viernes, 24 de junio de 2022

José Luis Balbín muere a los 81 años en Madrid y descansará definitivamente en Pravia

MADRID.- El conocido periodista español José Luis Balbín Meana (Pravia-Asturias, 1940), maestro de varias generaciones de comunicadores, falleció a las 19.15 horas del miércoles a los 81 años en su domicilio de Madrid. Sus familiares han agradecido las "continúas muestras de cariño y respeto" que han recibido.

Un hombre cuya vida fue la de un trotamundos, «siempre de acá para allá», como explicaba en su última entrevista pero sin perder su conexión con la tierra que lo vio nacer, así que sus restos mortales reposarán en Pravia, como confirmaba su viuda, la también periodista y documentalista Julia Mesonero, quien también reveló el ictus sufrido por Balbín hace un tiempo.  

«He sido feliz en casi todos los países donde he vivido, pero nunca he olvidado mis raíces asturianas y nunca he dejado de pasar largas temporadas en mi tierra. Hace veinte años, encontré en Cudillero la casa con las vistas que llevaba años buscando. Vivo a caballo entre Madrid, donde está parte de mi familia y mis mejores amigos, y Asturias, donde están mis raíces, el resto de la familia y mis amigos de la infancia», recordaba entonces el ahora fallecido. 

«Nunca quise ser otra cosa que no fuera periodista», declaró el año pasado cuando recibió el premio Jesús Hermida de la Academia. Entre casi un centenar de galardones, destaca el Nacional de Televisión, otorgado en 2015.

José Luis Balbín nació en Pravia, Asturias, el 19 de agosto de 1940, donde vivió hasta su llegada a Madrid para estudiar Derecho, carrera que dejó por la de Periodismo en la Escuela Oficial.

El Ayuntamiento de Pravia, que le nombró su Hijo Predilecto en 2015, emitió una declaración institucional para transmitir sus condolencias a familia, amigos y allegados de este hombre que «deja constancia, a través de su trayectoria profesional, de su dedicación y compromiso con la profesión periodística y también con su tierra y su lugar de nacimiento: Pravia. Un ejemplo de compromiso cultural y social, entrega y talento, ayudando así a avanzar hacia una sociedad más justa y solidaria». 

La censuras que sufrió Balbín en 'La Clave'

Durante sus casi 10 años y 408 emisiones, su espacio estrella La Clave fue censurado y suspendido en ocasiones por discrepancia de criterios entre Balbín y el realizador Adriano del Valle u otros directivos del ente público.

En una primera etapa, de sus 13 emisiones fueron censurados los temas dedicados a caciques, periodistas y homosexuales.

Durante la segunda etapa, iniciada el 10 de julio de 1977, fue cortado de forma repentina el capítulo dedicado al Papa en 1978. Un año después, Balbín mantuvo un enfrentamiento con Del Valle, a propósito del tema "los dineros de la Iglesia", por el que la Dirección de TVE abrió un expediente al presentador.

Asimismo, el 26 de julio de 1980, con Fernando Arias-Salgado como director general, el espacio desapareció tras negarse Balbín a realizar el programa en diferido (sólo se emitieron cinco espacios grabados) y así, entre septiembre de ese año y el 24 de abril de 1981, el programa fue interrumpido.

Otra suspensión, esta vez de tres semanas, se produjo el 26 de junio de 1982 a raíz del debate sobre "las guerras médicas".

Balbín, que entre diciembre de 1982 y octubre de 1983 simultaneaba las direcciones del legendario programa La Clave y los Informativos de RTVE, tuvo que dejar la segunda por incompatibilidad y hacer frente a su cese en 'La clave', el 26 de diciembre de 1985, en vísperas de la emisión de "La movida nacional", sobre el panorama político.

Presentó una demanda judicial contra su destitución y permaneció sin destino en TVE varios meses hasta su excedencia. En 1989 el Tribunal Supremo confirmó el fallo de la Audiencia de Madrid de 1986, que fijó una indemnización de cinco millones de pesetas y lectura de la sentencia en el "Telediario 1" (23 agosto 1989) por "intromisión ilegítima contra el honor" del periodista.

La carrera de José Luis Balbín después de 'La Clave'

Coordinador de la tertulia del informativo de Antena 3 Radio "Hora cero" (1987-1994), regresó al medio televisivo el 26 de enero de 1990 con "La clave", pero en Antena 3, y de nuevo hubo problemas. El espacio quedó relegado a horarios de madrugada con la llegada, en 1992, de Antonio Asensio a la presidencia de esta cadena, que lo suspendió de modo indefinido el 4 de junio de 1993, alegando una renovación de programas.

El 20 de enero de 1994 acometió en Antena 3 TV el nuevo espacio de entrevistas "La senda" cuyo primer invitado fue, una semana antes de la huelga general en España, el secretario general del sindicato UGT, Nicolás Redondo. La experiencia duró tres semanas por "necesidades del servicio" y "motivos comerciales".

