domingo, 29 de noviembre de 2020

José Martí Gómez, maestro de periodistas: "Antes había más libertad para acceder a las fuentes"


 BARCELONA.- Enric González le definió como el mejor reportero de España. Un colega al que comento que voy a entrevistarle me contesta emocionado que para él simplemente es Dios. Como González, mi amigo es de los que acostumbra a tener razón, incluso cuando parece que exagera. A José Martí Gómez estos halagos y otros le despiertan una media sonrisa pícara que tanto puede ser de sonrojo como de contento. A sus 83 años conserva una memoria que le permite rememorar muchas más anécdotas de las que ha resumido en sus libros. Sigue llamando a algunas de las que han sido sus fuentes durante décadas para intercambiar opiniones y rememora los tiempos en los que hablar con un ministro o un comisario no era tan difícil como ahora.  

"La profesión de atracador está tan en crisis como la de periodista", resume. Confiesa que se siente feliz viendo todas las informaciones que están apareciendo sobre el rey Juan Carlos y explica que Jordi Pujol hace un tiempo le resumió su legado con una metáfora que él comparte: "Un buen tapiz estropeado con una cagada final".  

‘El Martí’, que es como firma sus correos electrónicos, explica que es Josep para consumo catalán y José para consumo español, porque no se siente cómodo ni con unos ni con otros. En eso es como el dibujante Perich, que cuando se enfadaba con unos se llamaba Jaume y cuando lo hacía con los otros prefería ser Jaime. 

Ahora escribe un blog y es muy activo en Twitter porque su nieto le explicó que si no lo hacía se quedaría anticuado. El chaval vive en Estados Unidos y ya le ha dicho que cuando pueda venir le montará también un podcast.

Explica que el periodismo le ha permitido vivir muchas vidas, la de las muchas gentes que ha conocido. ¿Habría cambiado su vida por alguna de esas que conoció tan de cerca? 

Hubo vidas que me interesaron y me apasionaron mucho, no sé si hasta el punto de cambiarlas por la mía. Me marcó mucho la actitud y las historias que contaban los supervivientes de Auschwitz. Me impresionó también gente que estaba en la clandestinidad y con la que no supimos ser agradecidos cuando llegó la democracia a España. Y durante todos los años que me dediqué a la crónica judicial me marcaron juicios como el de la matanza de Atocha, en el que los asesinos se comportaron de forma chulesca, o el juicio por el aceite de colza, en el que veías a personas que todavía sufrían las consecuencias de ese envenenamiento que se produjo por pura codicia.  

¿Sigue pensando que este oficio es el más hermoso del mundo?

Si te gusta, sí. Porque te permite vivir tu vida y la de mucha gente desde el momento que te la cuentan. Es un oficio que te enseña muchas cosas y que se aprende cada día. A mi edad se puede seguir aprendiendo.

En una entrevista decía que el periodista veterano con agallas para enfrentarse al poder va desapareciendo de las redacciones y que la gente joven en precario no está para el martirio. Tal vez lo que pasa es que hay muchos medios que no se atreven con el poder pero no porque no haya periodistas con agallas sino porque sus nóminas dependen en gran parte del poder, ¿no?

La prensa escrita sufre ahora una crisis muy profunda. Es probable que en un futuro no muy lejano desaparezca como un formato diario y los periódicos se conviertan en semanarios. Los que sigan deberán ser de mucha calidad y muy definidos ideológicamente. En Londres, cuando la gente leía diarios en el metro, sabías que si estaban con el Guardian eran laboristas y si leían The Telegraph sabías que votaban conservador. Hablamos de diarios muy bien informados en los que se separaba muy bien la información de la opinión. Un redactor de The Guardian pescó en un café a Harold Wilson, que entonces era el líder laborista, leyendo el Telegraph. Y cuando le preguntó le contestó: "Leo la información porque es muy buena y me salto la Opinión porque se que me ataca".

Igual ahora hay muchos periódicos en los que la diferencia entre información y opinión a menudo es indetectable.

Es así, a menudo no está nada clara. 

Muchos periodistas quieren hacer reportajes pero usted calcula que un 90% de ellos escriben un par y lo dejan porque es un género duro de pelar. De todos los reportajes que ha firmado, ¿cuáles recuerda cómo los más difíciles?

Hice uno sobre las minas de Asturias, en la época en la que morían muchos mineros, que fue duro porque veías los entierros, las familias destrozadas, la crisis económica ya latente en ese sector...También fueron duros los que escribí en el País Vasco en la época del terrorismo. Recuerdo un funeral en el que Carlos Garaicoechea, que entonces era el lehendakari, salió corriendo de la iglesia y preguntando a un escolta '¿dónde está el coche, dónde está el coche?' porque detrás tenía una mujer gritando y llamándole asesino.

¿A la hora de escribir reportajes, pero también en otros géneros, lo que falta es pisar más la calle y lo que sobra son tantas consultas en Google?

Eso seguro. El otro día escuchaba cómo se defendía la digitalización de la medicina pero se añadía que no hay que mirar solo la pantalla sino que hay que acercarse al paciente. La vida del periodista está en la calle. Otra cosa es el redactor que trabaja en Opinión u otras secciones. Pero uno que esté en la de Local o en crónica judicial tiene que salir. También es verdad que antes había más libertad para acceder a las fuentes. Ahora todo se quiere centralizar en los gabinetes de comunicación.   

¿Con alguno de los protagonistas de los casos que siguió ha mantenido después el contacto?

Con los asesinos siempre me ha dado miedo en el sentido de que me podía meter en algún lío. Con delincuentes no violentos y atracadores sí que he tenido algunos contactos. La profesión de atracador está tan en crisis como la de periodista. Me acuerdo de un atracador, Jorge Rojano Carrasco, que hablaba de los atracos como si fuese un empleado de banca, refiriéndose a la prospección de mercado o a botines no rentables. El atracador profesional no era peligroso. Lo peor de esa época eran los que daban los golpes bajo el síndrome de abstinencia. 

