ESTAMBUL.- Efectivos de la Policía han asaltado este domingo varias sedes de
medios de comunicación considerados afines al religioso Fethullah Gülen,
tales como el diario de gran tirada 'Zaman' o la cadena de televisión
Samanyolu TV y han detenido a 23 personas supuestamente implicadas en
una trama para derrocar al Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Estas redadas suponen una escalada del enfrentamiento entre Gülen y
Erdogan, abierto el año pasado con el descubrimiento de un escándalo de
corrupción con implicados en el círculo más cercano a Erdogan.
"La prensa libre no puede ser silenciada", coreaba una multitud
concentrada ante la redacción de 'Zaman', en Estambul, para defender a
su director, Ekrem Dumanli, uno de los individuos a los que intentó
detener la Policía. El propio Dumanli pronunció un discurso retando a
los agentes a detenerle.
El director de 'Today's Zaman', la versión en inglés del diario,
Bulent Kenes, ha relatado que los policías les mostraron
documentación en la que se cita el delito de "formación de una banda
para intentar tomar la soberanía del Estado".
El que sí fue detenido fue el presidente de la cadena Samanyolu TV,
Hidayet Karaca, en la sede de la televisión en Estambul. "Es una
vergüenza para Turquía", ha afirmado Karaca en declaraciones a los
periodistas justo antes de su arresto. "Tristemente, en el siglo XXI, en
Turquía, se da este tratamiento a un grupo de medios de comunicación
con decenas de emisoras de televisión y radio, internet y revistas", ha
añadido. Además de Karaca, se ha detenido a un director y a varios
guinistas de la cadena.
Los medios turcos han informado de que se han emitido órdenes de
arresto contra 32 personas por su implicación en este caso. La
televisión pública TRT Haber ha informado de la detención de 23 personas
en varias operaciones policiales. Entre los detenidos hay dos antiguos
mandos policiales.
Desde el Partido Popular Republicano (CHP), el principal partido de
la oposición, su líder, Kemal Kilicdaroglu, ha denunciado al "gobierno
golpista".
"Se está perpetrando un golpe de Estado contra la
democracia", ha asegurado.
Erdogan y su entorno acusan a Gülen de ser el máximo responsable de
una "estructura paralela" dentro de las propias instituciones estatales
con influencia en los tribunales, la Policía y otros organismos.
Asimismo denuncian su influencia en los medios de comunicación. Gülen
niega estas acusaciones.
Tras su acceso al poder, Erdogan se apoyó en la influencia de Gülen
para limitar el poder de los militares nacionalistas, responsables de la
caída de cuatro gobiernos desde 1960. Sin embargo, la relación entre
ambos ha ido deteriorando hasta culminar en el escándalo de diciembre de
2013, cuando tres ministros de Erdogan tuvieron que dimitir. Erdogan
respondió con una purga de jueces, policías y fiscales.
Las redadas del domingo eran esperadas, ya que se había informado
extraoficialmente de que se iba a detener a unas 400 personas, incluidos
150 periodistas, considerados todos ellos partidarios de Gülen.
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