El periodista fichó unos meses por la Cope, como tertuliano de "La linterna" y, a continuación, se incorporó a la naciente Radio Voz donde condujo el informativo nocturno y el espacio "La voz de José Luis Balbín".

En 1997 asumió la recién creada Dirección de Comunicación y Programas del Museo del Prado.

Entre 1998 y 1999 hizo para TVE-2 el programa nocturno de entrevistas llamado simbólicamente "Las claves", que abrió el ex presidente soviético Mijail Gorbachov.

Luego, de 2001 a 2008 dirigió el semanario político "La Clave", confeccionado al gusto del alemán "Der Spiegel" e inaugurado el 20 de abril con una portada centrada en el voto joven de las elecciones vascas del 13 de mayo de 2001. Causas económicas, como consecuencia del fallecimiento de la mecenas Mercedes Cort, obligaron a su cierre. El último número (379) salió el 18 de julio con el titular de portada de despedida "Después de 7 años de periodismo independiente, hasta pronto".

Balbín, desde entonces, se mantuvo alejado de la primera línea del periodismo.

Biografía extensa

https://joseluisbalbin.es/biografia-de-jose-luis-balbin/

sábado, 18 de junio de 2022

El Gobierno de Boris Johnson autoriza la extradición de Assange a Estados Unidos desde Reino Unido


LONDRES.- El Gobierno británico de Boris Johnson autorizó este viernes la extradición solicitada por Estados Unidos de Julian Assange. La titular del Interior, Priti Patel, firmó la orden de entrega a Washington del periodista y programador australiano, de 50 años y en prisión cautelar desde 2019. Assange recurrirá ante los tribunales y, si fuera necesario, elevará su caso ante la Corte Europea de Derechos Humanos, según confirmaron su familia y abogados en la Asociación de Periodistas Extranjeros (FPA), de Londres. 

Assange sigue recluido en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, al sureste de Londres, sin cargos pendientes en el Reino Unido. El precedente de 2012, cuando desatendió al Supremo, que ordenó su extradición a Suecia en una causa de abuso sexual ya archivada, y se refugió en la embajada de Ecuador ha frustrado su acceso a la libertad cautelar.  

Un tribunal de Virginia reclama la entrega del australiano para juzgarle por diecisiete cargos en violación de la Ley de Espionaje, de 1917, y uno adicional de intromisión informática. Se derivan de la obtención y divulgación de 400.000 partes de la guerra de Irak, 90.000 informes de acciones en Afganistán, 800 de los presos de Guantánamo y unas 250.000 comunicaciones diplomáticas. Muchos documentos fueron publicados por WikiLeaks en colaboración con medios internacionales, desde 'El País' a 'The Guardian' o 'The New York Times'.

Los ficheros incluyen testimonios de aparentes crímenes de guerra, como el vídeo de la matanza de civiles iraquíes desde un helicóptero militar norteamericano. Por otra parte, los cables diplomáticos se volcaron «sin editar» en la pionera plataforma, desvelando datos personales de confidentes y colaboradores de Washington, según subrayaron sus representantes legales en el juicio de extradición. 

Varias investigaciones judiciales y del legislativo norteamericano asocian a Assange a la Inteligencia rusa en su campaña a favor de Donald Trump. Assange ha negado a través de sus abogados todas las acusaciones y mantiene que su labor es periodística.

La ministra británica del Interior ratificó este viernes la sentencia del Tribunal de Apelación, que revirtió el veredicto original de enero de 2021 contrario a la entrega y aceptó la extradición. El Supremo dio su visto bueno en marzo. Este viernes, la oficina de Patel reafirmó las garantías diplomáticas dadas a última hora por Washington de que Assange «será tratado apropiadamente en EE UU, incluido en relación con su salud».  Y que además no se le pediría la pena de muerte, que es legal en EE.UU.

«Cualquier observador objetivo aprecia que es demencial prolongar su encarcelamiento. Buscó asilo porque temía la persecución del Gobierno estadounidense y le están castigando por acertar. Julian sabía que actuaría contra él con todo su poderío», explica su abogada en referencia al eco y consecuencias de las filtraciones publicadas en WikiLeaks en 2010. 

«Julian es fuerte. Su instinto es defenderse. El mío también, y vamos a luchar ahora con más fuerza». Así describió Stella (Moris) Assange la reacción de su marido y fundador de WikiLeaks a la decisión del Gobierno británico.

Stella apenas pudo contener la rabia y el dolor ante la última vuelta de tuerca en el procedimiento contra el padre de sus dos hijos, de 5 y 3 años. «Estoy airada. Voy a luchar por la justicia cada hora del día hasta que Julian esté libre».  

«Julian se deteriora día tras día. Belmarsh es un sitio horrible. Sufrió un pequeño derrame en octubre y cualquier crisis aguda de salud es un riesgo», explicó su mujer. El riesgo de suicidio fue determinante en el bloqueo de la extradición el año pasado y la sombra de una muerte prematura no se ha despejado. 

