jueves, 20 de diciembre de 2018

Juana Biarnés, la fotoperiodista que captó el espíritu de una época


MADRID.- La historia de Juana Biarnés está compuesta de una mezcla de valentía, carácter rompedor y compromiso ético, en una época donde la crónica social desvelaba sin artificios a las celebridades de los años 60 y 70 en nuestro país.

Biarnés fue la primera mujer fotoperiodista de la prensa española. Tuvo que hacerse hueco en un mundo de hombres donde era rara avis. A pesar de su interesante trabajo, su nombre no es muy conocido y ha caído en el olvido, a causa, en parte, de su retirada voluntaria en el apogeo de su carrera en los años 80.

Los otros fotógrafos la miraban con condescendencia, pero ella se colaba en la habitación de los Beatles, se embarraba en inundaciones y demostraba una y otra vez su pasión y su talento. "Siempre me presentaba como fotógrafo, nunca como fotógrafa. No quería que pensaran que pedía privilegios por ser mujer". 

Los ojos de Joana Biarnés (Tarrasa, 1935 - 2018) rebosan vitalidad y su amplia sonrisa, bondad. Ella fue la primera mujer fotoperiodista en España y se abrió paso en un mundo de hombres a golpe de coraje y desenvoltura, para convertirse en un indiscutible referente de la fotografía en nuestro país. 

Consigo trajo un sinfín de aventuras que nos hablaban de una mujer valiente y alegre, pero sobre todo, de alguien que necesitó creer en lo que hacía, la fotografía. 

La fotoperiodista ha muerto este 19 de diciembre, a los 83 años, según ha informado en su perfil de Twitter Photographic Social Vision, fundación que representaba a la fotógrafa. 

"Ayer por la noche nos dejó la fotoperiodista Joana Biarnés debido a una complicación repentina de su salud. Mujer luchadora, bondadosa, coherente, humilde, generosa, inteligente, con valores y principios, justa, respetuosa. Hemos perdido todos a una gran amiga y fotógrafa", han expresado en el tuit.

Considerada la primera fotoperiodista española, la catalana nos dejó imágenes icónicas para el recuerdo como aquella serie de Los Beatles disparada cuando se coló en su avión privado en 1965, pero también otras muchas acompañadas de un sinfín de anécdotas firmadas por una mujer que se coló con maestría en un mundo dominado por los hombres.

Sin embargo, a mediados de los ochenta, la Biarnés dijo adiós. Guardó sus cámaras y se esfumó a las Islas Baleares sin dar demasiadas pistas. A partir de ahí, su historia transcurrió lejos de los focos y es, para muchos, desconocida. En San José (Ibiza), abrió su propio restaurante, Cana Joana, que regentó hasta que decidió jubilarse.

Ahora, el periodista Abraham Rivera, ha querido rendirle homenaje en Twitter a la faceta de esta pionera, la que pasó entre fogones, donde supo fusionar la cocina francesa y la catalana con un buen puñado de especialidades que cautivaban a los comensales.

Biarnés, que ha fallecido a los 83 años de un infarto en su casa de Viladecavalls (Barcelona) la pasada madrugada, conservó hasta el último momento las ganas de hacer fotografías, pese a los problemas de vista que le afectaron en los últimos años.

Autodidacta, como la gran mayoría de su generación, que dieron a la fotografía un lenguaje moderno lejos del salonismo que había imperado hasta la fecha, le gustaba decir que "la fotografía no se enseña en las academias, ni en talleres. Es la calle la que te enseña".

A Biarnés siempre se la ha reconocido por ese trabajo único de Los Beatles que mostraba a una mujer intrépida que se movía con soltura en un mundo de hombres. Tanto, que cuando desde el diario Pueblo, donde trabajó durante 22 años, la enviaban a cubrir una información le solían preguntar: "¿Dónde está el fotógrafo?" y ella respondía "el fotógrafo soy yo". No lo tuvo tan fácil cuando las fotografías las tuvo que hacer en el campo de futbol. 

"Me gritaban de todo. '¡Guarra!', ¿Buscas novio?', '¡Vete a casa fregar los platos!", pero yo no hacía caso". Por suerte, su trabajo mayoritario fue alrededor del mundo de la cultura, "del artisteo", como solía calificar sus magníficas imágenes de los protagonistas de la cultura y del mundo del espectáculo de los años sesenta y ochenta. 

Desde Marisol, a Joan Manuel Serrat, pasando por Lola Flores, Rocío Jurado, Luis Buñuel, Massiel (a la que acompañó a París a comprarse su famoso vestido con el que cantó y ganó en Eurovisión en 1968), Salvador Dalí, al que llamaba "maestro" y con el que le unió una gran amistad de años, y Raphael, del que fue fotógrafo oficial durante años. "En el mundo de la cultura nunca tuve ningún problema", reconocía.

En 1985, con la llegada de los paparazzi, Biarnés colgó las cámaras y se retiró a la isla de Ibiza, con su inseparable Jean Michael, donde abrieron un restaurante en el que muchas de las personas a las que había fotografiado acudían cada verano a comerse una de sus famosas paellas. Y así estuvo 20 años, hasta que se jubiló y se instaló en Viladecavalls (Barcelona), cercana a su natal Terrassa.
Biarnés se dio a conocer como periodista gráfica en 1962, cuando hizo un trabajo de las terribles inundaciones del Vallès, la comarca barcelonesa donde trabajaba. "Las envié en un taxi y fueron las imágenes que la televisión utilizó para ilustrar la tragedia", explicaba. Las dos décadas que permaneció lejos del mundo de la fotografía le habían hecho caer en el olvido. 

Fue otro fotógrafo de Terrassa, Cristóbal Castro, el que preparando una exposición sobre los 50 años de estas inundaciones redescubrió el potencial de esta mujer que recordaba todas y cada una de las historias y anécdotas que se escondían detrás de sus imágenes. Una exposición con su trabajo que ha recorrido varias ciudades españolas, un documental y un libro colocaron a Biarnés en el lugar que le corresponden dentro del mundo del fotoperiodismo español, convirtiéndola en una referencia obligada.

Sencilla, cercana y con ganas de explicar su trabajo, Biarnés, sin renunciar a sus famosas fotografías de los Beatles, reivindicaba el resto de su trabajo: "No es que esté harta de que se hable de este trabajo, pero parece que en mi vida profesional no he hecho nada más". 

Lo que también le gustaba contar, con humor, es que estas fotos también le eran útiles en su vida diaria: "Cuando llego a una de las paradas del mercado, el dependiente, fan absoluto de los Beatles, siempre me dice: 'Qué le pongo, que seguro que tiene prisa' y me cuela delante de todo el mundo. Nunca pensé que pasar un rato con Los Beatles fuera tan útil", explicaba con una enorme sonrisa.

Y, es que ya lo dejó escrito la Biarnés en su web: "el periodismo conduce a todo... solo hay que saber retirarse a tiempo".

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