EL CAIRO.- Tres periodistas de Al Yazira fueron condenados este lunes a siete años
de prisión por un juez egipcio por ayudar a una "organización
terrorista" con la propagación de mentiras, una condena que motivó las
críticas de la ONU y de gobiernos occidentales, que afirmaron que el
veredicto socava la libertad de expresión.
Los tres, que negaron los cargos de ayudar a los ahora ilegalizados
Hermanos Musulmanes, son el australiano Peter Greste, corresponsal de Al
Yazira en Kenia, el egipcio-canadiense Mohamed Fahmy, jefe de la
oficina de Al Yazira English en El Cairo, y el productor egipcio Baher
Mohamed, que recibió una sentencia adicional de tres años por poseer una
bala.
A la vista acudieron varios diplomáticos occidentales, algunos de
cuyos gobiernos convocaron a sus respectivos embajadores egipcios en
protesta.
Los tres llevaban seis meses detenidos en la famosa prisión Tora, en
un caso que se ha convertido en un símbolo para las organizaciones de
defensa de los derechos humanos en todo el mundo.
Fueron detenidos en diciembre y acusados de ayudar a los Hermanos
Musulmanes con la propagación de mentiras que dañaban la seguridad
nacional y de facilitar dinero, material e información a un grupo de 17
egipcios.
Los Hermanos Musulmanes fueron ilegalizados y declarados grupo
terrorista después de que las Fuerzas Armadas derrocaran al presidente
islamista electo Mohamed Mursi hace casi un año después de protestas
multitudinarias contra su gobierno. Los Hermanos sostienen que son una
organización pacífica.
Al Yazira, cuyos dueños cataríes apoyan a los Hermanos y han estado
enfrentados con los nuevos dirigentes egipcios, dijo que la sentencia
desafía "la lógica, el sentido y cualquier parecido con la justicia".
La condena llega al día siguiente de que el secretario de Estado de
Estados Unidos, John Kerry, se reuniera con el recién elegido presidente
egipcio Abdel Fatah al Sisi, en El Cairo y planteara el caso de los
periodistas.
El lunes, Kerry dijo que llamó al ministro egipcio de Asuntos
Exteriores para mostrarle su "fuerte desagrado" por un "veredicto
escalofriante y draconiano".
Por su parte, la jefa de derechos humanos de Naciones Unidas, Navi
Pillay, dijo el lunes que las recientes condenas a pena de muerte en
Egipto y los juicios masivos son "obscenos y una completa tergiversación
de la justicia".
Ese veredicto y las sentencias a pena de muerte confirmadas el
sábado para 183 miembros de Hermanos Musulmanes y sus seguidores son el
último capítulo de una persecución plagada de "irregularidades
procesales y que viola la ley internacional de derechos humanos",
añadió.
La sala del juicio cayó en el caos después de leerse la sentencia.
Conmocionado y al borde de las lágrimas, el hermano de Greste, Michael,
dijo: "Esto es terriblemente devastador. Estoy conmocionado, aturullado,
no hay palabras".
Los tres parecían optimistas cuando entraron en la sala esposados,
saludando a familiares que habían dicho a los periodistas que esperaban
que los acusados fueran absueltos.
Una holandesa y dos británicos fueron condenados en ausencia por los mismos cargos.
Fuentes judiciales dijeron que la condena se apelará ante un tribunal superior y que aún podría haber un perdón.
La semana pasada, el fiscal general de Egipto ordenó la puesta en
libertad de otro periodista de la cadena catarí, abdulá al Shamy, por
motivos de salud, después de pasar 130 días en huelga de hambre.
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