En su vida ha recibido 27 querellas y fue absuelto de las 27. No son pocas.

Lo que pasaba es que había una agrupación, la que es ahora Jueces para la Democracia, que me conocía y a veces me pasaba información. Cuando la publicaba, aparecía un fiscal conservador y se querellaba. Daba la casualidad de que la querella iba a parar al juez que me había dado la noticia. Así que llegaba el día, yo me sentaba delante del juez y él me preguntaba: "¿Usted ha escrito esto?" Yo le contestaba que sí y entonces él añadía: "Una desgraciada información". A lo que yo solo respondía: "Qué quiere que le diga". Y entonces, mirando a la secretaria, el juez le pedía lo siguiente: "Escriba que reconoce que es una desgraciada información y que en ningún momento ha tenido la intención de injuriar a la judicatura, por la que siente un absoluto respeto". Me hacía tres preguntas más similares, yo firmaba, y ya estaba. Lo mejor es que cuando nos volvíamos a encontrar con el juez él mismo me decía: "Bueno, y ahora te voy a contar la segunda parte de la información que publicaste".

¿En la pugna política actual para decidir la cúpula del poder judicial es de los que piensa que hay jueces que intentan hacer de políticos y al revés?

Estoy indignado, dolido y decepcionado. La judicatura es un poder fáctico y conservador. Me invitaron a dar una conferencia en la Escuela Judicial, aquí en Barcelona, y cuando llegó el coloquio, las preguntas de los alumnos eran de personas absolutamente conservadoras. 

¿Qué piensa de cómo se está informando sobre la pandemia?

Diría que se está haciendo bien, teniendo en cuenta que a menudo la gente quiere escuchar solo lo que quiere que le digan y que es muy difícil informar sobre un tema tan complejo. 

¿Han faltado imágenes duras que ayudasen a mostrar mejor la realidad de lo que está pasando?

Yo lo que sé es lo que me contó una enfermera amiga mía cuando un día fui a buscarla a la salida del hospital y me dijo que allí dentro la situación era muy dura. Cogía la mano a un paciente que iba a morir pero no podía quedarse porque tenía otra mano, otro paciente, que la estaba esperando porque también se estaba muriendo. 

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

Fallece la periodista Mariví Romero, la primera crítica taurina en España


BENIDORM.- La periodista Mariví Romero, considerada la primera crítica taurina en España, ha fallecido este viernes en Benidorm, a los 81 años, a causa de una insuficiencia respiratoria, según han indicado fuentes de la familia. 

Mariví Romero, hija del también periodista Emilio Romero, estaba afincada en Benidorm desde hacía muchos años, ciudad con la que tenía una gran vinculación y en la que su padre da nombre a una calle.

Las mismas fuentes han precisado que el cuerpo ha sido trasladado al tanatorio Marina Baixa, en donde mañana, sábado, se oficiará un acto religioso antes de ser incinerado. 

Mariví Romero estudió Periodismo y Filosofía y Letras, empezó a trabajar en el diario 'Pueblo', que dirigió su padre, y en 1971 ingresó en Televisión Española para comentar la actualidad del toro. 

Desde 1973 a 1983 estuvo al frente del programa 'Revista de toros'. Una vez finalizada esa etapa, escribió en el diario 'Ya' hasta 1989. Su última trayectoria transcurrió ligada a las ondas, tanto en la cadena Cope como en Onda Cero.

Prensa Ibérica, con 1,5 millones, y la Ser, con 906.000 euros, encabezan en 2019 el reparto de publicidad del Gobierno valenciano

 VALENCIA.- Por cuarto año consecutivo, el Gobierno valenciano ha colgado en el portal de transparencia GVA Oberta el desglose de sus gastos en publicidad institucional, en este caso correspondientes a 2019, un ingreso cada vez más significativo para los medios de comunicación en una época de crisis. Como en años anteriores, el grupo Prensa Ibérica y la Cadena Ser son las empresas periodísticas que más fondos públicos obtienen del Ejecutivo valenciano que preside Ximo Puig, según recoge www.eldiario.es

El grupo Prensa Ibérica, editor de los diarios Levante-EMV de València, Información de Alicante y Mediterráneo de Castelló, recibió 1.531.337 euros (Levante-EMV y Levante TV suman 531.853 euros, Información alcanza los 632.182 euros y Mediterráneo obtiene 367.298 euros). La Cadena Ser, perteneciente al Grupo Prisa, suma 906.359 euros, en gran parte provenientes de Presidencia —218.303 euros—. El diario El País, del mismo grupo, alcanza, incluyendo suplementos como Babelia o Retina, los 291.564 euros, con lo que Prisa obtiene en total del Gobierno de Ximo Puig 1.197.923 euros.

El diario Las Provincias se lleva 422.797 euros mientras que Abc alcanza los 145.533 euros. Ambos son del grupo Vocento. Por detrás se sitúa el diario La Razón que obtiene 94.744 euros (de los cuales 62.438 proceden de Presidencia).

En el ámbito radiofónico, detrás de la Ser se sitúan la cadena Cope, con 365.730 euros y Onda Cero, que obtiene 287.476. 

De los principales diarios digitales valencianos, el grupo Plaza (empresa editora de ValenciaPlaza y de sus ediciones de Murcia, Alicante y Castelló y de la revista Plaza) alcanza los 239.937. De esa cantidad total, la revista Plaza ingresa 73.272 euros de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte). Por otra parte, elDiario.es obtiene un total de 175.062 euros.

La Generalitat Valenciana ha disparado en 2019 la publicidad institucional, alcanzando los 12,09 millones de euros (7,2 millones el año anterior). 

jueves, 26 de noviembre de 2020

2020: El año con más homicidios de periodistas en México en la última década

 MÉXICO.- México registra este año 19 homicidios de periodistas, la cifra más alta en la última década, según datos oficiales divulgados el miércoles, con un repunte en los últimos tres años de hasta 54 comunicadores, en un país situado entre los mas peligrosos del planeta para esa profesión.

Desde hace años, grupos de defensa de la libertad de expresión incluyen a la nación entre los territorios con mayor violencia contra la prensa, al lado de países en guerra, mientras organizaciones como la ONU piden a sus autoridades acciones más efectivas contra el fenómeno.

En una rueda de prensa, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, detalló que desde 2010 los periodistas mexicanos han padecido “una década de enorme violencia”, con un total de 138 homicidios, un problema que se ha intensificado en fechas recientes.

“En los últimos tres años (los homicidios de periodistas) han tenido un repunte significativo y reconocer que este año es lamentablemente el año en que se han cometido el mayor número de homicidios en la última década, alcanzando la cifra de 19”, afirmó.

Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder hace casi dos años ha habido 38 de estos casos, el 13% de ellos con mujeres como víctimas.

La violencia ha alcanzado incluso a comunicadores incorporados al gubernamental Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, con seis homicidios de reporteros amparados por esa asistencia desde 2017.

Además, en los últimos cinco años se han registrado 1,052 agresiones contra periodistas, que van desde golpes, lesiones y amenazas hasta ataques contra sus oficinas. Más del 40% han sido atribuidas a servidores públicos, a los que también se vincula con el 9% de las muertes desde diciembre de 2018.

Entre los motivos que explican esta problemática sobresale la impunidad. “Solamente el 5% de los 38 homicidios cometidos en esta administración tiene sentencia”, reconoció Encinas.

La Eurocamara denuncia la violencia y el acoso contra periodistas en la UE

 BRUSELAS.- El Parlamento Europeo ha denunciado este miércoles la violencia y el acoso que sufren los periodistas en la Unión Europea por ejercer su profesión, así como de un "creciente patrón de intimidación", apuntando a los intentos de gobiernos de algunos estados miembros por "silenciar a los medios críticos".

En una resolución adoptada con 553 votos a favor, la Eurocámara ha expresado este miércoles su preocupación por el estado de la libertad de prensa en la Unión, en particular en algunos estados miembros en los que se socava el derecho a información y el pluralismo.

El texto ha alertado del "creciente patrón de intimidación" contra periodistas, recordando los asesinatos de Daphne Caruana en Malta y Jan Kuciak en Eslovaquia. Por ello, los parlamentarios piden a los líderes políticos que eviten denigrar a los periodistas y les recuerdan que tienen la obligación de investigar los ataques a la prensa.

En su crítica, los eurodiputados han señalado la situación de algunos medios públicos que se han convertido en "ejemplo de propaganda gubernamental". En este sentido han subrayado que la libertad de prensa, el pluralismo y la independencia de los periodistas son componentes cruciales para asegurar la libertad de expresión y de información.

La resolución advierte de que la libertad de prensa se ha visto "deteriorada" los últimos años en la Unión y la pandemia de coronavirus ha acrecentado la regresión. Y señala a su vez la concentración empresarial de los medios de comunicación como otro de los fenómenos que cercenan la libertad de prensa. Para ello piden a Bruselas que evalúe la transparencia de la propiedad de medios y las interferencias privadas y públicas en el sector.

Por último, la iniciativa apunta al panorama en la red, por lo que reclama a la Comisión un marco legal más fuerte que evite y combata el creciente discurso de odio en las redes, así como pide más colaboración entre autoridades y plataformas digitales para controlar la desinformación en la red.

lunes, 23 de noviembre de 2020

"Prisa" y el combate por las libertades / Jesús Cacho *

 

“Polanco es un poder fáctico pluridimensional, equivalente a lo que en épocas pretéritas representaron, juntos o por separado, la Iglesia, la banca o el Ejército (...) Cualquier españolito puede educarse con los libros de texto de Santillana, bailar al ritmo de Los 40 principales, estar informado leyendo El País o escuchando la SER, invertir su dinero con la ayuda de Cinco Días, seguir los avatares de su equipo con el diario As, aficionarse a la literatura con los libros de Alfaguara, salir de viaje con las guías El País-Aguilar, tomarse unas vacaciones en los hoteles de la Cadena Tropical, regalar discos comprados en Crisol, animarse los viernes noche con el porno de Canal Plus o ver una película producida por Sogetec en uno de los multicines de Lusomundo. 

En España es posible cruzar desde la infancia hasta al senectud sin abandonar un solo día la senda marcada por Jesús del Gran Poder Polanco Gutiérrez. Un poder ciertamente formidable. Y una capacidad no menos vigorosa para moldear el pensamiento de millones de españoles”. El párrafo transcrito pertenece al capítulo 3 de 'El negocio de la libertad', editorial Foca (1998), y resume ajustadamente la importancia que el imperio mediático creado por Polanco ha tenido en los últimos 40 años de vida española.  

Un imperio cuya importancia terminaría rebasando con mucho a su creador, porque, incluso en la época del esplendor en la yerba del editor, Prisa fue y ha sido siempre mucho más que Jesús Polanco. Prisa, en efecto, ha sido Polanco y lo más granado del capitalismo patrio. Prisa ha sido los Botín, los March, los Ybarra, los Albertos, los Fainé, los Isidoros, los Florentinos… no pocos de los cuales se sentaron en su consejo de administración. Ellos y el conjunto de intereses que se mueve en su derredor. 

Si a ello añadimos la especialísima relación que siempre ha unido al grupo con el PSOE, llegaremos a la conclusión de que Prisa ha sido la quintaesencia del Sistema, la columna vertebral del Régimen del 78: la banca, las grandes fortunas, la Corona perfectamente acoplada con el socialismo, el PP, el PSOE, la derecha nacionalista en Cataluña y País Vasco y naturalmente el único poder fáctico que realmente ha existido en las últimas cuatro décadas: el Grupo Prisa de Jesús Polanco

Un sistema que ha pivotado en torno a un eje formado, de abajo arriba, por Polanco, Felipe González y Juan Carlos I. El trío que hizo de la libertad un negocio, además de un estilo de vida ligado a una serie de valores que, con el paso del tiempo, se fueron diluyendo en el ácido de una corrupción galopante.

En realidad, a Prisa solo le faltó durante la Transición contar con una funeraria para poder decir que era muy capaz de monitorizar la vida de cualquier ciudadano desde la cuna a la tumba. No la habrá tenido, pero el grupo ha pretendido enterrar a mucha gente en vida, ha “matado” civilmente a muchos que se resistieron al rodillo de un grupo (“el que me echa un pulso lo pierde”, “en este país no hay cojones para negarme a mí una televisión”) fuera del cual parecía no haber vida inteligente. 

La llegada a Moncloa de José María Aznar en 1996 supuso un choque de difícil digestión para un Polanco, falangista en su juventud, convencido de que el PP era “franquismo puro y duro”, que se convertiría en la única oposición real al Gobierno de la derecha. Los miedos del editor terminaron siendo infundados, porque Aznar no había venido dispuesto a levantar ninguna alfombra y mucho menos a abordar el saneamiento radical de unas instituciones ya entonces muy tocadas por la corrupción felipista. Lo del PP fue puro continuismo o la vuelta al sistema del “turno”, de Cánovas a Sagasta y de Sagasta a Cánovas, y a vivir que son dos días chupando tutti insieme del erario público.   

De aquel gran grupo que, como el III Reich, iba a durar mil años, no quedan a estas alturas más que las raspas. El responsable de tan espectacular deriva tiene nombre y apellido, Juan Luis Cebrián, uno de los indiscutibles protagonistas de la Transición, un franquista, el último, convertido en demócrata, el primero en cuanto venteó el final del franquismo, que a la muerte del editor, julio de 2007, se hizo con las riendas del negocio como consejero delegado bajo la presidencia, puramente nominal, de Ignacio Polanco, que es sabido que el mayor problema de la empresa familiar suele ser la familia. 

Como mandamás del grupo, la academia sueca premió a Cebrián con el Nobel de Economía y Finanzas cuando, a finales de 2007, con la burbuja de las subprime a punto de estallar en EEUU, decidió lanzar una OPA sobre el 100% de Sogecable con la acción en máximos históricos, una decisión que catapultó la deuda del grupo por encima de los 5.000 millones, poniendo en grave riesgo su sostenibilidad. Los 28 euros por acción ofrecidos equivalían a un PER de 62 veces los beneficios de 2007. Una auténtica barbaridad teniendo en cuenta que el PER histórico de la Bolsa española ronda 14 veces los beneficios. A partir de entonces todo han sido miserias para el grupo.

Tarde de copas en el Arahy

Lo que no ha cambiado un milímetro ha sido la servidumbre del imperio hacia el Partido Socialista o viceversa, porque nunca se ha sabido bien la naturaleza de las relaciones entre Prisa y el PSOE, quién es el verdadero capo de quién. La era Aznar pasó como pasan las glorias de este mundo, aunque esta vez con un baño de sangre. La venganza, ese plato que se sirve frío, llegó para Prisa con ocasión de los atentados del 11-M (2004): un Pérez Rubalcaba exigiendo “un presidente que no mienta” y una SER dando pelos y señales del terrorista hallado muerto en los trenes “con tres capas de calzoncillos”. Aquel audaz golpe de mano provocó un terremoto electoral que tres días más tarde auparía a la presidencia a Rodríguez Zapatero tras unas elecciones que tenía ganadas Mariano Rajoy

Triunfador en las generales del 20-N de 2011, el de Pontevedra, uno de los personajes más lamentables, por vago y pusilánime, que han desfilado por la derecha española, se apresuró a devolver el favor rescatando a Prisa de la quiebra, Soraya al aparato, mediante la capitalización de gran parte de la deuda que el grupo mantenía con la banca, al punto de que, en la última década, Santander, Caixabank y Telefónica han sido los arbotantes que han sostenido ese tambaleante edificio. Mariano y Soraya hicieron más: contribuyeron decisivamente a crear el duopolio televisivo de Atresmedia y Mediaset, hoy fervorosamente entregado a la causa del sanchismo, alimentaron en La Sexta al monstruo que es hoy Podemos y terminaron regalando la presidencia a Pedro Sánchez tras una tarde-noche loca de copas en el restaurante Arahy.   

Curiosamente, tales avatares coincidieron con la etapa más centrada del grupo y de su estandarte, El País, bajo la dirección de Antonio Caño, cuyo posicionamiento editorial resultó capital para superar el envite que el separatismo planteó al Estado en octubre de 2017 a cuenta del procés, incluida la implantación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, una oportunidad inmediatamente después malgastada por el mendaz Rajoy. Todo se vino abajo con el golpe de mano auspiciado en la calle Miguel Yuste, junio de 2018, por un Pedro Sánchez que se acababa de hacer con la presidencia del Gobierno con la ayuda de los enemigos de la nación de ciudadanos libres e iguales. Pedro y su banda.
 

