jueves, 18 de junio de 2020

Yo soy como usted, no me gusta pagar por leer / Víctor Romero *

Yo soy como usted. No quiero pagar por leer. No seamos hipócritas, que después de dos décadas navegando 'full ahead' por internet vengan ahora los popes de la comunicación a decirnos que tenemos que rascarnos el bolsillo es un sindiós. Ya pagamos Netflix, HBO, la hipoteca, el agua y el recibo de la contribución. Y ahora alguien ha decidido que hay que pagar por algo que veníamos haciendo gratis total.

No me gusta como lector eso de pinchar un 'link', encontrarte un molesto reclamo pidiéndote dinero y toparte con un contenido cerrado. Tampoco me gusta como periodista. A los plumillas, lo que nos gusta es que nos lea mucha gente, cuanta más mejor. A falta de salarios altos, el verdadero motor de la historia del periodismo es la vanidad. Que nadie les engañe, está en el ADN de muchos juntaletras, por más que Tom Wolfe invirtiera la frase para decir que “la vanidad de los otros es la mejor arma del periodista”. Lo dijo un señor que vestía siempre de etiqueta y trajes de color blanco hueso.

Recuerdo cuando conocí a Nacho Cardero y me dijo: “Aquí te leerá más gente”. Yo venía de picar piedra en el periodismo local, en 'Levante-EMV', la mejor escuela. Muchas de las grandes historias que usted lee en la prensa nacional y en las televisiones surgen de las fuentes y el conocimiento sobre el terreno de periodistas de local, de gente que hace la calle. Proletarios del teclado. Nunca desprecie a un periodista de local. Publican todo lo que pueden y saben más de lo que publican, el arte del buen periodismo.

Pese a todo, para mí, trabajar en El Confidencial significó un salto cualitativo. De pronto, todo tenía más repercusión, era más exigente. No solo por la autoridad de su portada, también eran más seguidores en Facebook, en Twitter, en LinkedIn… Todos esos canales por los que un familiar, un amigo o un compañero de su empresa le comparte contenidos. Me obligó y me obliga a esforzarme más cada día para estar a la altura del resto de los integrantes de la redacción.

Es lo que más me sigue impresionando de este periódico, la calidad de sus periodistas y de las historias que cuentan. También esa mezcla entre admiración y respeto mutuo entre compañeros, con los que no hace falta cruzar muchas palabras para entendernos. Es como si hubiera cierta telepatía, al poner un titular, al buscar un enfoque… Conectamos.

Pero no nos desviemos. Decía que no me gusta pagar por leer. Pero sí me gusta leer, y en el nuevo universo digital, en el que todo es tan plural y tan líquido a la vez, leer contenidos de calidad, buenos contenidos. Y fabricar buenos contenidos, llegar a las buenas historias, requiere medios y recursos.

Hasta ahora, el mercado de la publicidad digital parecía ser suficiente para asegurar los ingresos, que en periodismo es sinónimo de independencia y arrestos frente a los poderosos. Pero si se analiza la evolución más reciente de la inversión publicitaria, los números asustan, incluso para alguien a quien no le gusta pagar por leer. El año pasado, según el balance elaborado por PwC para IAB Spain, de los 3.150 millones de euros repartidos en el mercado digital, el 60% fue a parar a redes sociales y buscadores. 

Se lo explico por si aún no lo ha cogido: esos Facebook, Twitter, Google y otros a través de los que usted lee las noticias que le comparte su familiar, su amigo o su compañero de trabajo son los que se están comiendo la tostada. Y están usando los contenidos que hacen terceros, como pueden ser los periódicos, para captar los ingresos. No fabrican contenidos, solo los difunden y ejercen de intermediarios.

Esto no sería grave si no fuera porque la tendencia es cada vez mayor. Y a la larga, puede generar un problema. Si quien se encarga de producir los contenidos y generar la información recibe menos ingresos y depende de todas estas plataformas para sobrevivir, esos contenidos serán cada vez menos libres y de peor calidad. Y a usted o a mí ya no nos llegarán todas esas piezas que tanto nos gusta leer, pero por las que nos molesta pagar.

Quizá sea más complicado para un medio regional plantearse la disyuntiva entre interponer un muro de pago o perder audiencia. Está en la lógica económica que cuanta mayor sea la masa crítica o público potencial, más sencillo es hacer viable la restricción de contenidos. No es lo mismo el periódico 'The New York Times' que el 'Segre' de Lleida, aunque puedan tener la misma calidad en sus textos o en la visión de sus periodistas (el 'Segre' es muy buen periódico, por cierto). 

Pero en El Confidencial, a medio camino entre medio internacional y local, han decidido que vale la pena intentarlo para seguir apostando por el buen periodismo y tratar de ofrecerle un producto todavía mejor.

Así que no me gusta pagar por leer. Pero me lo estoy empezando a plantear.


(*) Periodista


La agonía en EL PAÍS / Fernando G. Urbaneja *

Que el diario El PAÍS es uno de los medios más influyentes en español, seguramente el más, es bastante obvio. Por eso mismo y algunas otras razones tiene partidarios y detractores, unos y otros bastante apasionados y también clientela fija con más o menos adhesión; y bastantes indiferentes que no les interesa el caso. El relevo en la dirección de un diario nacional siempre es relevante, indicativo de algo; y los relevos en EL PAÍS responden a ese principio. Seis directores en 44 años apuntan estabilidad, máxime cuanto todos ellos han salido de la casa, fundadores o asimilados. 

