lunes, 3 de octubre de 2022

Muere en Ubrique el periodista andaluz Jesús Quintero, "el loco de la colina", a los 82 años por una insuficiencia cardíaca


SEVILLA.- El conocido periodista onubense Jesús Rodríguez Quintero ha fallecido la tarde de este lunes en Ubrique (Cádiz), a la edad de 82 años, en la residencia Nuestra Señora de los Remedios, donde llevaba menos de un mes ingresado. El mítico comunicador comió este mediodía por última vez, se fue a la cama a descansar y ya no se despertó. 

Familiares del periodista confirmaron luego su muerte a causa de una insuficiencia cardíaca, a través de un comunicado. "Durante estos últimos meses, ha luchado con coraje y amor para mejorar su salud. Desde Ubrique se ha despedido de la vida con gratitud y paz, siendo un ejemplo para todos nosotros", reza la nota.

La familia, conmovida por el momento, ha agradecido las "infinitas muestras de cariño recibidas por parte de toda la sociedad española" y por extensión a todos sus compañeros de profesión "que defendió hasta el final de sus días con pasión y honestidad. Murió descansando, en paz, acaso ya en lo alto de su colina". 

Familiares del periodista confirmaron anteriormente que sufría una afección respiratoria y que recientemente fue operado de una patología cardiaca en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde llegó a ser ingresado en la UCI.
 
Desde hace tiempo, se decía que Jesús Quintero estaba arruinado. Una información que podría corroborar el gesto que ha tenido un amigo suyo, José Luis López, 'El Turronero', presidente de la Fundación López Mariscal, que se había hecho cargo de los gastos del presentador en esta residencia geriátrica, que cuenta con 70 plazas y un grupo de cuidadores especializados en enfermedades y trastornos como el Alzheimer y demencias seniles. 
 
Además, cuentan con un equipo médico especializado en geriatría, psicólogo geriátrico, ATS/DUE y hasta trabajador social para ayudar y asesorar tanto a los ancianos y ancianas como a sus familiares. 
 
A principios del pasado mes de septiembre se anunciaba que, tras una larga temporada alejado de los focos y el ajetreo mediático, Jesús Quintero había ingresado en una residencia para tratar sus problemas de salud.  
 
Allí, además de estar "arropado por sus familiares más allegados, recibía el tratamiento diario necesario para su recuperación", tal y como informaban sus seres queridos cuando salió a la luz la noticia de su ingreso.

Jesús Quintero era padre de dos hijas: Andrea, nacida de su relación con Ángeles Urrutia, y Lola, con la periodista y escritora Joana Bonet. Acuciado por las deudas, tuvo que deshacerse desde 2016 de la mayor parte de su patrimonio inmobiliario, incluido un palacete de su propiedad en Sevilla y otros bienes en las provincias de Cádiz y Huelva. 

Este mismo año, Quintero, de 82 años, aseguraba en el periódico La Razón que no pensaba en la retirada. Que aunque ha tenido que permanecer alejado de la profesión por sus problemas médicos, estaba en su mente regresar al Periodismo: "Tengo muy claro que quiero seguir. Quiero tener mi propia radio y también mi propia televisión".
 
Siempre se mostraba coqueto con su edad y no le gustaba comentarlo: “Tengo más años de los que yo quisiera y recuerdo mi tierra. Estudié en el instituto de La Rábida, fui locutor de RNE de España en Huelva. Me hicieron un examen en unas oposiciones como si fuera a ser un locutor de la BBC y antes había estado en Radio Popular. Después me trasladé a Sevilla, a RNE”. 
 
Allí nació el personaje que lo hizo famoso a nivel nacional: El Loco de la Colina, tras pasar un momento complicado. “Una depresión en profundidad me hizo sentarme durante dos años en un sofá en mi piso del Callejón del Agua. Eso marcó mi destino. Estaba cansado de ser el locutor loro. Busco siempre la originalidad, la independencia, el sentido crítico… Quería hablar según mi estado anímico”.  
 
Regresó a su localidad natal, Huelva, donde desde 2019 vivió volcado en el proyecto de Fundación que lleva su nombre y que albergará todo su archivo.

Comenzó su carrera radiofónica precisamente en Huelva. Al fundarse el Centro Emisor del Sur de RNE obtiene plaza por oposición, en los años 1960, donde comenzará una larga carrera profesional como presentador. Uno de sus programas fue Estudio 15-18, que presentó junto a Marisol Valle. Fue un gran éxito y el programa estrella dentro del intento de normalización de la programación de la radio pública que pasaba de la dictadura a otro periodo nuevo.

Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina, que le convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de España, llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela propia.

En 1991 presentó el programa Trece noches en Canal Sur. Se trataba de trece entrevistas, en trece noches y de una hora de duración al escritor Antonio Gala tratando cada una de ellas sobre un tema específico.

Pronunció la conferencia Periodismo y Compromiso el 17 de octubre de 2002 en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, con motivo de su décimo aniversario. Tras esta intervención, descubrió una placa que bautizaba una de las aulas del centro con su nombre, muestra del respeto y admiración que producía el periodista.

Fue productor de la cantante Soledad Bravo y del guitarrista Paco de Lucía. Es autor de los libros Trece noches (1999), junto a Antonio Gala, Cuerda de Presos (1997) y Jesús Quintero: entrevista (2007). Y como manager dirigió las carreras de conocidos artistas como los payasos Gaby, Fofó y Miliki, María Jiménez o la cantante colombiana Negra Grande.

En una entrevista con ABC de Sevilla, una de las últimas que concedió, recordaba a su padre, que era electricista y se llamaba José, y a su madre, María: «Mi madre decía que yo era más raro que un perro verde y un ratón colorado». Cuando se hizo mayor y se convirtió en una estrella de la televisión, pondría esos nombres a dos de sus programas.

Jesús Quintero quiso ser actor antes que «locutor», como le gustaba definirse, y llegó a interpretar algunos papeles con grupos de aficionados que le valieron sus primeros aplausos y un cierto resquemor de actor frustrado. «Con siete años quería ser protagonista en el entierro de mi abuelo. Todos me miraban y les daba pena ver a un niño detrás del féretro camino del cementerio», contaba a ABC.

Fue un conocido hombre de la radio el que le reorientó de las tablas hacia ese medio en el que triunfó. «Fue al final de una actuación en el teatro Lope de Vega, cuando se me acercó Rafael Santiesteban y me habló de las posibilidades de mi voz para la radio. Una voz que, según dijo, llegaba a la última fila».

 Decía Quintero que siempre intentó que su voz, la que sonaba en la radio y la televisión, «llegara a la fila de los solitarios, los desobedientes, los perdedores, los rebeldes, los nadadores contracorriente, y los que se resisten a aceptar el juego sucio de esa vida superficial, frenética y mercantilista«.

Jesús Quintero no quería leer noticias en RNE, donde construyó «El Loco de Colina» , y para huir de la frialdad de un estudio presentó el proyecto de «El hombre de la roulotte»

«Ahí empecé a ver al loco en el horizonte. Me compré una roulotte, la convertí en un estudio rodante de radio, la llené de libros de viajes y sartenes, y me recorrí España de pueblo en pueblo transmitiendo el latido de la vida cotidiana. Me paraba en la roulotte y entrevistaba a un autoestopista, a un cazador furtivo o a uno que estaba pescando truchas«, contaba el periodista y comunicador.

Jesús Quintero era uno de los periodistas más reconocidos de España y uno de los más galardonados. Su trayectoria le valió dos Premios Ondas, una Antena de Oro, la Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey de España. Cabe destacar que su peculiar forma de entrevistar creó escuela, más de 500 personajes fueron objeto de sus preguntas a lo largo de su extensa carrera.

Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina, que le convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de España, llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela propia tanto en España como en América Latina.
 
«Es verdad que estuve a punto de volverme loco. Yo siempre fui muy creativo, quería ser verdad y siempre me obsesionó ser honrado ante el micrófono«.
 
Quintero contaba que había vivido en «pensiones con pulgas y en hoteles de cinco estrellas» y que su éxito fue haber creado un estilo, sentirse escuchado, saber que tenía amigos que nunca vería. 
 
«La fama aburre, la gloria pesa, el poder corrompe, el dinero esclaviza y perturba, el amor se muere, la pasión se acaba y termina en los juzgados. Los sueños, si algún día se alcanzan, decepcionan. La historia de una vida cualquiera que sea es la historia de un fracaso«, contaba a ABC
 
Hasta sus últimos días se mantuvo muy crítico con la deriva de la televisión, el medio en el que obtuvo sus mayores triunfos. «Lo malo es malo, aunque lo vean ocho millones de espectadores. Pero la audiencia para mí es una persona atenta, interesada, inteligente, libre, con criterio, con sensibilidad, comprometida con el hombre y con sentido del humor -decía-. 
 
La televisión es una mina abandonada y saqueada que está en manos de personas sin escrúpulos. El morbo, la frivolidad, el sexo y el sentimentalismo barato y de lágrima fácil se han convertido en el único reclamo para atraer la audiencia a la que se alaba, alimentando sus más bajos instintos«.
 
Los negocios de Quintero no funcionaron y dejaron una larga lista de acreedores algunos de los cuales le perseguían por los tribunales y los medios de comunicación. «Todo el dinero que gané en la radio y en la televisión lo perdí. Tú puedes ganar trescientos millones pero el tiempo pasa muy rápido y veinte años no es nada«, contaba. 
 
Quintero contra la incultura
 

 Biografía
Nacido el 18 de agosto de 1940 en San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva, Jesús Quintero consiguió convertirse en un auténtico fenómeno social dentro y fuera de nuestras fronteras. El fallecimiento del mítico comunicador se ha producido en la residencia Nuestra Señora de los Remedios, ubicada en Ubrique. Allí, además de estar "arropado por sus familiares más allegados, recibía el tratamiento diario necesario para su recuperación", tal y como informaron sus seres queridos cuando salió a la luz la noticia de su ingreso. Jesús Quintero era uno de los periodistas más reconocidos de España y uno de los más galardonados. Su trayectoria le valió dos Premios Ondas, una Antena de Oro, la Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey de España. Cabe destacar que su peculiar forma de entrevistar creó escuela, más de 500 personajes fueron objeto de sus preguntas a lo largo de su extensa carrera. Comenzó su carrera radiofónica en Huelva. Al fundarse el Centro Emisor del Sur de RNE obtiene plaza por oposición, en los años 1960, donde comenzará una larga carrera profesional como presentador. Uno de sus programas fue Estudio 15-18, que presentó junto a Marisol Valle. Fue un gran éxito y el programa estrella dentro del intento de normalización de la programación de la radio pública que pasaba de la dictadura a otro periodo nuevo. Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina, que le convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de España, llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela propia. En 1991 presentó el programa Trece noches en Canal Sur. Se trataba de trece entrevistas, en trece noches y de una hora de duración al escritor Antonio Gala tratando cada una de ellas sobre un tema específico. También fue conferenciante y pronunció la conferencia Periodismo y Compromiso el 17 de octubre de 2002 en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, con motivo de su décimo aniversario. Tras esta intervención, descubrió una placa que bautizaba una de las aulas del centro con su nombre, muestra del respeto y admiración que produce el periodista. Fue productor de la cantante Soledad Bravo y del guitarrista Paco de Lucía. Y como manager dirigió las carreras de conocidos artistas como Soledad Bravo, los payasos Gaby, Fofo y Miliki, María Jiménez o la cantante colombiana Negra Grande. Es autor de los libros Trece noches (1999), junto a Antonio Gala, Cuerda de Presos (1997) y Jesús Quintero: entrevista (2007). En una entrevista con ABC de Sevilla, una de las últimas que concedió, recordaba a su padre, que era electricista y se llamaba José, y a su madre, María: «Mi madre decía que yo era más raro que un perro verde y un ratón colorado». Muchos años después, cuando se convirtió en una estrella de la televisión, pondría esos nombres a dos de sus programas. Jesús Quintero quiso ser actor antes que «locutor», como le gustaba definirse, y llegó a interpretar algunos papeles con grupos de aficionados que le valieron sus primeros aplausos y un cierto resquemor de un actor frustrado. «Con siete años quería ser protagonista en el entierro de mi abuelo. Todos me miraban y les daba pena ver a un niño detrás del féretro camino del cementerio», contaba a ABC. Fue un conocido hombre de la radio el que le reorientó de las tablas hacia ese medio en el que triunfó. «Fue al final de una actuación en el teatro Lope de Vega, cuando se me acercó Rafael Santiesteban y me habló de las posibilidades de mi voz para la radio. Una voz que, según dijo, llegaba a la última fila».

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Nacido el 18 de agosto de 1940 en San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva, Jesús Quintero consiguió convertirse en un auténtico fenómeno social dentro y fuera de nuestras fronteras. El fallecimiento del mítico comunicador se ha producido en la residencia Nuestra Señora de los Remedios, ubicada en Ubrique. Allí, además de estar "arropado por sus familiares más allegados, recibía el tratamiento diario necesario para su recuperación", tal y como informaron sus seres queridos cuando salió a la luz la noticia de su ingreso. Jesús Quintero era uno de los periodistas más reconocidos de España y uno de los más galardonados. Su trayectoria le valió dos Premios Ondas, una Antena de Oro, la Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey de España. Cabe destacar que su peculiar forma de entrevistar creó escuela, más de 500 personajes fueron objeto de sus preguntas a lo largo de su extensa carrera. Comenzó su carrera radiofónica en Huelva. Al fundarse el Centro Emisor del Sur de RNE obtiene plaza por oposición, en los años 1960, donde comenzará una larga carrera profesional como presentador. Uno de sus programas fue Estudio 15-18, que presentó junto a Marisol Valle. Fue un gran éxito y el programa estrella dentro del intento de normalización de la programación de la radio pública que pasaba de la dictadura a otro periodo nuevo. Su programa más emblemático, con el que revolucionaría los esquemas del medio fue El hombre de la roulot y El loco de la colina, que le convirtió en un auténtico fenómeno social incluso fuera de España, llegando hasta Argentina o Uruguay, y con ello, creando escuela propia. En 1991 presentó el programa Trece noches en Canal Sur. Se trataba de trece entrevistas, en trece noches y de una hora de duración al escritor Antonio Gala tratando cada una de ellas sobre un tema específico. También fue conferenciante y pronunció la conferencia Periodismo y Compromiso el 17 de octubre de 2002 en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, con motivo de su décimo aniversario. Tras esta intervención, descubrió una placa que bautizaba una de las aulas del centro con su nombre, muestra del respeto y admiración que produce el periodista. Fue productor de la cantante Soledad Bravo y del guitarrista Paco de Lucía. Y como manager dirigió las carreras de conocidos artistas como Soledad Bravo, los payasos Gaby, Fofo y Miliki, María Jiménez o la cantante colombiana Negra Grande. Es autor de los libros Trece noches (1999), junto a Antonio Gala, Cuerda de Presos (1997) y Jesús Quintero: entrevista (2007). En una entrevista con ABC de Sevilla, una de las últimas que concedió, recordaba a su padre, que era electricista y se llamaba José, y a su madre, María: «Mi madre decía que yo era más raro que un perro verde y un ratón colorado». Muchos años después, cuando se convirtió en una estrella de la televisión, pondría esos nombres a dos de sus programas. Jesús Quintero quiso ser actor antes que «locutor», como le gustaba definirse, y llegó a interpretar algunos papeles con grupos de aficionados que le valieron sus primeros aplausos y un cierto resquemor de un actor frustrado. «Con siete años quería ser protagonista en el entierro de mi abuelo. Todos me miraban y les daba pena ver a un niño detrás del féretro camino del cementerio», contaba a ABC. Fue un conocido hombre de la radio el que le reorientó de las tablas hacia ese medio en el que triunfó. «Fue al final de una actuación en el teatro Lope de Vega, cuando se me acercó Rafael Santiesteban y me habló de las posibilidades de mi voz para la radio. Una voz que, según dijo, llegaba a la última fila».

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 Nacido el 18 de agosto de 1940 en San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva, Jesús Quintero comenzó su carrera en la década de los sesenta, tras obtener una plaza por oposición en el Centro Emisor del Sur de Radio Nacional Española, emisora de Huelva.
 
Desde Huelva, realizó programas como "Estudio 15-18","Ciudades" y "El hombre de la roulotte".

Con casi 30 años, y por este último programa cayó en una depresión y permaneció alejado de los medios de comunicación. De esa experiencia, nació en 1982 un programa nocturno de radio emitido desde Sevilla y que se tituló primero "Para mayores sin reparos" y después se le conoció a él y al programa como "El loco de la colina".

Abandonó RNE en 1983 y con "El loco de la colina" pasó a la cadena SER en Sevilla, pero en 1984 el Ente Público de Radio Televisión Española registró el programa como marca industrial e impidió su uso con ese título a la nueva cadena.

En 1986 una "neurosis depresiva hipocondríaca" le llevó a abandonar la radio, pero las oferta recibidas durante su retiro le llevan a presentar "El loco de la colina" en México y Argentina y además crea la emisora Radio Romántica que comenzó sus emisiones en 1988 en Sevilla, pero que un mes después fue clausurada por carecer de licencia.

Su siguiente programa de entrevistas "El perro verde" para TVE en 1988, fue otro éxito de audiencia, que más tarde presentó en Buenos Aires, Venezuela, México y en el Canal Hispano de Nueva York. En 1990 reabrió su emisora "Radio América" y ese año regresó a TVE con el programa "Qué sabe nadie".

Posteriormente siguieron "Trece noches" o "La boca del Lobo", una serie para Antena 3 con entrevistas a personajes polémicos del momento, como Mario Conde, Jesús Gil o el duque de Feria, Rafael Medina, al que llevó al programa coincidiendo con el inicio del juicio por rapto y corrupción de menores.

Famosos fueron también los espacios "La noche americana", "El lobo estepario", (1994) , "Cuerda de presos" (1996), "El Vagamundo" (2000), "Ratones coloraos" o "La Noche de Quintero", con el que en 2007 volvió a TVE, pero que estuvo un mes en antena.

Durante un año, 2010 a 2011, presentó para Canal Sur, "El sol, la sal y el son" y hasta mediados de 2012 "El loco soy yo" emitidos desde el sevillano teatro Quintero, que el periodista gestionó hasta 2017 a través de su productora El Silencio.
 
 

Fallece en Bilbao el legendario periodista vasco Ander Landaburu, a los 77 años, víctima de un cáncer


BILBAO.- El legendario periodista vasco Ander Landaburu Illarramendi ha fallecido este fín de semana en Algorta (Bilbao), a sus 77 años, a causa de un cáncer que padecia desde hacía tiempo y del que llevaba varios meses en tratamiento, según confirmaron fuentes familiares. El sentido de la independencia, honradez y profesionalidad marcó su larga trayectoria periodística.

 Nacido en París, era hijo del que fuera vicelehendakari en el exilio del Gobierno de José Antonio Aguirre, el abogado y periodista Xabier Landaburu. En su compromiso contra el terrorismo, recibió amenazas directas del grupo Triple A y de ETA.

Estudió Periodismo en Francia, donde se implicó en las protestas estudiantiles de Mayo del 68. Fue el primero de los siete hermanos que decidió regresar en los años sesenta al País Vasco.

Era un hombre lleno de inteligencia, valentía y bondad. Un gran periodista que dirigió El País en Euskadi en años difíciles, de sangre y de plomo. De hecho le costó ser amenazado y tener que exiliarse. Pero nunca dejó de denunciarlo y comprometerse a través de sus columnas, tanto desde las páginas de la revista Cambio16 y después desde el diario El País.

Hermano del también periodista Gorka Landaburu (quien resultó gravemente herido en el rostro y las dos manos ya que perdió dos dedos al estallarle un paquete bomba de ETA en mayo de 2001), fue muy activo en la lucha contra la banda terrorista de ETA. Formaba parte de una familia comprometida con la libertad y era tambien un luchador incansable frente a la dictadura de Franco como buen nacionalista euskaldún.

Excelente periodista, estaba muy comprometido con el europeísmo, con la verdad y con la historia, y era miembro de una significada saga de escritores y políticos vascos.

A lo largo de su dilatada carrera profesional, estuvo muchos años vinculado al Grupo 16 y a El País, del que fue delegado en el País Vasco durante once años. También fue colaborador habitual en Radio Euskadi  y estuvo fugazmente en la revista Opinión.

El Colegio Vasco de Periodistas ha mostrado su pésame por la muerte de Ander Landaburu.

Deja esposa, tres hijas y cinco nietos, además de un ahijado periodista.

Biografía 

Su padre, Francisco Javier de Landaburu Fernández, fue diputado del PNV durante la II República; y vicelehendakari del Gobierno Vasco exiliado en París, durante el franquismo. En la capital francesa nació Ander y sus seis hermanos: Xabier y Mikel (estos ya fallecidos), Jon, Eneko, Gorka e Itziar. Gorka también fue periodista; director y vicepresidente del consejo editor del semanario Cambio 16

Ambos hermanos se distinguieron a lo largo de sus trayectorias profesionales por su oposición a todo tipo de totalitarismos, tanto a la dictadura franquista como al terrorismo de ETA.

Ander comenzó trabajando para la Agencia Reuters. Tiempo después, en 1971 fichó por la recién creada revista Cambio 16. En esa época sufrió amenazas por parte del entorno de la banda terrorista ETA por lo que se trasladó a la capital argelina. 

Desde Argel y el Sahara español informó sobre el Frente Polisario. Siempre permaneció muy vinculado a las reivindicaciones del pueblo saharaui y destacó su interés profesional por la realidad de la pobreza.

Y el mismo día que murió Franco, el 20 de noviembre de 1975, Landaburu entrevistó en exclusiva al presidente argelino Huari Boumediene.

Poco antes, también le fue censurada la entrevista que le hizo al dirigente carlista Carlos Hugo de Borbón Parma, hecha en su casa de San Juan Luz. Posteriormente Landaburu tuvo la oportunidad de entrevistar a personalidades como el líder cubano Fidel Castro o el escritor Gabriel García Márquez.

En 1984 se trasladó a México D.F. como corresponsal de Cambio 16 y Diario 16. En 1988 regresó a Europa, para cubrir las corresponsalias primero de Bruselas y después de París. En 1994 regresa a Madrid, para ponerse al frente de la redacción de Cambio 16 como director adjunto. 

Entre 1994 y agosto de 1995 formó parte del Consejo de Administración de RTVE. Cargo que aceptó con la condición de que fuera compatible con su trabajo como periodista y no percibir remuneración alguna. Decisión esta que molestó a algunos consejeros. Pocos meses después abandonó el Consejo por “considerarlo incompatible con el ejercicio de la profesión periodística”.

En 1996 fue, junto con otros directivos del Grupo 16, fue despedido de Cambio 16. Al año siguiente, El País lo ficho como director del diario en el País Vasco, cargo que ocupó durante once años, hasta su jubilación.

También colaboró habitualmente en Radio Euskadi y trabajó en EiTB.

Landaburu militó en los movimientos que en los años cincuenta dieron origen a ETA, de la que muy tempranamente se desligó por su deriva terrorista.

Ante las amenazas que venía recibiendo de ETA y su entorno, decidió instalarse en Barcelona. Landaburu fue uno de los primeros periodistas que se vio obligado a salir de Euskadi tras las amenazas directas de ETA por los reportajes que había publicado sobre el chantaje y la extorsión etarra a empresarios, profesionales y pequeños comerciantes vascos.  

Toda su carrera se opuso frontalmente a la violencia, lo que le supuso tener que llevar escolta durante muchos años por las explícitas amenazas de la banda. Su nombre figuró en documentación incautada por las fuerzas de seguridad a comandos etarras de los que fue objetivo a finales de los años noventa y comienzos de este siglo. 

Estaba casado con Miren Arechavaleta Unanue. El matrimonio tuvo tres hijas: Ainhoa, Naihare y Libe Landaburu Arechavaleta.​

sábado, 1 de octubre de 2022

Muere de calcifilaxia en Barcelona el periodista musical y presentador de televisión Ángel Casas a los 76 años


BARCELONA.- El periodista musical y presentador de televisión Ángel Casas, quien desde hace años padecía la enfermedad rara calcifilaxia, ha fallecido este sábado a los 76 años, según ha informado la cadena de televisión TV3, en la que trabajó en los años ochenta y fue uno de los pioneros de los 'talk shows'.

Ganador de dos premios Ondas (1972) y galardonado con la máxima distinción de la Generalitat, la Creu Sant Jordi (2007), ocupó en su última etapa profesional, a partir de septiembre de 2008, la dirección de Barcelona Televisió, cargo que ganó por concurso público y que abandonó en 2014.

En un mensaje publicado en las redes sociales en septiembre de 2020, titulado "Medical Mistery Tour", anunció su retirada de la vida pública como consecuencia de su enfermedad, calciofilaxis, que entonces le obligó a someterse a un trasplante de riñón y que, con el tiempo, provocó la amputación de las dos piernas

Nacido el 17 de abril de 1946 en el barcelonés barrio de Sants inició su vida trayectoria como periodista en Radio Juventud para, posteriormente, pasar a la SER, cadena en la que presentó durante años el programa "Trotadiscos" y en la que impulsó la revista musical "Vibraciones". 

Tras un exitoso periplo por canales de televisión, regresó a esta cadena en 1986. En 1977 ingresó en TVE para trabajar en el espacio "Popgrama" y posteriormente presentó y dirigió "Musical Express", que estuvo en antena hasta 1983. 

El inicio de las emisiones de TV3 en 1984 le llevó a pasar a esta cadena, donde presentó hasta 1988 el programa "Àngel Casas Show", por el que ganó el Premio Antena de Oro de Televisión en 1984.

En los años noventa regresa a TVE con "Un día es un día", "Tal cual", "Los unos y los otros" y "Esto es lo que hay".

En 2004 regresa a TV3 con "Totes aquelles cançons" desde donde salta de nuevo a TVE para presentar en Cataluña el programa de entrevistas "Senyores i senyors".

El “show” de una vida plena

Le saludaban llamándole Àngel Casas Show, convencidos sus admiradores televisivos de que tales eran sus apellidos, debido al título del programa que asentó su popularidad masiva en Catalunya (“Àngel Casas show”, TV3, 1984-1988), que hoy sábado le llora: el periodista Ángel Casas, de 76 años, falleció esta pasada madrugada en su cama de un irreversible fallo cardíaco.

Desde “Àngel Casas Show” había deslumbrado a los telespectadores catalanes con entrevistas fabulosas, desde Rock Hudson (que le desveló en primicia mundial su homosexualidad) a Charlene Tilton, desde Ed Asner a Tísner, porque fue periodista todoterreno desde la médula de los huesos hasta la punta del dedo índice con el que señalaba, brazo extendido, la entrada en plató de sus invitados.

Ya había hecho impecables entrevistas a músicos en “Musical Express” (TVE, años 70), programa en el que tantos lo descubrimos, desde dónde promocionó a músicos catalanes, españoles e internacionales que le parecían interesantes, incluyendo actuaciones en directo.

Pero por debajo de aquel conversador-entrevistador magistral (“yo nunca acorralo al entrevistado, solo le sirvo la cuerda por si decide ahorcarse”, me decía) y entretenedor televisivo, palpitaba la dúctil sensibilidad del excelente escritor que era Àngel Casas: siéndolo desde siempre, solo ejerció a tiempo completo estos último años -apartado del periodismo cotidiano debido a creciente complicaciones de su salud-, asombrando a los lectores desde la publicación de la emocionante autobiografía Fred als peus hasta los finísimos relatos de La agonía de Bakunin, de este mismo año.

Escribir le salvaba la vida: “en este rincón me siento y se me pasa el tiempo”, me dijo hace poco, señalando el ordenador sobre su escritorio, en su luminoso piso de Sant Just Desvern, por el que se desplazaba en silla de ruedas (ambas piernas le habían sido amputadas recientemente a causa de una calcifilaxis, dolorosísima), sin dejar de bromear sobre sí mismo y sus circunstancias de cardiópata, diabético y nefrópata. Había superado además 12 infartos y un cáncer junto al páncreas, una extracción de duodeno y de parte de los intestinos: “tengo puntos para suicidarme, es verdad, pero no lo hago porque aún puedo escribir”, reía.

Y sin dejar la sonrisa, me soltó que “lo mejor de mi cuerpo es el riñón de mi mujer” (por el trasplante de un riñón donado por su esposa, Olga, con la que se casó hace 36 años), frase digna de titular (lo fue en “la contra”). Àngel Casas era padre de Gisela, Carlota y Andrea, y abuelo de tres nietas, Àlex, Sol y Carlota (entre los 12 y 18 años). 
 
Devoto de su mujer, a la que conoció siendo su peluquera en un programa de televisión (“empezamos en broma”, me dijo: “soy el marido de la peluquera”), Casas me impartió una lección vital valiosísima: “Olga encaja mi humor negro y nos reímos mucho juntos. Si ríes mucho junto a una mujer, quédate con ella”. Aunque le prometí tomar nota, por si dudaba me convenció argumentando brillantemente: “Follar no puedes estar follando todo el día, pero riendo sí”.

Àngel Casas repartió con su humor, con su mirada (que achinaba con travesura), con su conversación bondadosa y pícara y con todos sus trabajos (prensa, radio, televisión y libros) muchísimo placer y alegría y conocimiento y entretenimiento a millones de personas. Haber vivido una vida cumplida es eso. Àngel Casas ha hecho de su vida lo que de niño soñó hacer. Y sabe que el “show” continúa: Àngel Casas, índice extendido, te señala para que entres en el plató de la vida y lo des todo.

Periodista musical de culto

El 20 de septiembre de 2020, Ángel Casas Mas, posiblemente uno de los mejores periodistas musicales de España, ponía título de los Beatles a su calvario: ‘Medical Mistery Tour’. Así se despedía en Facebook: «Llevo cinco meses conviviendo con un dolor indescriptible a causa de una enfermedad a la que llaman calcifilaxia y que te destroza a lo vivo. Por mor de esta extraña circunstancia sanitaria, en plena pandemia, acabo de salir de cuatro meses de hospitalización inenarrable, con toda clase de sustos, que al parecer bordeaban el final. Ah, y un detalle nada despreciable: la noche de Sant Joan me amputaron la pierna derecha…»

Cuando la salud comenzó a fallar, Casas se volcó en una trayectoria literaria que había iniciado en 2002 con ‘Fred als peus’ (Frío en los pies), retrato a de la Barcelona de posguerra en clave autobiográfica: la experiencia del autor en Sants, barrio de trabajadores y menestrales donde nació en 1946.

La salud se quebrantaba y Casas daba a la imprenta los relatos ‘¿Navidad? No, gracias’, ‘Carta de una desasosegada’, ‘Sidonie tiene más de un amante’ y la recopilación de sus entrevistas en ‘Memorias de otros’.

Desde que ganó en 1972 el premio Ondas por su espacio ‘Trotadiscos’ en Radio Barcelona, Casas estableció un puente cultural entre la Barcelona del rock progresivo, el Madrid de la Movida y la Sevilla de Triana o el popero «garrotín» de Smash: aquel ‘Popgrama’ con Carlos Tena y Diego A. Manrique, el mítico ‘Musical Express’ o la revista ‘Vibraciones’.

En su memorial ‘Barcelona fantasma’ Ramón de España evoca el crepuscular Canet Rock de 1978 con las actuaciones del Ultravox de John Foxx, Blondie, Nico, Tequila o la Banda Trapera del Río. 

El caos organizado por Pau Riba fue tal que, ante la resistencia de Foxx y los suyos a salir al escenario, Casas hubo de intervenir: «Micrófono en ristre, nos dio a elegir entre Tequila y Ultravox… La masa votó mayoritariamente por Tequila, y a Ultravox los acabamos viendo los cuatro que quedábamos despiertos a las siete de la mañana…»

Si el Casas musical merecía de magisterio, el Casas entrevistador del ‘Ángel Casas Show' se codeó con Lauren Bacall, Richard Gere, o Joan Collins, entre una larga lista de invitados de relumbrón. Todavía conmueve aquella entrevista de 1984: Rock Hudson confiesa su homosexualidad y anuncia que padece Sida.

La carrera televisiva prosiguió con ‘Un día es un día’, late show coronado con un strip-tease, el retrospectivo ‘Todas aquellas canciones’ y ‘Señoras y señores’.

Ángel Casas concluyó su irónico epílogo denunciando la impostura del proceso independentista: «Los que han hecho de la épica 'nostradíssima' un engaño, los que nos han vendido y han arruinado el país con su incompetencia.» Grande y sabio.

Presentador, entrevistador e introductor del 'striptease' en televisión

Hace tres años, Ángel Casas contaba que uno de sus secretos como entrevistador era nunca hablar con las personas antes de sentarse frente a ellas e iniciar las preguntas. Consideraba que si lo hacía, como pasó alguna vez con el actor Christopher Lee, la entrevista salía mal y por eso un guionista se encargaba de hablar previamente con las celebridades que pasaban por su programas. 

Y fueron muchas ya que gozó de mucha popularidad en los años 80 y 90 con espacios como Ángel Casas Show (TV3) y Un día es un día (TVE) lo que atrajó a actores como Rock Hudson, Lauren Bacall, Maria Schneider, Alain Delon, Richard Gere, Christopher Reeve o incluso Cicciolina poco después de sacarse una teta en el parlamento italiano, entre muchos antes. Ademàs de actores también acudían cantantes, famosos de la prensa rosa y empresarios.

Hacía años que estaba retirado de la televisión por numerosos motivos de salud aunque la enfermedad no le había impedido escribir y publicar varios libros de relatos llenos de ironía, lirismo y melancolía sin olvidad alguna reflexión sobre el calvarío que sufría como en la obra 'L'agonia de Bakunin'. 

La trayectoria de Casas empezó en la radio en los años 70, pasando de Radio Juventud a la Ser y después a Radio Nacional, para afianzarse como uno de los principales críticos musicales españoles. Fue uno de los pioneros en realizar espacios en catalán en la radio. 

Empezó a colaborar en Televisión Española en 1977 en el programa musical Popgrama y tres años después presentaba y dirigía su propio espacio, Musical Express, hasta 1983. 

Sin embargo, su trayectoria dio un giro en 1984 cuando comenzó a emitir TV3 y Casas se convirtió en una de las estrellas de la cadena con un espacio de entrevistas 'Àngel Casas Show' hasta 1988 y que fue pionero en España por sus entrevistas a personajes famosos mezclados con actuaciones en directo. 

Por eso ganó los premios Antena de Oro y un Ondas, que era el segundo ya que el primero fue en 1972 por el programa musical 'Trotadiscos' de Radio Barcelona.

Tras un paso como presentador en la Ser, Casas repite formato televisivo en TVE con el espacio de entrevistas semalanes 'Un día es un día' que concluía con un 'striptease'. Al respecto dijo en este diario hace tres años: "Tengo asumido que yo pasaré a la historia de la tele como el primer tipo que programó un striptease, y no me parece mal. Al principio me molestaba, porque iba a poner gasolina al día siguiente del programa, y lo que me decía el de la gasolinera no era qué bien estuvo la entrevista a Richard Gere, sino algo del tipo "qué tía más buena ayer". Que sólo se reconociera eso me jodía un poco. Pero ha pasado el tiempo y lo veo bien, fui un pionero, fue algo rompedor y muy progresista en aquella época. Hoy se vería con otros ojos, claro, pero fue un momento dulce".