Con el aliento del ala más radical de la redacción, capitaneada por Sol Gallego–Díaz y Joaquín Estefanía, Sánchez se vengaba de aquellos tremendos editoriales que Caño le había dedicado en el otoño de 2016, cuando el sujeto resultó despedido de Ferraz con una patada en el culo: “Sánchez ha resultado no ser un dirigente cabal, sino un insensato sin escrúpulos que no duda en destruir el partido que con tanto desacierto ha dirigido antes que reconocer su enorme fracaso”, editorial 'Salvar al PSOE. El cese inevitable y legítimo de Pedro Sánchez es la única salida para el partido'. Todo el equipo de Caño, entre ellos Álvaro Nieto, director adjunto de Vozpópuli, fue fusilado al amanecer del 11 de junio de 2018, incluido un Pérez Rubalcaba, toda una institución en la casa, que durante años había formado parte del Comité Editorial.   

Con El País convertido en un panfleto al servicio del “insensato sin escrúpulos” y su proyecto totalitario, nada ha cambiado, sin embargo, en la cuesta abajo por la que se desliza un grupo financieramente quebrado (182,3 millones perdidos en 2019, menos, en todo caso, que los 269,3 de 2018) y artificialmente sostenido por sus acreedores bancarios. El pasado 19 de octubre, la sociedad anunció la venta de la parte española de Santillana por 465 millones, así como la refinanciación de 1.148 millones de deuda con vencimiento a marzo de 2025 y coste medio del 7% durante la vida del contrato. La operación permite al consejero delegado, Manuel Mirat, contar con gasolina para abordar la separación de las actividades de la compañía en dos grupos, Educación y Media. 

La parte del león estará en el negocio latinoamericano de Santillana, el único operador global de educación presente en todos los países del subcontinente, incluido Brasil, con 30 millones de alumnos en 22 países. La pata pobre será el negocio de Media, con El País y la SER como estrellas menguantes. Una segregación que hay que entender como una declaración de intenciones de la gerencia: el deseo de poner a la venta los activos de medios (Prisa Noticias, editora de El País entre otras cabeceras, registró un ebitda negativo de 17 millones a 30 de septiembre, cifra que era de 6,2 millones negativos en Prisa Radio).

En esto ha quedado el gran imperio creado en su día por Jesús Polanco, perfecto paradigma de la aventura vital recorrida por España tras la muerte de Franco. El régimen del 78 y el grupo Prisa nacieron a la vez, a la vez se fueron pudriendo con la corrupción dineraria y la otra, las más peligrosa, la más letal, la de los valores, y ambos han llegado hasta aquí arrastrando sus miserias en un paralelismo aterrador por esta España que se cae a pedazos. 

Antes de que la compañía lleve a cabo el split anunciado y aclare qué parte de la deuda corresponde a cada una de las divisiones del negocio, el antiguo empresario lechero asturiano y hoy perejil en todas las salsas que se cocinan en la capital, Blas Herrero, lanzó esta semana una oferta por los activos editoriales del grupo por importe de 200 millones que este viernes fue rechazada de plano por su Consejo. Un ridículo histórico o quizá no tanto, porque el lechero podría haber sido la liebre lanzada por algún listo para fijar precio, al menos precio mínimo, aunque hay quien lo reduce todo al intento del aludido, que había pasado por el despacho de Iván Redondo en Moncloa, de hacer un favor a Sánchez. 

Con una capacidad para generar cash muy limitada, el negocio de los media es hoy apenas terreno abonado para pillos, oportunistas y cazadores de recompensas, además de especialistas en tráfico de influencias, más o menos en la estela de un Polanco que nunca fue un editor vocacional –algo de lo que siempre ha carecido nuestro país-, sino un hombre dispuesto a hacer negocios variopintos a la sombra de los ricos del lugar y a rebufo de la importancia creciente –y del miedo que inspiraba entre el patriciado- de su “cañón Bertha”.

Batalla por la supervivencia

En la crítica situación por la que atraviesa España, con un presidente decidido a gobernar para media España con el respaldo parlamentario de grupos y partidos empeñados en la ruptura de la nación (aterrador el vídeo de Arnaldo Otegui que ayer circuló por redes sociales: 

“Los independentistas vascos y vascas estamos dispuestos a colaborar en la democratización del Estado (…) pero ese proceso no se va a dar (…) por eso le quiero pedir a esos sectores que hoy articulan la nueva izquierda que sean honestos (…) y el día que se demuestre que esa democratización es imposible, sumaros a los independentistas en las naciones del Estado para poner en marcha procesos constituyentes (…) porque para que algún día España sea roja, republicana y laica, esa España tendrá que estar antes rota”), el control de El País –que sigue siendo el diario más influyente en español- y de la SER, con su potente red de emisoras, se antoja pieza clave en la batalla política que se avecina por la supervivencia de la nación. 

Y en la actual correlación de fuerzas, esa pieza jamás se le escapará a Pedro y su banda; en modo alguno Pedro & Pablo (que piensa lo mismo que Otegui en lo que a la España “roja y rota” atañe) permitirán que esos medios viren hacia el constitucionalismo y la pluralidad democrática.

 Hace tiempo que se viene hablando de una operación patrocinada por Redondo, el Rasputín de Moncloa, dirigida a concitar una oferta por El País y la SER que estaría comandada por José Miguel Contreras y sus amigos (lanzados en su día al estrellato por Zapatero), con dinero de un fondo de inversión que les permitiría comprar los paquetes de Telefónica (9%), Santander (4%) y el fondo Amber del armenio Joseph Oughourlian (29%), una solución que contaría con las bendiciones del soviet periodístico que controla la redacción de El País. Miel sobre hojuelas. 

Intrascendente en términos económico-financieros, lo que ocurra con los medios de Prisa será, sin embargo, asunto de la mayor importancia política con vistas al resultado de esa partida a cara de perro en la que España se va a jugar su supervivencia entre las naciones libres del mundo. Lo acaba de decir Emmanuel Macron, implicado en otra dura guerra, esta contra el islamismo radical, en una larga entrevista concedida a Le grand continent: “El combate de nuestra generación en Europa será un combate por nuestras libertades”. 

Un combate que en España ya estamos librando y que vamos perdiendo por goleada.