Stella Assange, esposa del activista australiano y madre de sus dos hijos (se casaron en marzo en la cárcel de Belmarsh), ha prometido llevar la batalla legal hasta el final, aunque ha expresado su temor a que sea finalmente extraditado este verano, lo que en su opinión equivaldría "a una pena de muerte". Stella piensa que su marido se vería abocado al suicidio si es extraditado a EE.UU.

«Quiere vivir. La posibilidad de estar con los niños, conmigo, en libertad… Tiene motivos para luchar mientras continúa aquí. Pero si le extraditan, las condiciones serán tan opresivas que le llevarán a quitarse la vida», alerta. El equipo legal dispone de 14 días para presentar el recurso ante el Superior.

La defensa confía en la trama de espionaje, que investiga la Audiencia Nacional española, para ganar la partida final, ya sea ante los jueces de Londres o de Estrasburgo. «El caso es extremadamente importante porque revisa seriamente la criminalidad que EE UU ha cometido contra Julian, su familia y sus abogados», dijo su mujer. 

La Justicia estadounidense reclama a Assange para procesarlo por 18 delitos de espionaje e intrusión informática por las revelaciones de su portal que, según su equipo legal, pueden acarrear hasta 175 años de cárcel en ese país. La decisión de Patel puede ser recurrida por las partes pero solo si el Tribunal Superior lo autoriza.

Además, la defensa tendría en última instancia la opción de recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Explicaciones gubernamentales

Assange ha tratado en vano de que los tribunales británicos impidan su traslado al país norteamericano, bajo el argumento de su delicada salud y de la dura condena que le puede ser impuesta. El pasado 20 de abril, un juez de un tribunal británico emitió una orden de entrega del periodista australiano a EEUU para ser considerada por el Gobierno del Reino Unido.

"En virtud de la Ley de Extradición de 2003, el ministro del Interior debe firmar una orden de extradición si no encuentra argumentos para prohibir que se emita la orden", indicó un portavoz del ministerio en un comunicado divulgado este viernes. Esa fuente agregó que "las solicitudes de extradición solo se envían a la ministra del Interior una vez un juez ha decidido que se puede proceder tras haber valorado varios aspectos del caso".

"El 17 de junio (hoy), tras la valoración de los jueces de la Corte de Magistrados de Westminster y del Tribunal Superior, se ordenó la extradición de Julian Assange a Estados Unidos. Assange mantiene el derecho de apelación en un plazo de 14 días", según esto. 

El portavoz oficial añadió asimismo que "en este caso, las cortes británicas no han encontrado que el proceso de extraditar a Assange sea opresivo, injusto o suponga un abuso de proceso". 

"Tampoco han hallado que la extradición sea incompatible con sus derechos humanos, como el derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión, y que mientras esté en Estados Unidos vaya a ser tratado de manera apropiada, como en lo referido a su salud", puntualizó la fuente. 

El largo proceso de extradición arrancó de hecho durante la Administración Trump y se ha prolongado durante más de dos años bajo los auspicios del presidente Biden.

En primera instancia, la jueza Vanessa Baraitser se llegó a pronunciar en contra su extradición el 21 de enero del 2021, alegando su frágil salud mental y el riesgo de suicidio por las duras condiciones penitenciarias de EEUU. 

La fiscalía norteamericana logró darle la vuelta a ese argumento alegando que Assange no tiene antecedentes por intento de suicidio, que recibirá "los cuidados clínicos y psicológicos" y que no será sometido a medidas especiales de aislamiento en un centro penitenciario de alta seguridad.

Comunicado de WikiLeaks

Ante ello, el portal WikiLeaks ha calificado la jornada de "día oscuro para la libertad de prensa y la democracia británica". "Cualquiera en este país que se preocupe por la libertad de expresión debería estar profundamente avergonzado de que la ministra del Interior haya aprobado la extradición de Julian Assange a EEUU, el país que planeó su asesinato", señala el portal en un comunicado.

"Julian no hizo nada malo. No ha cometido ningún delito y no es un delincuente. Es periodista y editor, y está siendo castigado por hacer su trabajo. Estaba en el poder de Priti Patel hacer lo correcto. En cambio, siempre será recordada como cómplice de Estados Unidos en su plan para convertir el periodismo de investigación en una empresa criminal", enfatiza WikiLeaks. 

"Las leyes extranjeras ahora determinan los límites de la libertad de prensa en este país y el periodismo que ganó los premios más prestigiosos de la industria ha sido considerado un delito extraditable y digno de cadena perpetua", añaden en un comunicado.

WikiLeaks asegura, además, de que esta decisión "no es el final de la lucha, es solo el comienzo de una nueva batalla legal", dado que apelarán al Tribunal Supremo. "Lucharemos más fuerte y gritaremos más fuerte en las calles, nos organizaremos y haremos que la historia de Julian sea conocida por todos", agregan, reivindicando que "el camino hacia la libertad de Julian es largo y tortuoso".