Este 'striptease' tuvo tal impacto que se emitió un un especial de Fin de Año 'Una noche es una noche', en el que se recopilaban los striptease que se habían visto anteriormente. Sin embargo, Casas se recuerda como un entrevistador que supera la distancia habitual entre preguntador y preguntado al generar una conversación que implica al personaje que responde las cuestiones. 

Esa complicidad facilita el diálogo y permite ofrecer una versión más cercana al público para los entrevistados, lo que causó un gran impacto cuando se trataba de grandes estrellas del cine, la televisión y la música.

En los años siguientes Casas realizó numerosos programas para TVE, como 'Tal Cual' (1992-1994), 'Los unos y los otros' (1994-1995) y 'Esto es lo que hay' (1995-1996) y TV3, como 'Totes aquelles cançons' (2004), además del circuito catalán de televisión española con 'Senyores i senyors'. Entre 2008 y 2014 fue director de la cadena pública de televisión municipal Betevé, tras ganar un concurso público, hasta su jubilación. Durante su etapa se estreno la radio municipal centrada en información local.

En 2020 anunció en redes sociales su retirada de la vida pública. Hacía años que sufría un calvario de enfermedades, como la calciofilaxis que le provocaban diversos dolores e incluso le tuvieron que amputar una pierna. Publicó su último libro, 'Carta d'una desassossegada (i altres relats)' en 2019. Tanto en su obra frente las cámaras, tras un micro o en sus relatos Casas demostró un gran conocimiento de las emociones humanas gracias a su facilidad para la conversación y la empatía hacia sus entrevistados. Por eso fue un referente.

¿Qué es la calcifilaxis?

Casas ha fallecido después de sufrir desde hace años la enfermedad rara calcifilaxia. Esta enfermedad es una afección grave y poco frecuente en la que se acumula calcio en los vasos sanguíneos tanto de la grasa como de la piel.

¿Qué es?

La calcifilaxis es una enfermedad grave y poco frecuente en la que se acumula calcio en los pequeños vasos sanguíneos de la grasa y de la piel.

La calcifilaxis provoca coágulos de sangre, úlceras dolorosas en la piel y puede causar infecciones graves que pueden llevar a la muerte. Las personas que tienen calcifilaxis suelen presentar insuficiencia renal y necesitan diálisis o han tenido un trasplante de riñón reciente. Este trastorno también puede ocurrir en personas sin enfermedad renal.
Síntomas

Los signos y síntomas de la calcifilaxis según el Libro de Salud Familiar de la Clinica Mayo (Clinic Family Health Book, 5.ª edición) incluyen los siguientes:

1. Patrones grandes en la piel, parecidos a redes, de color púrpura.

2. Protuberancias profundas muy dolorosas que se ulceran y crean llagas abiertas con costras de negras a marrones que no logran cicatrizar, normalmente en áreas de la piel con alto contenido de grasa, como el estómago y los muslos, aunque pueden aparecer en cualquier parte.

3. Infecciones de heridas que no sanan.

Causas

Se desconoce la causa exacta de la calcifilaxis, pero estudios recientes han revelado que la mayoría de las personas con esta enfermedad tienen anomalías en los factores de coagulación de la sangre. Los factores de coagulación de la sangre son sustancias en la sangre que ayudan a detener el sangrado. Estas anomalías pueden hacer que pequeños coágulos de sangre se formen con más frecuencia de lo que normalmente lo harían.

Además, las personas con calcifilaxis tienen un desequilibrio en el metabolismo del calcio. Esto hace que el calcio se deposite en las partes más pequeñas de las arterias (arteriolas), lo que con el tiempo puede conducir a la formación de coágulos de sangre en las arteriolas. Los coágulos de sangre pueden hacer que los tejidos grasos y la piel se vean privados de oxígeno y nutrición. 

Factores de riesgo

La calcifilaxis afecta con mayor frecuencia a las personas que tienen insuficiencia renal en estadio terminal. Los posibles factores de riesgo incluyen los siguientes:

1. Ser mujer.

2. Obesidad.

3. Diabetes.

4. Anomalías en los factores de coagulación sanguínea.

5. Diálisis a largo plazo y a veces trasplante de riñón.

6. Un desequilibrio de calcio, fósforo y aluminio en el cuerpo.

7. Algunos medicamentos, como warfarina (Coumadin, Jantoven), agentes fijadores de calcio o corticosteroides.

8. Una producción excesiva de la hormona paratiroidea, que regula el nivel de calcio y fósforo en el cuerpo, un trastorno conocido como hiperparatiroidismo.

9. Uremia, un trastorno tóxico en el que las sustancias que normalmente se eliminan en la orina, como el calcio y el fósforo, se acumulan en el cuerpo.

Según un estudio realizado por el Servicios de Nefrología y Dermatología de la Universidad Complutense (Publicado en NEFROLOGÍA. Vol. XXI. Número 6. 2001), los mecanismos implicados en su patogenia han evolucionado. 
 
Aunque existe controversia, el producto calcio-fósforo elevado es el determinante individual más relevante, aunque no de manera universal. Dada la elevada morbimortalidad, la prevención de las calcificaciones, el diagnóstico precoz, la normalización de los niveles de calcio y fósforo, el control del hiperparatiroidismo y la profilaxis de la infección secundaria serían las mejores armas terapéuticas.