La salida de Sol Gallego es tan lógica como fue su llegada; asumió la dirección para pacificar una redacción desconcertada y alborotada, y tuvo una adhesión abrumadora. Ha cumplido el objetivo y al vencimiento de su contrato considera cumplido el encargo y prefiere retirarse con buenas razones. La llegada de Javier Moreno como repetidor en el cargo suena a decisión precipitada acelerada como cobertura de otros avatares no confesados que nada tienen que ver con lo periodístico, más bien con confrontación de intereses y de poderes.

La historia de EL PAÍS está contada en sus detalles cronológicos, algo menos en su significado. Un primer cuarto de siglo brillante, arrollador, con éxito editorial y empresarial sin precedentes. En muy pocos años se convirtió en medio de referencia por méritos propios, por competencia profesional de una redacción plural y motivada y por la estabilidad que otorgó el perfecto entendimiento entre el editor y el director de la cabecera. Esa es la fórmula de éxito: equilibrio empresarial, respeto mutuo entre editor y director, una redacción profesionalizada, exigente y respetada por ambos. Y rentabilidad para sustentar independencia.

La segunda parte, la correspondiente al siglo XXI es más escabrosa, la antítesis de lo anterior. Si durante el último cuarto del siglo XX Prisa significó una de las mayores creaciones de valor de una compañía durante ese período, las dos primeras décadas del siglo XXI son las de una espectacular destrucción de valor, en buena medida atribuible a los mismos gestores.

¿Qué caracteriza la segunda vida de Prisa-El País?, primero la ruptura del equilibrio editor-director (Polanco-Cebrián) que entró en otra dimensión cuando ambos ejercieron de editores. Y segundo una expansión y diversificación de intereses desafortunada en casi todas las decisiones, a la vista de los resultados, con el agravante de que en ningún momento hubo reflexión ni rectificación. Acierto con la SER y Santillana y errores sucesivos con todo lo demás que exigió inversión por más de 6000 millones de euros. El momento transformador lo sitúo en la salida a bolsa el año 2000, con un antecedente crítico y tóxico: la licencia de la cadena de televisión Canal+.

Prisa salió a Bolsa el año 2000 con un valor de capitalización de 4.500 millones de euros (20€/acción). La sociedad se había constituido con menos de dos millones de euros de capital desembolsado veinticinco años antes y durante ese período sumó una ampliación de capital con desembolso en efectivo de otros ocho millones de euros. A lo largo del período los accionistas recibieron sustanciosos dividendos todos los años. En cualquier caso de 10 a 4.500 hay una creación de valor propia de los actuales unicornios. 

Pocos meses después de la salida a Bolsa la capitalización superó los 6.000 millones de euros (29,8€/acción). A partir de ese momento todo ha sido cuesta abajo hasta llegar a los 700 millones de capitalización esta semana tras numerosas ampliaciones de capital que han ido arruinando a viejos y nuevos accionistas. Un analistas que haya seguido las cuentas de la compañía habrá podido apreciar que empeoraban cada trimestre, peor que el anterior pero mejor que el siguiente.

Este es el drama y la agonía que perturba al prestigioso diario y agobia a su redacción. Una compañía en permanente guerra interna de accionistas con unos que quieren salvar su inversión (o lo que quede de ella) y algunos los créditos directos e indirectos que tienen comprometidos. Y otros que quieren mantener posiciones para nuevos objetivos no confesados. A todo eso se superponen tráficos ideológicos y políticos e intereses personales que agudizan la agonía y el conflicto.

El factor clave y determinante es que una empresa ejemplar en el equilibrio necesario de editor/director, propietarios y periodistas se convirtió en una casa sin editor, o con varios enfrentados, a los que periodismo les importa una higa, lo ven como mercancía de comercio o de sufrimiento. Los hay que maldicen el día en que se metieron en semejante aventura y los que pagarían por salir del enredo con el menor daño. Y no faltan los que se van aprovechando de la agonía. Y al fondo una redacción exigida, competente, desconcertada y, en ocasiones manipulada. Una redacción que no se merece editores y propietarios tan tóxicos e incompetentes.


(*) Periodista



Del país real a El País periódico / Marcello *

El ‘todo Madrid’ de los entornos del poder no para de hablar en las terrazas de la capital de la crisis de las inciertas alianzas políticas para reconstruir la economía y los Presupuestos de 2021.

Pero también se habla y mucho de la crisis editorial y empresarial del diario El País, donde se acaba de producir el cese de la que hasta hace tres días era su directora, Sol Gallego, periodista muy favorable a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, lo que ha causado seria preocupación en La Moncloa, ante la llegada del nuevo director Javier Moreno, que regresa a la dirección del diario que ya pilotó años atrás.

Incertidumbre pues en El País y en su Grupo editor (y de la Cadena SER), lugar desde donde se han empezado a mover los hilos de los accionistas, y especialmente los del misterioso representante de Fondo Amber, Josep Oughourlian, que controla el 29 % de PRISA.

Y del quien nadie sabe a quién o quienes representa. Pero que en las últimas horas habría pretendido colocar, al parecer sin éxito alguno, en el Consejo dé Administración del Grupo, a los sanchistas (y antes pro Zapatero) José Miguel Contreras y Carlos Ocaña.

Operación a la que no serían ajenos el asesor monclovita Miguel Barroso y el empresario Jaume Roures. Todos ellos del entorno de La Sexta TV, y de los diarios digitales Publico y El Diario ambos próximos a Sánchez e Iglesias.

La batalla mediática y empresarial en torno al Grupo PRISA, donde tienen la mayoría Santander, Telefónica y La Caixa, es relevante en este tiempo de gran incertidumbre política y económica de España, en el que el presidente Sánchez busca desesperadamente alianzas para los Presupuestos de 2021, la reconstrucción económica y el diálogo social.

Empezando por sus propios compañeros de Podemos, que se resisten a flexibilizar sus posiciones en las materias fiscal, laboral y financiera, para poder alcanzar una alianza con Cs. O en su defecto con ERC, quedando en la reserva y como último cartucho un pacto con el PP, si el inmovilismo de Iglesias y las exigencias de ERC no le dejan a Sánchez otra salida.

Aunque ese último cartucho solo lo utilizaría Sánchez en caso de ruptura con Podemos y ERC, si es que Iglesias optara por un órdago poniendo en peligro su propia presencia en el poder lo que muchos creen que nunca hará.

Pero a sabiendas todos ellos que la influencia de El País y la SER en los sectores influyentes de la izquierda es muy importante. Y de ahí el interés por el control del Grupo PRISA cuya situación económica y valor bursátil dejan mucho que desear.


(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista español


miércoles, 17 de junio de 2020

EEUU se muestra "preocupado" por la condena a la periodista filipina Maria Ressa por ciberdifamación


WASHINGTON.- Estados Unidos se ha mostrado "preocupado" por la condena por difamación cibernética a la periodista filipina y directora del portal de noticias 'Rappler', Maria Ressa, y su compañero de profesión Reynaldo Santo.

"Estados Unidos está preocupado por el veredicto contra los periodistas Maria Ressa y Reynaldo Santos", ha informado la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Morgan Ortagus, en un comunicado.
En este contexto, ha pedido una "resolución" del caso que fortalezca "el compromiso largamente compartido entre Estados Unidos y Filipinas con la libertad de expresión, incluida para los miembros de la prensa".
El juicio histórico contra Ressa y Santos supone para los críticos un nuevo ataque del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, contra la libertad de prensa.
Los periodistas han sido condenados a hasta seis años de cárcel, con una sentencia mínima de seis meses y un día, por un artículo publicado en 'Rappler', crítico con el Gobierno y contra su polémica lucha contra las drogas, en mayo de 2012. En el trabajo, se relacionaba al empresario y demandante Wilfredo Keng con el tráfico de personas y el contrabando de drogas.
En opinión de Ressa, el fallo es un revés para la libertad de prensa y la democracia, por lo que ha pedido a periodistas y ciudadanos que mantengan la lucha y ha llamado a defender sus derechos.
Por su parte, el Gobierno ha negado que Duterte haya influido en el caso, mientras que Keng ha publicado un comunicado celebrando el veredicto y ha negado que presentara la denuncia con el respaldo de la Administración de Duterte. La sentencia ha merecido la condena unánime de las ONG de libertad de prensa y Derechos Humanos.

Los precios de la publicidad caen en España un 5,3% en el primer trimestre

MADRID.- Los precios de la publicidad cayeron en España un 5,3% en el primer trimestre de este año, marcado por la crisis del Covid-19, respecto al mismo periodo de 2019, lo que supone un descenso de más de dos puntos, según ha informado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De las quince actividades del sector servicios para las que el INE calcula índices de precios, ocho de ellas recortaron su tasa de variación interanual entre enero y marzo, seis la aumentaron y una la mantuvo estable.
Así lo revela el Índice de Precios del Sector Servicios, cuyo objetivo es facilitar trimestralmente índices de la evolución del precio de los servicios proporcionados a empresas por cada uno de los sectores desde el punto de vista del productor.
Entre las actividades que disminuyeron en mayor medida su tasa interanual respecto al primer trimestre de 2019 destaca además el transporte aéreo de pasajeros, que registró una tasa del 1,2% entre enero y marzo de este año, dos puntos por debajo de la del trimestre anterior, debido a que los precios de estos servicios bajaron más este trimestre que en el año pasado.
Además, los servicios de información recortaron su tasa interanual casi dos puntos, hasta el -0,8%, la más baja desde el cuarto trimestre de 2013. Este comportamiento, según el INE, está causado por el descenso de sus precios este trimestre, mayor que el registrado en el primer trimestre del año anterior.

El periodismo en liquidación / Rosa María Artal *

El mundo de la información anda revuelto por el cese de Soledad Gallego-Díaz en la dirección de El País, diario de referencia internacional durante varias décadas. Será sustituida por Javier Moreno, el ejecutor de los ERE que diezmaron el periódico y muchas credibilidades. 

Nada conmueve en España más que una censura –real o aparente- en el periodismo, aunque eso vaya tan por barrios que más de uno se quedó en el camino con su paro y su hambre sin más contemplaciones. 

A otros les sirvió para levantar toda una carrera. Para empezar a hablar de este espinoso tema habría que dejar sentado que nadie es imprescindible en periodismo y que es el periodismo lo que hay que preservar.

El problema es extremadamente grave: el coronavirus también ha sacudido a los medios de comunicación porque sufrían de patologías previas de enorme entidad. Lo lógico sería que el periodismo resistiera y se expandiera en nuevas formas, conservando su esencia eterna de contar lo que se debe saber. Pero para ello habría de superar la propia degradación a la que ha abocado a la sociedad.

