NUEVA YORK.- Un escalofriante vídeo que muestra la ejecución del periodista James
Foley a manos de islamistas representa la segunda vez que un reportero
estadounidense ha sido decapitado por sus captores en el extranjero,
recordando el asesinato del corresponsal del Wall Street Journal Daniel
Pearl en Pakistán en 2002.
Mientras que Pearl trabajaba para uno de las mayores organizaciones
de noticias del mundo, Foley lo hacía para el GlobalPost, una nueva
empresa de noticias online con unos 28 miembros de plantilla a tiempo
completo que trata de sobrevivir como una compañía pequeña e
independiente.
El contraste subraya los cambios que han golpeado al negocio de
noticias, que en los últimos años han sufrido grandes reducciones de
personal y menores recursos periodísticos para la cobertura
internacional, incluidas las guerras. Al menos 20 periódicos
estadounidenses que antes mantenían oficinas en el extranjero, entre
ellos The Baltimore Sun, Los Angeles Times y The Boston Globe, han
cerrado oficinas y reducido su cobertura exterior, según el Centro de
Investigación Pew.
En los noticieros vespertinos en las principales cadenas de Estados
Unidos, ABC, NBC y CBS, el número de minutos dedicados a la cobertura
exterior es menos de la mitad que a finales de los años 80, informó Pew.
Pero un nuevo grupo de medios más pequeños y con menos recursos,
como el GlobalPost, Vice Media y BuzzFeed, están cubriendo la brecha y
la información desde zonas de conflicto.
También ha influido que los periodistas freelance pueden hoy
informar con un pequeño teléfono o cámara portátil y colgar sus
historias online, sin el respaldo de una organización mediática al uso.
Una colaboradora del GlobalPost, la periodista multimedia Tracey
Shelton, lanzó una campaña en Kickstarter para recaudar dinero para
comprar un equipo gráfico, según un chat online que dirigió el año
pasado con Digital First. Shelton no respondió de inmediato a una
petición de comentarios.
GlobalPost se embarcó en 2009 en la misión de llenar el vacío de la
cobertura internacional. Es una compañía de noticias con fines de lucro,
pero reconoce que el "viaje para convertirse en un negocio con
autonomía económica está lejos de estar completo", según su web. Saca
dinero de la publicidad, de la redifusión y del apoyo de sus miembros.
Philip Balboni, cofundador y consejero delegado de la firma con sede
en Boston, dijo que el GlobalPost exige que cualquiera que trabaje en
un zona de conflicto pase cursos de formación en medios hostiles. Añadió
que el GlobalPost paga la preparación o contribuye al coste,
dependiendo de las circunstancias.
"No nos importa realmente si alguien está a tiempo completo o es un
freelance tradicional, siempre hemos estado profundamente comprometidos
con nuestra gente sobre el terreno y trabajamos con personas que cumplen
con cuidadosas guías sobre cómo deben trabajar", dijo.
Sin abordar los costes específicos en los que ha incurrido su
compañía en relación con Foley, Balboni dijo: "Hemos trabajado en el
caso de Jim literalmente todos los días durante dos años. Tuvimos un
equipo de seguridad sobre el terreno sin interrupción desde la mañana
que supimos que estaba desaparecido".
El gasto de proteger a los periodistas incluye formación para medios
hostiles y primeros auxilios, que pueden costar una media de 2.500
dólares por un curso de cinco días, dijo Frank Smyth, fundador y
director ejecutivo de la firma de seguridad Global Journalist Security y
asesor del Comité de Protección de Periodistas (CPJ).
Si un periodista es capturado o encarcelado, el coste puede elevarse
a una cifra de seis dígitos anualmente, incluyendo el precio que hay
que pagar a los asesores y consultores de seguridad, dijo Smyth. La
perspectiva de pagar un rescate puede incrementar los costes.
Robert Mahoney, subdirector de CPJ, dijo que incluso organizaciones
de noticias grandes pueden verse abrumadas cuando uno de los suyos
desaparece en una zona de guerra. "Si eres un medio pequeño, es como ser
arrollado por un maremoto", añadió.
Desde 1992, más de 1.000 periodistas han muerto mientras cubrían
varios conflictos, según CPJ. Pero pese a las chirriantes estadísticas y
a la ejecución de Foley, los medios, incluido el GlobalPost, Vice y
BuzzFeed, siguen mandando periodistas a las zonas peligrosas.
Vice Media, en el que 21st Century Fox, de Rupert Murdoch, tiene una
participación, va camino de lograr 500 millones de dólares en ingresos
este año. Su nuevo canal publicó recientemente una serie en vídeo en
cinco partes sobre el Estado Islámico del freelance Medyan Dairieh, que
pasó tres semanas con el grupo extremista.
El portavoz de Vice Jake Goldman dijo que la empresa cumple una
serie de protocolos de seguridad estrictos, como evaluación de riesgos,
preparación para ambientes hostiles, planes de evacuación y seguridad
"para asegurar la seguridad de nuestros periodistas".
Reuters News, que usa freelance, fue recientemente criticada a raíz
de que el joven fotógrafo sirio que trabajaba para el grupo muriera
cuando cubría el conflicto en Alepo (Siria) el año pasado.
El portavoz David Crundwell dijo que Reuters proporciona a sus
periodistas equipos de seguridad, entre ellos chalecos y cascos a prueba
de balas, además de clases de preparación para ambientes hostiles.
"La seguridad de nuestros periodistas es de máxima importancia para Reuters", dijo.
Mahoney, de CPJ, apunta que ha habido grandes mejoras en dos décadas
en la concienciación de las organizaciones de noticias para proteger a
su personal y colaboradores.
Pero los desafíos para viejos y nuevos medios no dejan de crecer "No
puedes depender del hecho de que eres periodista para que te protejan",
dijo. "Muchos son objetivo simplemente porque son periodistas", añadió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario