligarcas cercanos al Kremlin, Alisher Usmanov y Ilia Sherbovich.

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