La creación de grandes emporios que vendían desde noticias a libros, cuberterías y toallas no es ajena a la génesis de la gran crisis, porque les hipotecó. En dinero y en su propio fin. Sucedió en un momento crítico: al tiempo que se propagaba Internet con los cambios vertiginosos que ha supuesto. 

La prensa -en genérico- ha sido un factor determinante de la crisis social que vivimos. En España de forma alarmante. ¿Cómo pudieron crecer tantas corrupciones y de tal altura sin que la prensa fuera testigo y denuncia masiva? Fueron también los difusores de la banalización de la sociedad que la hizo mucho más vulnerable.

El hoy de los medios es de vértigo. Sumidos en una crisis económica  anterior, que ha agravado la pandemia, se ahogan. Se han acogido a ERTEs muchos de ellos, han pedido  ayuda económica al gobierno, al mismo que varios de ellos agreden con sus mentiras. El proselitismo ideológico no es periodismo, dejémoslo claro.  El problema es tan serio que ya ni ese elemento clave se distingue con nitidez.

El periodismo ha derivado de tal forma que en numerosos medios se busca el clickbait por encima de todo, por encima de la información, sin duda. Lo que cuenta es poder ofrecer al anunciante sus visitas. En los medios audiovisuales, la audiencia; lograda en gran medida por hechos escandalosos. Esto ya ha matado prácticamente al periodismo. Desde luego anda en rebajas, en liquidación.  Una dura competencia para los medios y periodistas que buscan mantener el periodismo y aún revalorizarlo por su importancia esencial.

Explicaba el periodista Pedro de Alzaga en "Derribar los Muros" que han aparecido nuevos puestos de trabajo en los medios para localizar lectores y darles lo que buscan: "perfiles cada vez menos periodísticos, pero muy pendientes del rendimiento de la información y de su retorno en clave de cifras de audiencia". Hoy el principal negocio mundial son los datos, nuestros datos, los que aportamos.

Este complejo panorama ha sido caldo de cultivo para -en lugar de información y con intereses espurios desde luego-, servir a discreción bulos y fakenews. Sabiendo como ya sabemos que se expanden por las redes a mayor velocidad y con mayor permanencia que las noticias auténticas y tienen una trascendencia enorme.

La llegada a El País de Soledad Gallego-Díaz, avalada por su sólida trayectoria en el periodismo,  suscitó enormes esperanzas que, en mi opinión personal, no se cumplieron plenamente. Era una muy difícil tarea, eso es cierto. Darían para una serie los ejemplos de la palmaria animadversión a Podemos y a un Pablo Iglesias, sobre todo, que "no es capaz de comprender su papel institucional" . 

El in crescendo va subiendo hasta el demoledor e impaciente editorial del 20 de Mayo, "A la intemperie", en donde El País dirigido por Gallego-Díaz no ve en el gobierno la virtud de la credibilidad, pide que rueden cabezas y casi amenaza a Sánchez: "Esta vez las cosas han ido demasiado lejos, y la única manera en la que podría contener la hemorragia política provocada por el acuerdo sobre la reforma laboral, en un contexto impropio y con un socio inadecuado, es depurando responsabilidades. De no hacerlo con urgencia, será el propio presidente Sánchez el que se arriesgue a perder toda cobertura". 

Las hostilidades ya habían saltado por los aires con un artículo de Juan Luis Cebrián en el que pedía responsabilidades penales y denuncias al gobierno por su gestión de la pandemia. El 23 de marzo ya, un adelantado de la campaña de la derecha. 

El colmo se superó este lunes cuando el primer director de El País se despachó con un artículo en el que vuelve a  la carga con su amada Venezuela, intenta tiznar hasta a Zapatero que no ha tratado como debe a Felipe González, y en el que llega a escribir algo tan atroz como que "La pandemia ha sido en ciertos aspectos una bendición para Sánchez"

Un espectáculo deplorable que ha sido aplaudido por la caverna política y  mediática. Y es que como pueden ver en detalle en esta información de eldiarioes, Cebrián y Felipe González marcan la pauta en esta guerra cruenta de intereses de los asociados en PRISA. Pensar que Javier Moreno puede revertir la trayectoria en declive de El País es bien extraño.

El País había sido, junto con El Mundo, el periódico con mayor bajada de audiencia entre los grandes medios. Un 16% en marzo sobre 2019 –la media fue de 9%- y un 38% la publicidad en papel. El efecto Covid-19 le sacudió como a todos. Ha logrado, según sus datos, 52.000 suscriptores en este período, muy lejos de las grandes antiguas cifras de ventas. 

Lo cierto es que por la deriva del periodismo, por su extensión en redes, y en comunicaciones de WhatsApp, la gente está engullendo cuentos impensables. No se puede entender que se lo crean a menos, como suelo decir, que pensemos que en EEUU han llegado a  beber lejía por consejo del presidente Trump. 

Hoy leía, en ese surtido del espanto mediático que ofrece Google al abrir la página, que Sánchez urdió una campaña de ataque a Ayuso, gracias a sus medios afines. ¿Cuáles? La mayoría de los grandes se ha volcado en exculparla de toda responsabilidad en la tragedia de las residencias de ancianos.  

Un faltar a la verdad que acarrea consecuencias graves. Como toda la desinformación. Los medios de la caverna profunda, o los que dan aliento a sus provocadores, han logrado despertar una especie de circo de los horrores con unos especímenes que nunca creímos existieran a ese punto. Pero son muchos más los que han caído en las garras del difama que algo queda. 