 

(*) Columnista

 

https://amp.vozpopuli.com/opinion/prisa-herrero-cacho_0_1412259269.html

Finalmente 'Prensa Ibérica' presenta un ERE con 22 despidos en el diario ‘Información’ de Alicante

  MADRID.- En las últimas semanas, Prensa Ibérica ha anunciado los primeros recortes en varias de sus cabeceras para paliar la crisis provocada por la pandemia. Si en un primer momento el grupo de Javier Moll ejecutó un ERE en dos de sus cabeceras de las islas Baleares, ahora ha anunciado el despido de 22 trabajadores dela plantilla de la Información de Alicante, 17 de ellos, periodistas, según PR Noticias.

Inicialmente se esperaba que el ERE afectara a un 10% de la plantilla –entre 14 o 15 empleados- no obstante, la cifra se ha aumentado hasta superar la veintena de despidos. Una vez más, es el periodismo local –y especialmente la prensa escrita- se convierte en el peor parado tal y como pasó en la crisis de 2008.

Desde organizaciones como FAPE, se han mostrado contrarios a esta decisión y  hacen hincapié en que en el momento que atravesamos se hace más necesario que nunca que la sociedad conozca qué pasa en su entorno. Desde este organismo aseguran que debido a los recortes que están  mermando a los medios, el ciudadano recurre a canales de información alternativos que dan pie a la desinformación.

Más despidos en Prensa Ibérica

En la última semana, representantes de UGT alertaron que el grupo que preside Javier Moll ha preparado una auditoría externa en previsión a ejecutar el despido de 400 trabajadores entre sus diferentes medios de comunicación. En este momento, son varios los comités de empresa –entre ellos el del Diario de Ibiza- que se encuentran negociando las condiciones del ERE que afectará a su plantilla.

A estos, hay que sumar los cuatro despidos que la compañía ya anunció el pasado mes de octubre en El Periódico.

domingo, 22 de noviembre de 2020

El periodismo no es oficio para necios / Elisa Beni *

 

El erotismo no es pornografía. Una transparencia no es un primer plano quirúrgico. La necesidad de una información libre y veraz o la transparencia democrática no implican que todo deba suceder ante las cámaras, que no pueda haber materias reservadas, que el secreto no sea necesario para preservar bienes mayores. El periodismo nunca ha sido oficio para necios y no debería serlo para jetas, así que siempre ha sido consciente de esa tensión no resuelta entre querer contar y no poder hacerlo, y a pesar de ello ha escrito las más limpias hojas en defensa del derecho de los ciudadanos a saber y a controlar la acción de los poderes.

Ahora todo corre devaluado y ya he localizado varias publicaciones en las que se acusa al Gobierno actual, y a su ministro de Justicia Juan Carlos Campo, de intentar una "orweliana" operación para imponer una mordaza a los medios, acusados de "trumpismo desacomplejado", por pretender devolver las aguas a su cauce y la instrucción de las causas penales a una necesaria reserva que proteja el derecho a la presunción de inocencia –ampliamente desarrollada en la directiva 2016/343– y al honor y la intimidad de personas que pueden verse implicadas en momentos iniciales de los procedimientos. 

Esta necesidad de reserva en la instrucción de procedimientos penales no es un invento del pérfido Sánchez, desde luego, ni el anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal que se maneja, y que es producto de la fusión entre el realizado por administraciones socialistas y por comisiones nombradas por el PP, pretende "cercenar el derecho de los ciudadanos a ser informados de los procedimientos en curso".

Voy a serles clara, queridos colegas y también público en general que no termina de entender la grandeza y la dificultad de este trabajo: ser periodista consiste en lograr informar de forma veraz y contrastada, obteniendo la información por medios lícitos y sin vulnerar derechos de otras personas o las leyes vigentes. Buscar información no habilita para cometer delitos ni atropellos ni vulnerar ni pisotear ni hacer trizas a otras personas. 

Me da vergüenza escribir esto, porque hace dos décadas no hubiera hecho puñetera falta. El fin de informar no justifica los medios para obtener la información. Es tan evidente que, de ser así, en vez de departamentos de investigación en los medios habría departamentos de allanamiento o de hackeo o de extorsión. Lo mismo que no se puede secuestrar a una fuente para obligarla a que te diga lo que quieres, tampoco se puede destrozar la vida de las personas para hacerte con un titular.

Les resumo el panorama. La publicidad de la Justicia alcanza su plenitud en la fase de enjuiciamiento, lo contrario sería medieval, pero precisa de la reserva y el sigilo para avanzar en las fases preliminares sin hacer más destrozos de los necesarios en vidas y haciendas y para conseguir que los datos y testimonios que se obtengan no estén viciados por lo conocido de otras partes. 

Esto era un axioma no discutido ni aquí ni en ninguna democracia. Los que llevamos décadas en esto recordamos las notas policiales con los nombres resumidos en iniciales –vale, a veces nos buscábamos la vida para averiguar de quién eran, pero lo hacíamos nosotros– y no hemos asistido jamás a una declaración en fase de instrucción –vale, a veces nos las contaban de referencia– y no hemos publicado íntegros documentos de la fase de instrucción –vale, a veces buscábamos nosotros a los testigos e intentábamos reconstruir lo que había– y con todo ello hacíamos periodismo. 

Nunca nos sentimos amordazados ni practicando un periodismo "que no tenga oxígeno suficiente", porque éramos conscientes de qué derechos comisionaban y éramos capaces de movernos con dignidad, propiedad y eficiencia sin aplastarlos.

Recuerden que hasta 2005 ni siquiera estaba claro que hubiera que dar imágenes de los juicios y que fue un pleito interpuesto por los periodistas de tribunales el que consiguió sentencia del TC para salvar ese escollo. De ese panorama, y de la expresión por parte del CGPJ de las informaciones que podían aportarse a los periodistas en fase de instrucción, y los que hemos trabajado para los jueces lo sabemos, se fue degenerando a una especie de carta blanca para que la prensa tuviera los datos de la instrucción incluso antes que las partes.

