QUITO.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó un informe de
la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que acusa a su gobierno de
restringir a los medios de prensa, y aseguró que esa entidad carece de
solvencia moral.
Pueden decir lo que les dé la gana, que no les haremos el menor caso,
sentenció el mandatario durante una entrevista radiotelevisada con
periodistas de la provincia costera de Manabí, centro-oeste del país.
Tras apuntar que la SIP es el gremio de los dueños de los periódicos de América Latina, Correa consideró que lo preocupante sería que ese grupo aplaudiera al gobierno.
Si nos critican es porque vamos por buen camino, añadió.
La semana pasada, tras celebrar su reunión semestral en Panamá, la SIP, cuya sede está en Estados Unidos, difundió un informe donde acusa a los gobiernos de Ecuador, Argentina y Venezuela de imponer restricciones a la libertad de expresión y al ejercicio del periodismo.
En el caso ecuatoriano, se refirió en particular a las sanciones aplicadas por la Superintendencia de Información y Comunicación (Supercom) contra más de una treintena de medios, periodistas y caricaturistas, y acusó a las autoridades de querer silenciar y desprestigiar a la prensa y comunicadores opositores.
La víspera, la Supercom rechazó el informe de la SIP, y lo calificó de injerencista.
Respecto a su preocupación por las sanciones aplicadas a 37 medios de prensa en base a la Ley Orgánica de Comunicación vigente, le reprochó no decir nada sobre los 113 ciudadanos que solicitaron la intervención del ente regulador por considerar que sus derechos fueron vulnerados por los periodistas o los medios de prensa.
No hay peor violación a la libertad de expresión que el silenciamiento de las mayorías en beneficio de unos pocos. Esta Superintendencia no persigue, democratizar, pluralizar y da voz al pueblo, recalcó la Supercom en un comunicado, donde asegura además que en Ecuador no se ha cerrado ni un solo medio de comunicación.
Tras apuntar que la SIP es el gremio de los dueños de los periódicos de América Latina, Correa consideró que lo preocupante sería que ese grupo aplaudiera al gobierno.
Si nos critican es porque vamos por buen camino, añadió.
La semana pasada, tras celebrar su reunión semestral en Panamá, la SIP, cuya sede está en Estados Unidos, difundió un informe donde acusa a los gobiernos de Ecuador, Argentina y Venezuela de imponer restricciones a la libertad de expresión y al ejercicio del periodismo.
En el caso ecuatoriano, se refirió en particular a las sanciones aplicadas por la Superintendencia de Información y Comunicación (Supercom) contra más de una treintena de medios, periodistas y caricaturistas, y acusó a las autoridades de querer silenciar y desprestigiar a la prensa y comunicadores opositores.
La víspera, la Supercom rechazó el informe de la SIP, y lo calificó de injerencista.
Respecto a su preocupación por las sanciones aplicadas a 37 medios de prensa en base a la Ley Orgánica de Comunicación vigente, le reprochó no decir nada sobre los 113 ciudadanos que solicitaron la intervención del ente regulador por considerar que sus derechos fueron vulnerados por los periodistas o los medios de prensa.
No hay peor violación a la libertad de expresión que el silenciamiento de las mayorías en beneficio de unos pocos. Esta Superintendencia no persigue, democratizar, pluralizar y da voz al pueblo, recalcó la Supercom en un comunicado, donde asegura además que en Ecuador no se ha cerrado ni un solo medio de comunicación.
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