Cómo será el problema que la basura mediática ha llegado a la cadena alimenticia de la Democracia en los que Javier Melero califica de "una dependencia estrafalaria de los medios más reaccionarios del país" en los informes de la Guardia Civil.

En ese clima, los medios -de forma genérica- han sido un soporte extraordinario para el crecimiento de la ultraderecha y el amparo de conductas altamente desviadas de políticos, medios y altas esferas. 

La tendencia internacional ha buscado medios fiables de información, como contaba este artículo de María Ramírez que he citado en alguna ocasión. Aquí, de alguna forma, el periodismo serio también se salva. Pero marca matices preocupantes si se analizan de forma crítica y ponderada la clasificación de Reuters de los medios más leídos. Algunos en los que confía la gente surten lejía mucho más que información.

Esta época delirante habrá de acabar. No se puede construir absolutamente nada chapoteando entre mentiras. Estar bien informado es un fundamento crucial de la democracia y no puede haber gente tan atolondrada como para guiarse por bulos e intereses ajenos por mucho tiempo. 

Ayudaría cortar el hilo de las manipulaciones, desenmascarar a quienes traicionan a su audiencia y a los Derechos ciudadanos en sí. Y alimentar al periodismo de periodismo, de compromiso con la verdad y altitud de miras. La información es una necesidad y un derecho y, como hay periodistas que así lo entienden y ejercen, el periodismo sobrevivirá. Espero. 


(*) Periodista


El empresario Carlo de Benedetti lanza un nuevo diario en Italia en plena crisis


ROMA.- En plena crisis de la prensa, el renombrado empresario italiano Carlo de Benedetti confirmó el lanzamiento de un nuevo diario, "Domani" (Mañana), para dar voz en Italia a las ideas "progresistas" tras la cesión del influyente La Repubblica.

La nueva publicación, que saldrá en septiembre, nace pocos meses después de que el control societario de La Repubblica, conocido por sus posiciones de centroizquierda, durante décadas en manos de la familia De Bendetti, fuera cedido por sus herederos a la firma EXOR, de la poderosa familia Agnelli, dueña también de uno de los rotativos más importantes del país, La Stampa de Turín, además de la publicación digital HuffPost.
La cesión ha transformado el sector de las comunicaciones en la península, abriendo un debate nacional.
"Me parece que después del cambio de propiedad del grupo Repubblica-Espresso, Italia se quedó sin una voz liberal, como se dice en Estados Unidos, digamos reformista o progresista. Creo que un amplio público necesita un diario así como punto de referencia", aseguró el empresario.
De Benedetti, una de las figuras más influyentes del capitalismo italiano, que se retiró en 2009 de la presidencia de todas sus empresas, confesó que desea que la nueva iniciativa "dure más allá de mi permanencia en esta tierra".
El nuevo reto de De Benedetti, de 85 años, nace "en un momento muy difícil para Italia y el mundo", reconoció tras la crisis económica desatada por el coronavirus.
De Benedetti, que a finales de la década del 70 se hizo con el control del grupo Olivetti, convirtiéndolo en uno de los líderes de la industria electrónica europea, no quiso hablar de lo que la prensa ha llamado "la guerra de familia" tras la decisión de sus hijos de vender La Repubblica, la cual fue acogida con una huelga de sus periodistas a finales de abril.
"Después de una fase inicial, que financiaré personalmente, me comprometí a trasladar la propiedad del diario a una fundación, que le va a garantizar la neutralidad con respecto a los intereses económicos", explicó.
El empresario aseguró que aportará en total 20 millones de euros (unos 22 millones de dólares) repartidos a mitad entre la sociedad editorial y la fundación.
"En Europa sólo The Guardian y el Frankfurter Allgemeine Zeitung pertenecen a fundaciones", subrayó.
El diario, formado por un equipo 17 redactores, casi todos jóvenes, cuya prioridad será su presencia en internet, será dirigido por otro joven, de 35 años, Stefano Feltri, a cargo desde hace un año desde Chicago (EEUU) de la página económica ProMarket.org, fundada por el Stigler Center del profesor Luigi Zingales de la University of Chicago.
"Cubriremos la política, la economía, el medio ambiente, los temas internacionales. Nada de crónica, ni habladurías, sólo hechos", sostiene.
El empresario, llamado 'el Berlusconi de la izquierda' por sus sonados enfrentamientos con el multimillonario ex primer ministro, reconoció que el diario tendrá una posición clara "contra todo tipo de populismos y soberanismos, contra el racismo, a favor del mercado, la libertad y a favor de Europa", resumió.
"Queremos ser un medio que mira la información con los ojos del mañana y no de ayer", anunció.
De Benedetti además aseguró que "antes de morir" dispondrá de más fondos económicos para el proyecto: "Es justo que así sea", confesó.