En la práctica la nula investigación sobre los funcionarios responsables de las filtraciones –por falta de medios o porque no se quería– y la especial protección constitucional a las fuentes de los periodistas ha impedido que la reserva se mantenga y, sumado a la llegada de la tecnología digital, ha convertido en la práctica la fase de instrucción judicial en una investigación bajo los focos. 

Los jueces olvidaron llevar a cabo procedimientos tecnológicos que dejaran rastro de las filtraciones, los abogados aprendieron a quitar las marcas de agua, los tribunales perdieron la vergüenza de que sus deliberaciones y sus sentencias estuvieran en los medios antes que en manos de los procuradores. Tal situación impide que los derechos de miles de personas sean protegidos. Uno puede ser periodista o cura pero tiene que comprender que esa inquisición ante todos los ojos se asemeja más a un proceso medieval que a una investigación en un Estado democrático.

Los artículos del 144 al 149 del anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal no dicen nada que no les haya explicado aquí. "Las diligencias de investigación son reservadas y no tendrán carácter público hasta que se abra el juicio oral con las excepciones establecidas en esta ley": no cambia nada respecto a lo que debería haber sido hasta ahora. 

"El abogado o procurador o persona que intervenga en el proceso y revele indebidamente (…) incurrirá en responsabilidad establecida en su estatuto profesional y si es un funcionario público en la establecida en el Código Penal": no dice nada que no estuviera en vigor ya. Los que dicen que da permiso para "secuestrar" publicaciones olvidan que con el artículo 13 de la ley vigente Del Olmo secuestró El Jueves por caricaturizar a los actuales monarcas en la postura del perrito. 

Recoger la posibilidad judicial de retirada de páginas web o bloqueo de las mismas es algo que los tribunales tuvieron que hacer en incontables ocasiones para impedir que una de las mayores vulneraciones de la intimidad de una persona, el vídeo de Pedro J., dejara de estar disponible. Nada nuevo, pues, aunque todo concentrado y sistematizado.

Dicen los colegas dispersos que con estas nuevas normas "los españoles jamás se habrían enterado de escándalos tan decisivos como los GAL, los ERE o Gürtel". Da demasiada vergüenza recordarles que el caso GAL lo destaparon periodistas, se inició en 1987 en el periódico vasco Deia de la mano de los reporteros Ricardo Arques y Juan Carlos Urrutxurtu y luego fue retomado en Diario 16 y fue la Justicia la que acabó haciéndose eco oficial de ese trabajo. Investigar, señores, no es que te pasen trozos de un sumario y copiar lo que te parezca más llamativo. 

Al menos recuerden que hubo tiempos en que no lo era. El caso Gürtel le valió el premio Ortega y Gasset de Periodismo al equipo de investigación de El País. Me permito recordarles que Bernstein y Woodward tampoco se limitaron a copiar informes policiales o documentos judiciales filtrados. No rebajen el periodismo a unos señores que copian los papeles que, siempre con algún interés, les filtran.

Ciudadanos en general, estén tranquilos. Podemos debatir otro día si la instrucción ha de pasar al fiscal y si necesitamos como el comer un juez de garantías y no un juez persecutor. Eso es otra cosa. Pero ya les digo desde aquí que leída la exposición de motivos y los artículos del anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal relativos al caso, se trata más de que nos protejan en caso de vernos cerca de un proceso judicial que de que Gran Hermano se esté codificando.

Queridos colegas, toca seguir currando. 

 

(*) Periodista

martes, 17 de noviembre de 2020

El diario "Información", de Alicante, negocia un ERE que afectaría al 10% de su plantilla

  BARCELONA.- El periódico Información de Alicante se verá afectado por un ERE que probablemente suponga el despido de 14 o 15 profesionales de este medio de comunicación.

Los medios de comunicación y todos sus profesionales se están viendo muy afectados por las consecuencias de la pandemia provocada por Covid-19 que ha supuesto la reducción de los ingresos percibidos, y cuyo efecto repercute en los contratos de los trabajadores del sector.

Siguiendo esta dinámica negativa, la editorial Prensa Ibérica está aplicando expedientes regulación y recortes en todo el grupo; entre ellos, en el diario Información de Alicante, donde hasta el momento se encuentran en fase de negociación de Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Ante esta situación, en los cálculos que se baraja los recortes podrían afectar al 10% de la plantilla, es decir, a 14 o 15 trabajadores.  

Estos recortes también están lastrando a dos de los periódicos de las Islas Baleares, el Diario de Ibiza y el Diario de Mallorca, y al Periódico de Aragón. Sin embargo, según han comunicado, la intención es reducir costes en todos los diarios del grupo editorial. 

La mala situación económica ha ocasionado la aplicación de ERTEs, que se vienen dando desde que se decretó el estado de alarma. Javier Moll, presidente del grupo editorial, fue uno de los primeros en recurrir a esta medida y ahora se encuentra en la situación de ampliar sus recortes. 

martes, 10 de noviembre de 2020

Asesinan en México al tercer periodista en menos de un mes, el octavo en lo que va de 2020


MÉXICO.- El periodista Israel Vázquez ha sido asesinado este lunes en la ciudad de Salamanca, en el estado de Guanajuato, mientras cubría una noticia, y se convierte en el tercer periodista asesinado en México en menos de un mes, el octavo en lo que va de 2020. 

 Vázquez trabajaba en una historia sobre el descubrimiento de un cadáver desmembrado descubierto en la ciudad y, tras llegar a la escena del crimen para recabar información, fue interceptado por los presuntos autores del crimen, que seguían en la escena.

