WASHINGTON.- El 60% de la población mundial
carece de acceso a internet y la expansión de la tecnología digital ha
contribuido a incrementar las diferencias entre los países ricos y los
en vías de desarrollo, advirtió el Banco Mundial (BM).
El "Informe de Desarrollo Mundial 2016" del
organismo internacional apuntó que la rápida expansión digital se ha
concentrado en los países más ricos y preparados, que se encuentran en
una mejor posición para aprovecharse de las nuevas tecnologías.
El BM marca con claridad las fronteras entre
quienes han sacado mayor partido a la irrupción de las tecnologías
digitales y pone en tela de juicio la supuesta democratización vinculada
a internet.
De los alrededor de 7.400 millones de personas
que viven en el planeta, 3.200 millones están conectados a la red
global, mientras que solo 1.100 millones lo hacen con líneas de acceso
de alta velocidad.
En concreto, el BM subrayó que aunque el número
de usuarios de internet se ha triplicado desde 2005, todavía 4.000
millones de personas están fuera de la red global.
De ellos, la mayor parte se concentran en Asia:
India cuenta con más de 1.000 millones de personas sin acceso a
internet, China con 745 millones, Indonesia con 213 millones, Pakistán
con 165 millones y Bangladesh con 148 millones.
"Es una transformación asombrosa que hoy en día
el 40 % de la población mundial esté conectada a internet. Aunque estos
logros deben celebrarse, debe ser también ocasión de asegurarnos de que
no creemos una nueva subclase", dijo Kaushik Basu, economista jefe de la
institución en la presentación del informe.
Basu recordó que "con casi un 20 % de la
población mundial incapaz de leer y escribir, el auge de las tecnologías
digitales por si solas es improbable que de conlleve el fin de la
división mundial en el conocimiento".
Para la principal institución financiera de
desarrollo, los anticipados dividendos digitales de mayor crecimiento,
más empleo y mejores servicios públicos se han quedado por debajo de las
expectativas.
Incluso en los países avanzados, el impacto
positivo se encuentra sesgado para la proporción de la población en los
niveles superiores de ingreso y educación.
"Los beneficios integrales de la transformación
de la información y las comunicaciones no serán completos a menos que
los países continúen mejorando sus clima de negocios, inviertan en
educación y sanidad, y promuevan la buena gobernanza", agregó el
reporte.
"En los países donde estos fundamentos sean
débiles, las tecnologías digitales no han impulsado la productividad o
reducido la desigualdad", precisó el BM, que recordó que ha invertido
12.600 millones en tecnologías digitales en la última década.
Como ejemplo, puso el desequilibrio en la
generación de información en internet, al remarcar que hay más
contribuciones a Wikipedia provenientes de la Región Administrativa
Especial de Hong Kong (China) que de toda África, a pesar de que en el
continente africano hay 50 veces más usuarios.
Y el 85 % del contenido generado por usuarios que indexa Google proviene exclusivamente de Estados Unidos, Canadá y Europa.
Por otro lado, la generación de empleo es menor de la esperada.
En los países avanzados, el sector tecnológico
emplea solo entre un 3 % y un 5 % de la fuerza laboral, mientras que en
los países en vías de desarrollo apenas llega al 1 %.
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