El futuro de los medios de comunicación: más digital y más penurias económicas, según 'The Reuters Institute'

OXFORD.- El brote de coronavirus ha provocado un aumento significativo en el consumo de noticias, pero el impacto económico del virus está forzando a las empresas editoriales a acelerar su paso al mundo digital, dijo el Reuters Institute for the Study of Journalism

Los confinamientos provocados por el coronavirus impulsaron un aumento global en la visualización de noticias a través de la televisión y de internet, aunque la preocupación por la desinformación sigue siendo alta, con Facebook y WhatsApp como principales canales para la difusión de las llamadas “noticias falsas”.
El estudio muestra que el brote está acelerando las tendencias provocadas por la revolución tecnológica, incluido el auge de los teléfonos inteligentes como interfaz de consumo de noticias, según dijo el Instituto Reuters en su informe anual Digital News Report here.
“Lo principal es que vemos un movimiento acelerado hacia los medios digitales y los medios en dispositivos móviles y varios tipos de plataformas”, dijo Rasmus Kleis Nielsen, director del Instituto Reuters.
“Esto va acompañado de una continua disminución de la confianza en las noticias y una creciente preocupación por la desinformación, en particular en las redes sociales y por parte de algunos políticos”.
El mayor aumento de la preocupación por la desinformación estuvo relacionado con Hong Kong, donde los manifestantes antigubernamentales se han movilizado ante los intentos de China de reforzar su control sobre la antigua colonia británica.
Las perspectivas del negocio de las noticias siguen siendo sombrías. Los medios de comunicación de todo el mundo están recortando personal para hacer frente a una dramática caída de los ingresos por publicidad.
Sin embargo, puede haber un rayo de esperanza en el hecho de que cada vez más personas estén dispuestas a pagar por las noticias en internet, aunque eso también pueda aumentar la desigualdad informativa, ya que muchos no pueden permitirse un periodismo de alta calidad.
Podría darse un proceso en el los peces gordos se lleven todo el mercado: alrededor de la mitad de los que se suscriben a cualquier paquete en línea o combinado en Estados Unidos usan el New York Times o el Washington Post, según el Instituto Reuters.
Una tendencia similar se puede ver en el Reino Unido con The Times o el Telegraph.
Y para aquellos que predicen el dominio de las noticias en vídeo, el Instituto Reuters concluyó que en varios países, incluyendo el Reino Unido, Australia, Francia y Corea del Sur, las personas menores de 35 años preferían leer en lugar de ver noticias online.
El Reuters Institute for the Study of Journalism es un centro de investigación de la Universidad de Oxford que hace un seguimiento de las tendencias en los medios de comunicación. 
La Fundación Thomson Reuters, la rama filantrópica de Thomson Reuters, financia este Instituto. 


- El estudio en español se puede consultar aquí here.

Denuncian ante la ONU la nueva ley contra la libertad de expresión en Cuba como un crimen de lesa humanidad

NUEVA YORK.- Cuban Prisoners Defenders ha presentado una denuncia ante Naciones Unidas contra la nueva ley contra la libertad de expresión en Cuba por considerar que la "ferocidad" con la que se aplica contra disidentes, pero también contra periodistas independientes e incluso funcionarios, es constitutiva de un crimen de lesa humanidad.