Al llegar al lugar, al que todavía no había acudido la Policía pero se había reportado la aparición de un bote de color blanco con la cabeza de un cuerpo humano junto a bolsas con extremidades, con un coche marcado con el logotipo del periódico 'El Salmantino', donde trabajaba Vázquez, los presuntos asesinos lo hicieron bajar del coche y le dispararon. Vázquez sufrió una perforación pulmonar y fue trasladado a un hospital, donde fue operado, aunque no consiguió sobrevivir y murió horas después.

El periódico de Vázquez ha condenado el "cobarde y atroz ataque", mientras que han exigido a las autoridades locales, estatales y nacionales "esclarecer este hecho para dar certeza y seguridad a todos y cada uno de los ciudadanos de Salamanca y en nuestro caso especial, a todos los periodistas que día a día ponen en riesgo su vida en el desempeño de esta noble labor".

En este sentido, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato también ha condenado a través de su cuenta de Twitter el asesinato y ha asegurado que "investiga el homicidio".

La organización Reporteros sin Fronteras también ha condenado el ataque, que es el tercero que se produce en un mes contra profesionales de la información y el octavo que se da en México en lo que va de año, convirtiendo al país en el más mortífero durante 2020 para los periodistas.

Hombres armados matan a un periodista filipino que sobrevivió en 2016 a otro intento de asesinato

 MANILA.- Maganes, un periodista de radio que sobrevivió en 2016 a un ataque en el que intentaron asesinarlo, ha muerto abatido por disparos realizados por dos hombres armados cuando se encontraba en la puerta de su casa, en el norte de Filipinas, según ha informado la Policía.

Maganes, de 62 años de edad, estaba a punto de entrar en su domicilio en la localidad de Villasis cuando ha recibido seis disparos realizados por dos hombres armados, de acuerdo con la versión policial. El comentarista de radio ha muerto en el acto y la Policía no ha identificado todavía a los sospechosos ni el motivo del ataque.

Maganes es el décimo octavo periodista asesinado en Filipinas desde que el actual presidente del país, Rodrigo Duterte, asumió el poder en 2016, según el Sindicato Nacional de Periodistas de Filipinas (NUJP, por sus siglas en inglés). El reportero sobrevivió a un intento de asesinato en noviembre de 2016 haciéndose el muerto después de que dos hombres armados le dispararan desde una motocicleta.

"Se dejó un cartel cerca del lugar de los hechos con el mensaje 'Camellos de las drogas, no le imitéis', en lo que se ha considerado como un intento de distraer la atención del motivo real del intento de matarle", ha señalado el sindicato filipino.

Los grupos de defensa de la libertad de prensa, incluido el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), sitúan a Filipinas como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. En 2009, 32 trabajadores de medios figuraban entre las más de 50 personas muertas en un ataque contra un convoy de un político local que se dirigía a una manifestación en la región de Mindanao.

Diez años después del ataque, un tribunal de Filipinas condenó por ese ataque a los miembros de un influyente clan político y a decenas de seguidores por el que ha sido el mayor asesinato relacionado con una campaña electoral.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Luis María Anson, en estado muy grave tras ser ingresado con síntomas asociados a la Covid


MADRID.- El veterano periodista español Luis María Ansón, de 85 años, se encuentra ingresado en un hospital madrileño desde el pasado sábado 31 de octubre a raíz de que su estado de salud empeorara a causa de la Covid-19. Ansón se encontró mal en su domicilio de Madrid y tuvo que ser trasladado de urgencia al centro sanitario, donde permanece en una habitación con oxígeno tras dar positivo en la enfermedad.

Su primer diagnóstico "era muy grave", aunque su estado de salud habría mejorado en las últimas horas. "En las pruebas que se le habrían practicado el domingo habría dado ya negativo, aunque todavía respira con gran dificultad. Está sin fiebre, pero cansado y los facultativos han decidido dejarlo todavía en planta", han informado fuentes familiares a El Cierre Digital.

"Naturalmente, debido a su edad y sobrepeso existe aún un riesgo considerable sobre su persona, pero el domingo dictó a su secretaría su habitual columna para El Mundo", han precisado las mismas fuentes. 

Anson está casado con Beatriz Balmaseda Arias-Dávila, hija del marqués de Balmaseda, y es padre de tres hijas: Leticia, Marta y Beatriz. 

La última vez que se vió a Luis María Anson en un acto público fue el pasado 15 de octubre durante la entrega de premios BMW de pintura presidida por la reina doña Sofía en el Teatro Real de Madrid. El periodista fue miembro del jurado de estos galardones.

Académico de la Real Academia Española y de la Real Academia de Doctores, Ansón fue director del diario ABC durante 15 años en dos fases, así como fundador del diario La Razón y del diario digital El Imparcial. También ocupó la presidencia de la agencia EFE entre 1976 y 1983. Y presidió la rama del gigante mexicano de las comunicaciones Televisa en España

Considerado uno de los periodistas de mayor relevancia, Ansón también fue presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid y de la Federación de Asociaciones de Prensa de España. Su labor en el mundo de la comunicación ha sido reconocida en numerosas ocasiones, por lo que ha obtenido a lo largo de toda su trayectoria multitud de galardones: el Premio Príncipe de Asturias, el Luca de Tena, el Mariano de Cavia, el Víctor de la Serna, el González Ruano, el Nacional de Periodismo o el Nacional de Literatura.

Asimismo, es autor de varias obras, entre las que se encuentran Don Juan, La monarquía hoy, Acción española, La hora de la monarquía, El Gengis Kan rojo, Sobre la creación poética, El grito de Oriente, El Grito de Occidente y Antología de las mejores poesías de amor de la lengua española.

Acababa de participar en el libro Ñ, manual de autoestima para españoles. 

Tiene la Medalla de Oro al Mérito al Trabajo por su carrera dedicada al periodismo, a la literatura y a la comunicación.