La denuncia de la ONG, presentada el pasado 8 de junio ante la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se refiere al Decreto Ley 370, promulgado el 4 de julio de 2019 pero cuyos efectos se han sentido con "mayor fuerza" desde enero y "se han sistematizado y generalizado de forma más masiva, realizándose con un 'modus operandi'", desde finales de marzo, coincidiendo con el inicio de la pandemia de coronavirus.
El Decreto Ley 370 penaliza "difundir a través de redes públicas de transmisión de datos información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas". Las sanciones son en principio pecuniarias, con multas que van desde los 1.000 a los 10.000 pesos cubanos (unos 33 y 333 euros), pero pueden incluir también el "decomiso de los equipos y medios utilizados", "la suspensión de la licencia de forma temporal o la cancelación definitiva" y hasta "la clausura de las instalaciones".
Prisoners Defenders llama la atención sobre el hecho de que la cuantía de la multa excede con mucho los ingresos medios de los trabajadores cubanos, pudiendo ser "7,5 veces el (sueldo) de mucha parte de la población activa en Cuba". 
Estas "sanciones pecuniarias severas", sostiene la ONG, "llevan irremisiblemente (...) a la prisión por el artículo 170.1 del Código Penal", conforme al cual "el que no cumpla las obligaciones derivadas de una resolución (...) incurre en sanción de privación de libertad de uno a seis meses".
El presidente de Prisoners Defenders, Javier Larrondo, ha incidido en este aspecto durante una comparecencia virtual celebrada este martes, indicando que "el diez por ciento de los presos políticos en Cuba están en prisión con motivo del artículo 170.1", donde pasan una media de dos años y nueve meses porque, dado que las multas son "impagables", se van acumulando. "Eso significa que, si tienes una multa, son seis meses (de cárcel); si tienes dos; doce, y así sin límites", ha ilustrado.
La ONG critica la ambigüedad de los términos usados en el Decreto Ley 370, puesto que "en la praxis sancionadora no existe el proceso para determinar el interés social y su perjuicio, habida cuenta de que en Cuba son considerados contrarios al interés social el debate y la crítica de políticas públicas, si no se articulan bajo el control del Estado", y que los conceptos de "moral" y "buenas costumbres" se definen por "la acepción mono-ideológica del Partido Comunista de Cuba" (PCC).
"Por tanto, tiene la Policía política en sus manos una puerta de entrada que sirve como instrumento idóneo de represión de la libertad de expresión y de opinión, entre otros derechos, asegurando con ello que las fallas del sistema socialista instituido, de sus instituciones y órganos oficiales, así como la gestión de sus dirigentes, no salgan a la luz pública ni se socialicen en redes sociales", expone Prisoners Defenders.
El presidente de Prisoners Defenders, Javier Larrondo, ha enfatizado, en una comparecencia virtual celebrada este martes, que con ello "Cuba ha iniciado un proceso de normalización legislativa y de legitimación institucional de la represión de la libertad de expresión".
Además del marco legal, la ONG denuncia que ha dado lugar a "la persecución de periodistas independientes, activistas de Derechos Humanos y ciudadanos contestatarios (...) y que ésta se produce en la actualidad obligando forzosamente a éstos, por parte de los aparatos de Inteligencia del Estado bajo multas y amenazas de largas estancias en prisión, a renunciar a derechos universales y fundamentales", algo que se extiende también a sus familias.
En este sentido, cuenta que "preceden a la multa citaciones obligatorias falsas, así como arrestos sorpresivos sistemáticos", acciones de "naturaleza arbitraria" que llevan a cabo las fuerzas de seguridad "bajo un plan particularizado de agresión". 
"Las víctimas son amenazadas, intimidadas y maltratadas de obra y palabra por el mero ejercicio de los mencionados derechos fundamentales, buscándose la renuncia a éstos", afirma.
Camila Acosta, periodista de CubaNet, es una de las afectadas. Según ha contado en dicha comparecencia, a ella le aplicaron la 'ley azote' --como se ha referido al Decreto Ley 370-- por difundir por redes sociales un artículo del medio cubano sobre "las largas colas en La Habana para conseguir alimentos en medio del confinamiento". Le pusieron una multa de 3.000 pesos (unos 100 euros) y le confiscaron el teléfono móvil.
Asimismo, la ONG señala que, "a fin de no dejar huella o rastro documental, no se entrega a las víctimas resolución administrativa escrita en la que se detallen los hechos violatorios, las facultades de aplicación o los razonamientos de derecho que justifican la acción sancionadora, circunstancia esencial que impide su derecho material y técnico de defensa, así como el de recurrir a instancias superiores en recursos de apelación u otros que establece la propia legislación".
"El nivel de ejecución, impunidad, ferocidad y amplitud con el que se persigue a dichas víctimas debe encuadrarse como un crimen de lesa humanidad perpetrado por un Estado concreto, aislable, tipificable, que traspasa todos los límites legales y viola flagrantemente los Derechos Humanos en múltiples facetas, por lo que las organizaciones supranacionales, aún con el débil margen de maniobra que tienen en un Estado como Cuba, deben actuar a la mayor celeridad", reclama Prisoners Defenders.
La ONG recoge en su denuncia 33 casos de 23 víctimas de sanciones pecuniarias y de diez víctimas de "gravísimas amenazas y coacciones", si bien se muestra segura, de acuerdo con el "acervo popular", de que "cada vez más personas lo padecen". 
Según sus cálculos, el Decreto Ley 370 podría haber alcanzado "como poco" a entre 500 y mil personas, "entre civiles, funcionarios y actores sociales en pro de los Derechos Humanos en Cuba".
"Resulta obvio que esta tendencia represiva podrá alcanzar a muchos miles personas en los próximos meses/años si no se paraliza la descrita represión gubernamental y el Gobierno no recibe la presión de realizar cambios que sean compatibles con los Derechos Humanos fundamentales respecto a la libertad de expresión y de opinión, entre otras", alerta Prisoners Defenders.
El artista Amaury Pacheco, del Movimiento San Isidro, ha atribuido el Decreto Ley 370 y sus precedentes al creciente uso de Internet y las redes sociales por parte de todos los cubanos, no solo los activistas y disidentes. 
"Por eso el 370 es súper importante para ellos (el Gobierno), porque se ha abierto un espacio donde el cubano está debatiendo y debatiendo", ha apuntado en el encuentro digital.
Acosta ha puesto el foco sobre el "efecto ejemplarizante" de esta norma, esgrimiendo que el objetivo sería "silenciar no solo a la prensa independiente sino a todos aquellos que piensan diferente".
A este respecto, el líder opositor José Daniel Ferrer, jefe de la UNPACU, ha contado que cada vez más gente se niega a que "se escuche su voz" por "temor a las consecuencias". 
"Si el pueblo ni siquiera puede decir lo que está pasando, ¿cómo vamos a buscarle solución, cuando se reprime al que aboga por el necesario cambio para salir de tan terrible situación?", ha planteado.

lunes, 15 de junio de 2020

Javier Moreno vuelve a dirigir 'El País' en sustitución de Soledad Gallego-Díaz

MADRID.- Javier Moreno Barber volverá a dirigir desde este martes el diario 'El País' tras haberlo hecho entre 2006 y 2014, en sustitución de la periodista Soledad Gallego-Díaz, que ha ocupado este puesto desde junio de 2018.

Fuentes de la redacción han informado del relevo este lunes, a falta de la confirmación por parte del Consejo de Administración del Grupo Prisa.
Javier Moreno asumió esta misma responsabilidad el 4 de mayo de 2006, tras sustituir a Jesús Ceberio, fecha en la que el rotativo celebraba además su 30 aniversario.
Nacido en París en 1963, es licenciado en Ciencias Químicas, especialidad de industrial, por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo de la Escuela UAM/EL PAIS (1992).
Su trayectoria profesional periodística se ha desarrollado en este diario, donde fue redactor de la sección de Economía (1993-1994) y jefe de Redacción en la edición del diario en México (1994-1997).
De regreso a Madrid en 1997 se incorporó a la sección de Internacional, donde coordinó la edición latinoamericana y fue enviado especial a distintos acontecimientos.
En 1999 accedió a la jefatura de la sección de Economía y en 2002 a la corresponsalía del diario en Alemania y, en enero del año siguiente, fue nombrado director del periódico económico "Cinco Días"; desde junio de ese año, compaginó este cargo con el de subdirector de la edición dominical de 'El País' hasta que el 16 de septiembre del 2005 fue designado director adjunto del periódico.
Mientras, Gallego-Díaz (Madrid, 1951), que sustituyó a Antonio Caño al frente de 'El País' en junio de 2018, convirtiéndose en la primera mujer en dirigirlo, ha estado vinculada a este medio desde sus primeros años: en él ha ejercido de corresponsal en Bruselas, París, Londres, Buenos Aires y Nueva York y ha desempeñado las tareas de subdirectora, directora adjunta y defensora del lector.
Respetada por su faceta de analista política, la informadora fue conocedora de la mayoría de los personajes que protagonizaron la Transición, época en la que destacó por sus informaciones y crónicas sobre el proceso democrático.
Fue ella quien publicó la primicia del primer borrador del texto constitucional, elaborado por los siete representantes de los partidos políticos.
También ha destacado su defensa del papel de la mujer en la profesión periodística: además de crear la sección Mujeres en 'El País', secundó el manifiesto contra el machismo y la desigualdad en los medios de comunicación del movimiento Las Periodistas Paramos, que surgió en torno a las movilizaciones feministas del pasado 8M.

Temor por la libertad de prensa en Filipinas tras la condena a una periodista crítica con Duterte

MANILA.- La jefa de una página web de noticias filipina conocida por su duro escrutinio del presidente Rodrigo Duterte fue condenada por difamación el lunes y se enfrenta a una larga pena de cárcel en lo que se considera un golpe a la libertad de los medios de comunicación en el país. 

Maria Ressa, directora ejecutiva de Rappler (www.rappler.com) y experiodista de la CNN, fue acusada de “ciberdifamación” por un artículo de 2012 que vinculaba a un empresario con actividades ilegales.
Al dictar el veredicto, la juez Rainelda Estacio-Montesa dijo que el ejercicio de una libertad “debería y debe ser utilizado con el debido respeto a la libertad de los demás”.
Ressa, que tiene doble nacionalidad estadounidense y filipina, se enfrenta a seis años de cárcel, según la juez.
Tras conocer el fallo, Ressa prometió no iba a ser silenciada y acusó al poder judicial de convertirse en cómplice de una campaña para sofocar la libertad de prensa.
“La libertad de prensa es la base de todos y cada uno de los derechos de los ciudadanos filipinos”, dijo ante periodistas. “Estamos al borde del precipicio, si caemos ya no somos una democracia”.
Reynaldo Santos, exinvestigador y escritor en Rappler, también fue hallado culpable en el caso. A Ressa y Santos se les permitió pagar la fianza en espera de una apelación.
El portavoz presidencial Harry Roque dijo que Duterte apoyaba la libertad de expresión y que fue una administración anterior la que impulsó la ley de “ciberdifamación”.
“Nunca hubo una instancia en la que el presidente presentara un caso de difamación contra un periodista”, dijo Roque en una rueda de prensa.
El veredicto se produce después de que el regulador de telecomunicaciones causara una gran conmoción el mes pasado al cerrar la principal emisora del país, ABS-CBN Corp, que había criticado regularmente a Duterte, después de que su licencia expirara. 
También se espera que Duterte firme pronto un proyecto de ley antiterrorista, que los activistas temen que pueda ser utilizado para suprimir la libertad de expresión y acosar a quienes desafían al gobierno. El Gobierno ha dicho que el proyecto de ley se inspira en los utilizados en países que han tratado eficazmente el extremismo.
La abogado de derechos humanos, Amal Clooney, que forma parte del equipo legal que representa a Ressa, calificó la condena de “una afrenta al estado de derecho, una dura advertencia a la prensa y un golpe a la democracia en Filipinas”.
“Espero que el tribunal de apelaciones aclare las cosas en este caso. Y que Estados Unidos tome medidas para proteger a sus ciudadanos y los valores de su Constitución”, dijo Clooney en una declaración.
Los legisladores estadounidenses han criticado anteriormente lo que consideran un acoso.

miércoles, 3 de junio de 2020

Los periodistas españoles regresarán al Congreso de los Diputados a partir del 10 de junio

MADRID.- Los medios de comunicación regresarán al Congreso de los Diputados en España a partir del próximo 10 de junio para cubrir el pleno de esa jornada, después de casi tres meses sin poder acceder a las instalaciones de la Cámara Baja desde que se decretó el estado de alarma el pasado 15 de marzo por la pandemia de coronavirus.

Según han informado los servicios de prensa del Congreso, por el momento en esta primera etapa de desescalada los periodistas solo podrán asistir a los plenos.
Además, se establece un número máximo de 30 informadores, uno por medio de comunicación acreditado y dos en el caso de las televisiones.
No podrán entrar cámaras de televisión al edificio de Congreso aunque sí podrán estar instaladas en el exterior, en la zona de los leones.
En todo caso, se garantizará la distancia interpersonal de al menos dos metros en los espacios de trabajo y en las zonas comunes, se deberá utilizar mascarilla y se limitarán los desplazamientos en el interior de los edificios.
Se evitarán las actividades que conlleven riesgo de aglomeración, respetando el aforo máximo permitido y manteniendo el número limitado de personal de la Cámara en turno presencial.